Nada puede dominar la cultura pop para siempre. No importa cuán cautivadora sea la trama, cuán apasionado sea el fandom o cuán elevadas sean las cifras de taquilla; al final, todas las historias siguen su curso. En un tiempo, los westerns se consideraban una fuente inagotable de éxito. Luego llegaron los musicales. Se pensaba que Star Wars era invulnerable ante el público, sin embargo, con el tiempo, incluso la Galaxia muy, muy lejana ha visto su apogeo disminuir en el ámbito cultural, demostrando que ninguna creación, por increíble que sea, puede resistir el flujo implacable del cambio y la evolución en la escena del entretenimiento.
Cuando Star Wars comenzó a perder fuerza en la conciencia pública, el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) emergió. Aunque es difícil determinar cuándo comenzó el primer auge de las películas de superhéroes, el lanzamiento de Iron Man (Jon Favreau, 2008) se considera generalmente un punto de inflexión para el género de superhéroes y el punto de partida del MCU.
Desde Iron Man en 2008 hasta Guardians of the Galaxy Vol. 3 en 2023, el MCU ha dominado la taquilla durante los últimos 15 años. Sus películas han recaudado más de 22 mil millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la franquicia más taquillera de todos los tiempos. Incluso han producido trabajos culturalmente innovadores como Black Panther (Ryan Coogler, 2018), aunque eso es más bien una anomalía.
Sin embargo, por primera vez en 15 años, desde que Iron Man arrasó en la taquilla, se siente una verdadera fatiga hacia los superhéroes. Los números lo confirman, incluso después de la pandemia, donde los éxitos de taquilla apenas lograron cubrir los costos. A pesar de un gran comienzo, Ant-Man and the Wasp: Quantumania (Peyton Reed, 2023) terminó colapsando, alcanzando solo 476 millones de dólares en total, con un costo de producción de 200 millones, sin contar la campaña de marketing, lo que resultó en que la película no generara ganancias. Y este no es solo un problema de Marvel.
Universos cinematográficos en caída libre
El Universo Extendido de DC (DCEU), ha estado inmerso en una dramática reestructuración, en medio de una serie de lanzamientos cinematográficos este año que han generado más preocupaciones financieras que celebraciones. A pesar de los esfuerzos por revivir la franquicia, las películas lanzadas en 2023 han enfrentado dificultades para equilibrar sus presupuestos.
Shazam! Fury of the Gods (David F. Sandberg), con un presupuesto de 125 millones de dólares, logró una recaudación global de 132 millones de dólares, lo que, aunque superó su presupuesto, dejó poco margen para las ganancias. Mientras tanto, The Flash (Andy Muschietti), anunciada como la película que reiniciaría parcialmente el universo cinematográfico, contó con un presupuesto de 200 millones de dólares, recaudó 268 millones, pero los costos de marketing y distribución disminuyeron sus ganancias netas.
En el caso de Blue Beetle (Angel Manuel Soto), con un presupuesto de 104 millones de dólares, la película logró recuperar su inversión con una recaudación total de 126 millones dólares, pero apenas dejó margen para considerarse un éxito financiero sólido.
Estos números han subrayado las luchas financieras continuas del Universo Extendido de DC, a pesar de los intentos de reestructuración. Las altas expectativas y los costos significativos de producción y marketing han dejado a la franquicia en una posición precaria, buscando desesperadamente un camino hacia el éxito sostenible.
La industria cinematográfica de superhéroes está atravesando un periodo de transición tumultuoso. Con el retiro de figuras icónicas como Robert Downey Jr. y Chris Evans, los estudios se han enfrentado a la difícil tarea de encontrar nuevas estrellas que puedan cautivar al público de la misma manera. Sin embargo, esta búsqueda se ha visto obstaculizada por controversias y desafíos inesperados que han afectado a algunas de las nuevas caras del mundo del cine de superhéroes.
Uno de los contendientes para liderar esta nueva era Kang, el carismático villano del MCU interpretado por Jonathan Majors. Sin embargo, la sombra de la incertidumbre se ha cernido sobre su futuro, ya que enfrenta cargos de agresión en Nueva York, lo que ha llevado al MCU a reevaluar su papel en la franquicia. Esta situación se asemeja a la de Ezra Miller, la estrella de DC que interpreta a Flash, y que también se ha visto envuelto en problemas legales.
Incluso los artistas que han estado en el negocio durante un tiempo, como Chris Hemsworth, han expresado su descontento con las recientes entregas de películas de superhéroes. Los críticos también han mostrado su fatiga con tramas predecibles y festivales llenos de CGI. Esta sensación de agotamiento parece haber permeado a todos los niveles, desde el público hasta los críticos y las propias estrellas.
El hartazgo de la audiencia hacia las películas de superhéroes se debe en gran parte a su universo interconectado, donde para entender una película, a menudo es necesario ver múltiples títulos anteriores. Esta tendencia se ha acentuado con la llegada del streaming y la presión de los estudios para producir varias series basadas en superhéroes cada año. Por ejemplo, series como Loki, que recientemente estrenó su segunda temporada, Hawkeye, She-Hulk e Invasión Secreta, a pesar de contar con un elenco de alta calidad, han enfrentado críticas mixtas y han generado fatiga en la audiencia.
Ante la incertidumbre del futuro de las estrellas rentables que podrían haber impulsado las películas de superhéroes, los estudios se han visto obligados a tomar medidas drásticas para mantener la calidad de sus productos. El CEO de Disney, Bob Iger, ha afirmado que el MCU «curará agresivamente» su nuevo contenido, una postura que también ha sido respaldada por Kevin Feige, el presidente de Marvel Studios. Feige ha destacado la importancia de capturar el espíritu de la época en las películas de Marvel, pero parece faltarle un elemento crucial: la necesidad de ofrecer películas de calidad que resuenen con el público.
Ejemplos recientes como Spider-Man: Across the Spider-Verse (Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson, Kemp Powers, 2023) The Batman (Matt Reeves, 2022) y Guardians of the Galaxy Vol. 3 (James Gunn, 2023) han demostrado que las películas que capturan la esencia de los cómics de manera creativa y emocionante son las que conectan verdaderamente con el público. Estas películas han sido elogiadas por su innovación creativa, su poesía visual y sus narrativas emocionantes, lo que demuestra que la calidad sigue siendo un factor crucial para el éxito en la industria cinematográfica de superhéroes.
No obstante, a pesar de estos ejemplos positivos, la fatiga de superhéroes sigue siendo una amenaza real. Las películas de superhéroes tienden a seguir fórmulas predecibles, y es difícil sorprender a un público que ha visto repetidamente a los héroes derrotar al villano de turno sin grandes consecuencias. La reciente entrega de Marvel, Ant-Man and the Wasp: Quantumania, recibió críticas mixtas y experimentó un declive significativo en taquilla durante su segundo fin de semana en cines. Esto subraya la necesidad de la industria de reinventarse y ofrecer experiencias frescas y emocionantes que mantengan vivo el interés del público.
En este panorama, directores como James Gunn comprenden la necesidad de evolucionar el género de superhéroes. Gunn ha abordado abiertamente la fatiga de superhéroes y ha prometido crear historias centradas en personajes emocionalmente sólidos que impulsen el género hacia adelante. Además, estudios como DC –a pesar de sus numerosos fracasos–, han logrado revitalizar el género con películas como Joker (Todd Phillips, 2019), The Batman y The Suicide Squad (James Gunn, 2021), que han sido aclamadas por su originalidad y frescura.
En última instancia, el futuro de las películas de superhéroes dependerá de la capacidad de la industria para adaptarse y ofrecer nuevas y emocionantes narrativas que rompan con las convenciones predecibles del género. A medida que los estudios se esfuerzan por encontrar un equilibrio entre la familiaridad de los cómics y la necesidad de innovación, el destino del cine de superhéroes está en manos de aquellos que están dispuestos a desafiar las expectativas y ofrecer algo verdaderamente único y apasionante para el público.