El lunes la tenista argentina Lourdes Carlé ingresó al top 100 del ranking mundial por primera vez en su carrera. No sólo se trata de un logro individual, sino también de toda la disciplina, ya que el país vuelve a tener dos integrantes en ese sector tras casi 16 años. La otra albiceleste que forma parte de ese importante grupo es Nadia Podoroska.
En este contexto, Nota al Pie hace un repaso de la carrera de la jugadora oriunda de Daireaux. ¿Cómo fue su camino hacia este objetivo? Un proyecto en constante crecimiento y que va por más.
Sus inicios y su brillante recorrido junior
Lourdes nació el 10 de febrero del 2000. Su acercamiento al deporte de la pelota amarilla se dio a partir de sus 6 años. Fue en el club Independiente de su ciudad natal, en donde fue entrenada por el reconocido formador Raúl “Muri” Manso. Desde ese entonces ya se destacó su talento, por lo que la niña decidió participar de competiciones oficiales a nivel infantil y luego juvenil.
Hacia el 2012, y para continuar su proyección, se instaló en Tandil, cuna de históricos jugadores. Allí trabajó con Marcelo Gómez, ex coach de Juan Martín del Potro.
Tras exitosos resultados en el país, Carlé inició su etapa junior ITF en 2014. En 2015 ganó el prestigioso torneo Orange Bowl en Estados Unidos. Mientras que al año siguiente obtuvo el certamen Eddie Herr. Venció en la final a la ruso-francesa Varvara Gracheva, actual top 70 del mundo.
En 2017 tuvo un grandioso paso por el US Open de la categoría. En ese grand slam alcanzó las semifinales, en donde perdió con la local y vigente top ten Coco Gauff. Esa temporada su rendimiento fue tan bueno que accedió al Masters juvenil.
El cierre de su ciclo formativo se dio en 2018, cuando participó de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires. En abril de esa temporada selló su llegada a la Universidad de Georgia.
El comienzo como profesional y su experiencia universitaria
Su inicio en el circuito de mayores se dio mientras también atravesaba la mencionada etapa junior. Fue así que a los 14 años hizo su estreno en el WC de Buenos Aires, en donde alcanzó la tercera ronda.
En 2016, para ganar ritmo de competencia internacional, fue convocada por Majo Gaidano a la selección albiceleste por primera vez. Ello ocurrió en la serie de la Fed Cup (actual BJK Cup) de visita ante Ucrania. Allí disputó el partido de dobles junto a Guadalupe Pérez Rojas.
Su ingreso al ranking mundial se dio en mayo de 2017. Ese mismo año consiguió su primer título profesional, en un W15 jugado en la capital argentina. Finalizó ese curso en el top 800. Su camino exitoso siguió en 2018 con su segundo trofeo ITF, en este caso en Brasil.
Luego de su mencionado paso por la Universidad de Georgia, el cual fue fructífero en cuanto a lo académico y lo deportivo, la argentina volvió al circuito profesional. Lo hizo con contundencia y ganó dos campeonatos.
Incluso en las muy complejas condiciones que tuvo la pandemia del coronavirus, en la segunda mitad de 2020 la jugadora continuó con su progreso en el ranking. Y en 2021 dio un importante salto de calidad.
A pesar de la derrota del equipo, fue la gran figura de Argentina en la serie de BJK Cup ante Kazajistán como local. Allí superó a Elena Rybakina, quien poco tiempo después fue campeona de Wimbledon. Además consiguió su primer título de categoría W25 en Santo Domingo, República Dominicana e ingresó luego al top 300.
La consolidación de Lourdes Carlé: podio panamericano, clasificación a París 2024 e ingresó al top 100
En 2022 la jugadora nacional llegó a semifinales del Argentina Open y se ubicó entre las 150 mejores tenistas del mundo. En tanto que el 2023 fue el despegue para su afianzamiento actual. Esto se apreció en especial hacia el mes de mayo, cuando ganó el W25 de Bastad y el W60 de Bodrum en semanas consecutivas.
Luego vinieron meses difíciles, en donde los resultados no acompañaron. Pero eso culminó en septiembre en Europa. Allí Carlé ganó el W40 de Bulgaria y eso le dio un envión anímico para los Juegos Panamericanos de octubre.
Ya en tierras chilenas, la argentina tuvo una impecable semana en la que llegó a la final. Se quedó con la medalla plateada tras perder ante la brasileña Laura Pigossi. Además obtuvo la presea de bronce en el dobles junto a su compatriota Julia Riera.
Igual de excelente fue su desempeño en el Argentina Open. En el barrio de Palermo también alcanzó el partido decisivo. Otra vez fue Pigossi quien le privó el ansiado trofeo. Pero remarcó sus cualidades para el dobles, cuadro en el que se impuso en equipo con la griega Despina Papamichail. Cerró el año en el puesto 122 del ranking mundial de individuales.
La presente temporada comenzó de gran forma. En enero consiguió el título más importante de su carrera en singles hasta el momento. Ocurrió en el W75 de Vero Beach, Estados Unidos. En tanto que, en febrero, tuvo un positivo andar en el WTA 125 de Puerto Vallarta (México). Ahí llegó a semifinales y esos puntos fueron fundamentales para lo que ocurrió días después: el esperado y merecido ingreso al top 100.
Este logro de Carlé es un gran paso, pero posiblemente su carrera seguirá en crecimiento. Escalón a escalón, con el compromiso y la garra que la caracteriza.