Como se preveía, en España, este viernes fracasó el intento del líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, de convertirse en presidente del Gobierno. El Congreso de los Diputados, al igual que en la primera instancia realizada el miércoles, votó en contra de la investidura del candidato conservador.
Consumado el rechazo a Feijóo, ahora llega el turno del actual presidente español, Pedro Sánchez, quien tiene una dura negociación por delante para intentar ser investido. Por lo pronto, como marca la Constitución del país europeo, el monarca Felipe VI iniciará una nueva ronda de contactos junto a las fuerzas políticas con representación parlamentaria para proponer un nuevo candidato.
El fracaso anunciado de Feijóo
Este viernes, 48 horas después de la primera votación, la Cámara Baja derrumbó el sueño de Alberto Núñez Feijóo de transformarse en presidente del Gobierno de España. El candidato del PP, al igual que el miércoles pasado, cosechó el respaldo de los 137 diputados de su fuerza política, 33 de VOX, 1 de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y 1 de Coalición Canaria (CC), sumando un total de 172 votos.
Sin embargo, como era previsible, en frente tuvo un total de 177 rechazos. Los diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Sumar, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Junts per Cataluña, EH Bildu, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) fueron quienes reiteraron su “no” al candidato del PP.
El debate en el Congreso, aunque fue más corto que el primero, transcurrió en un clima de tensión por la disputa política de la derecha con el progresismo español. De hecho, sabiendo que era imposible ser investido, Feijóo aprovechó la jornada para posicionarse como el líder de la oposición al gobierno de Pedro Sánchez.
“Tenga el valor de decir lo que España va a tener que soportar si usted vuelve a ser Presidente del Gobierno”, sostuvo Feijóo de manera desafiante ante la mirada de Sánchez. Del mismo modo, el líder de la derecha española le exigió al actual mandatario respuestas frente a las exigencias de las formaciones catalanas.
Sánchez presidente o nuevas elecciones
Con la derrota de Feijóo, ahora llega el turno de Pedro Sánchez para intentar ser investido. Todo indica que el líder del PSOE, al ser el segundo candidato más votado, será la persona a la que Felipe VI le encargue formar gobierno una vez finalizada la ronda de consultas con las fuerzas con representación parlamentaria.
Una vez que el monarca español finalice las consultas, Sánchez tendrá dos meses para conseguir las alianzas que le permitan alcanzar los 176 votos en el Congreso, lo cual lo transformaría en el presidente reelecto del Gobierno. Sin embargo, a pesar de tener un margen de maniobras más grande que el candidato conservador, la tarea no está exenta de desafíos.
El actual mandatario de España deberá negociar con dos partidos regionales que representan dos respaldos imprescindibles para lograr la investidura. Tanto ERC como Junts per Cataluña, a cambio del respaldo a Sánchez, piden no sólo una amnistía general para los 1.400 condenados por el intento secesionista del año 2017, sino también la celebración de un nuevo referéndum de autodeterminación.
De hecho, el pasado jueves, ambas fuerzas políticas pactaron una propuesta de resolución para llevar al Parlamento Catalán, lo cual condiciona el respaldo a Sánchez en una futura votación de investidura. Si el líder del PSOE no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones para realizar un nuevo referéndum de autodeterminación en Cataluña, ninguna de las dos formaciones daría su aval.
En este contexto, mientras desde el socialismo español aparecen las primeras voces que rechazan tales exigencias, en España sólo existen dos opciones: Sánchez presidente o nuevas elecciones.