Uno de los temas en la agenda global es la desigualdad entre los que más y menos tienen. Por esta razón, cinco ministros que competen a los gobiernos de Brasil, Alemania, España y Sudáfrica impulsan un impuesto para los multimillonarios del mundo.
La propuesta va en sintonía con lo que se abordó en febrero durante las reuniones del Canal de Finanzas del G20 en San Pablo. En aquella oportunidad, Brasil propuso ante ministros de Economía y presidentes del Banco Central la creación de un impuesto mínimo global para los superricos a modo de contribuir a la equidad social.
En esta ocasión, quienes retoman el tema con fuerza son: el ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad (participante anfitrión del G20); la ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Svenja Schulze; y el ministro de Finanzas de Sudáfrica, Enoch Godongwana.
Por España, se sumó la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. Se trata de una columna de opinión que fue publicada en El País, titulada: “Impuestos a los superricos: Una nueva agenda para luchar contra la desigualdad a nivel mundial”.
El objetivo del impuesto a las fortunas busca atacar a la pobreza y combatir el cambio climático. Esta iniciativa cuenta incluso con el apoyo de más de 250 multimillonarios que hicieron el pedido de pagar más impuestos, en enero, durante el Foro Económico Mundial, en Davos, al cual asistió Javier Milei.
“Les pedimos que nos graben a nosotros, los más ricos de la sociedad”, expresaron en una carta abierta para los líderes mundiales. Así, los dueños de fortunas reconocieron que el cobro de impuestos “convertirá la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común”.
Entre las personas firmantes, aparecen las herederas de Disney y Rockefeller, Abigail Disney y Valerie Rockefeller; y los actores Brian Cox y Simon Pegg, entre tantos otros.
Impuesto a multimillonarios como agenda global
Las cinco figuras de Brasil, Alemania, España y Sudáfrica que se comprometieron con la discusión de un impuesto a los millonarios del mundo analizaron la situación con algunos datos de realidad.
En su columna, se plantean las necesidades de avanzar hacia una descarbonización por la lucha contra el cambio climático y la de erradicar la pobreza con la implementación de servicios sociales y bienes públicos globales.
En tal sentido, se preguntan: “¿Qué necesita hacer la comunidad internacional para retomar el camino hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?”. Para lograr tales objetivos, se plantean que antes es necesario sortear el obstáculo de la desigualdad en el mundo.
“En las dos últimas décadas hemos asistido a un aumento significativo de las desigualdades dentro de la mayoría de los países”, precisaron. Y agregaron que la diferencia de ingresos “entre el 10% de los más ricos y el 50% de los más pobres casi se ha duplicado”.
En este sentido, aseguraron que las desigualdades a menudo se transmiten de generación en generación, incluidas además, las raciales y de género. En consecuencia, y para lograr un crecimiento sostenible, creen fundamental equilibrar la faceta económica, social y medioambiental.
Con este pronóstico, advierten que los gobiernos cuentan con la política tributaria como uno de los instrumentos claves para promover la igualdad.
Propuesta inicial: un 2% de las riquezas de 3 mil personas
Tras planteada la problemática de la desigualdad mundial, la opción lógica desliza en una intervención en las política tributarias. En este sentido, los cinco ministros firmantes de la nota que brega por un impuesto a las grandes fortunas, precisan que actualmente existen unos 3000 multimillonarios en todo el mundo.
“El impuesto podría diseñarse como un gravamen mínimo equivalente al 2% de la riqueza de los superricos”, propusieron. Y detallaron que dicho impuesto “no se aplicaría a los multimillonarios que ya contribuyen una parte justa en el impuesto sobre la renta”.
En este contexto, ponen de relieve el dato actual: “Los multimillonarios de todo el mundo solo pagan el equivalente de hasta el 0,5% de su riqueza en concepto de impuesto sobre la renta”.
Por otra parte, añaden que quienes logren eludir el pago de impuestos “se verían obligados a contribuir más al bien común”. Finalmente, afirman que al mejorar los sistemas tributarios se podrá empezar a cumplir con “el principio de equidad”, de forma tal que “las contribuciones se ajusten a la capacidad de pago”.
Como resultado, se “impulsaría la justicia social y aumentaría la confianza en la eficacia de la redistribución fiscal”, la cual derivaría en inversiones en “bienes públicos como la sanidad, la educación, el medio ambiente y las infraestructuras”.
En números finales, calculan que este impuesto aportaría ingresos fiscales adicionales de 250.000 millones de dólares al año en todo el mundo, equivalente aproximado a “los daños económicos causados por fenómenos meteorológicos extremos el año pasado”.
La Argentina de Javier Milei, a contramano del mundo
Los cinco ministros que impulsan el impuesto a los superricos del mundo lo hacen bajo la premisa de la “justicia social” y una “igualdad de oportunidades”. En tanto, la situación actual en Argentina queda muy lejos de la propuesta global donde países del mundo buscan equilibrar la balanza de la desigualdad.
En este sentido, el presidente Javier Milei, ha sabido calificar de “aberración”, al concepto de la igualdad de oportunidades con su clásica acusación donde encuentra “comunistas” por todas partes.
En este caso, y lejos del comunismo, se encuentran en apoyo al impuesto a las fortunas los países europeos de Alemania y España, además de Sudáfrica. Resta descubrir si acusará de comunista a estos países, tal como lo hizo con el mandatario brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva.
Por otra parte, la columna en favor del impuesto a los superricos mundiales, atiende al problema real sobre la posibilidad de que los multimillonarios trasladen sus fortunas a jurisdicciones de baja tributación para evitar el gravamen.
En tal sentido, consideran que es necesaria una “cooperación internacional” donde los acuerdos globales deberán ser clave para efectivizar estos impuestos.
“Lo que la comunidad internacional consiguió hacer con el impuesto mínimo mundial sobre las empresas multinacionales, puede hacerlo con los multimillonarios”, afirmaron.
En este tema, una vez más, Javier Milei queda en las antípodas, a tal punto que recientemente llamó “héroes” a los evasores, incluso sin importar “de donde venga la plata”.
Esas declaraciones, se dieron en el contexto de un Foro con la élite empresarial en el Hotel Llao Llao de Bariloche. Las mismas, le valieron una denuncia penal por parte del ex camarista federal, Eduardo Freiler.