Continúan los tiempos de cambio en España, luego de las recientes y convulsionadas Elecciones, que sembraron un manto de duda en la continuidad política del país ibérico. Este último martes, el monarca Felipe VI eligió al líder del Partido Popular (PP), Alberto Nuñez Feijóo, como la persona encargada de formar gobierno.
De esta manera, luego de ser el candidato más votado en las recientes elecciones españolas, Feijóo buscará conseguir los respaldos necesarios en el Congreso de los Diputados para ser investido como presidente. Sin embargo, a pesar de la decisión de Felipe VI, todo parece encaminarse a una investidura fallida.
El dirigente neoliberal, aun con el esperable aval de formaciones políticas aliadas, no llegaría a los 176 respaldos necesarios para que el Parlamento lo convierta en el jefe del gobierno español. Mientras tanto, el actual presidente del país europeo, Pedro Sanchez, espera su momento.
¿Una investidura destinada al fracaso?
El martes por la tarde, la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, dio a conocer la decisión de Felipe VI, quien según establece la Constitución de España debe designar al candidato a formar gobierno en el país.
“Su majestad el Rey, finalizadas las consultas con los grupos con representación que han querido asistir, me ha comunicado su decisión de proponer al señor Alberto Núñez Feijóo”, afirmó Armengol.
Horas más tarde, en un comunicado de la Casa Real, la monarquía española hizo públicas las consideraciones que llevaron a elegir a Feijóo como candidato a la investidura. Más allá de los motivos protocolares, el argumento más potente que esgrimieron desde el Palacio de la Zarzuela fue que el PP resultó el grupo político que obtuvo más escaños tras las elecciones del 23 de julio.
“En ese sentido, conviene señalar que, salvo en la Legislatura XI, en todas las elecciones generales celebradas desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del grupo político que ha obtenido el mayor número de escaños ha sido el primero en ser propuesto por Su Majestad el Rey como candidato a la Presidencia del Gobierno”, dicta el texto.
Feijóo, quien sostuvo que haber ganado las elecciones es una condición inexcusable para ser elegido candidato, reconoció la compleja tarea que tiene por delante debido a no contar con los 176 respaldos necesarios para ser investido.
El líder del PP, salvo un improbable cambio de opinión del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuenta con un techo de 172 votos: los 137 de su propia fuerza, 33 de VOX, 1 de Coalición Canaria (CC) y 1 de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
Pedro Sánchez, a la espera de una chance
El actual presidente de España, Pedro Sanchez, mantiene la calma a pesar de la designación de Feijóo como candidato a la investidura. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), a sabiendas de que es prácticamente imposible que Feijóo logre ser investido, confía en que las difíciles negociaciones que tiene por delante resulten en el deseado número de 176 respaldos ante el eventual fracaso del PP.
Por lo pronto, la fecha para el debate de investidura fue fijada este mismo miércoles. La presidenta de la Cámara Baja estableció que tanto el 26 como el 27 de septiembre serán los días en donde Feijoo expondrá el programa político de gobierno e intentará recibir la confianza del Congreso de los Diputados.
En caso de no conseguir los votos requeridos en el primer intento, 48 horas más tarde, se celebrará una segunda votación. En ella, Feijóo sólo necesitaría que su candidatura reciba más respaldos que rechazos, algo que también es improbable debido a la composición del Congreso.
En este marco, Sanchez gana no solo tiempo sino, que a su vez, musculatura política para negociar con los partidos que rechazan un gobierno del Partido Popular. La explicación es simple: frente al probable fracaso del primer candidato elegido por Felipe VI, quedará claro que las únicas opciones serán la investidura del líder del PSOE o la repetición electoral.