Uruguay se encuentra en una situación crítica. La falta de lluvias continúa provocando una reducción significativa en la disponibilidad y acceso al agua. Esta problemática impacta directamente sobre la agricultura, la ganadería y la población en general. Si bien este fenómeno se extiende a lo largo de gran parte de América Latina, algunos de los países que más sufrieron sus consecuencias son Argentina, con una sequía que afectó la economía; Perú, que recientemente lidió con el fenómeno de “La Niña”; y México, que enfrenta escasas precipitaciones en el territorio.
Otro de los países más afectados es Bolivia que, desde 2019, resiste ante la falta de lluvias, algo que repercute tanto en la agricultura como en la ganadería. Asimismo, Brasil, desde el 2021, atraviesa la peor sequía en los últimos 91 años. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Itu, en el interior del Estado de São Paulo, tuvo que racionar el agua.
Ahora bien, en el caso de Uruguay la falta de inversión para nuevas alternativas en reserva de agua dulce y la cantidad de empresas que utilizan dicho recurso para sus procesos, hicieron que el Estado no prevenga los posibles daños.
En medio de la crisis, la ayuda argentina
El gobierno de Alberto Fernández ofreció al país vecino una planta potabilizadora móvil y personal operario en colaboración por la crisis hídrica. La planta produciría 1700 sachet de medio litro por hora para paliar la situación hídrica.
Además, se envió al país vecino un buque de la Armada Argentina, el cual contiene una cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua. La empresa de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) sería quien proveería tal recurso.
Aunque aún no hay confirmaciones oficiales por parte del gobierno de Luis Lacalle Pou, la ayuda de Argentina es, ni más ni menos, una asistencia ante la crítica situación en Montevideo y el área metropolitana.
Según el Instituto Uruguayo Meteorológico (Inumet), del 4 al 7 de julio, se registraron 37,5 mm de lluvia en el Río Santa Lucía, teniendo así, un acumulado de 40,5 mm de agua. El mismo, tiene el límite natural entre los Departamentos de Florida y Canelones; entre Canelones y San José; y entre San José y Montevideo.
En el caso de la Represa San José, que provee agua potable a las zonas afectadas por la sequía, se acumuló en la misma fecha un total de 39,2 mm de agua de precipitaciones.
Sin embargo, según el instituto meteorológico en Montevideo, no se han registrado probabilidad de lluvias en las últimas 24hs. A su vez, el gobierno uruguayo informó el pasado martes 4 de julio, que las reservas de agua potable están al 1,8% y que en el rango de 10 días el suministro podría verse afectado totalmente.
Medidas para paliar la crisis hídrica
El pasado 20 de junio, en una conferencia de prensa, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, decretó la emergencia hídrica en el área metropolitana. En este contexto, junto con las demás autoridades, estableció una serie de pautas entre las que se encuentra la de garantizar el acceso del agua embotellada sin impuestos.
En la conferencia estuvieron presentes el secretario de la presidencia, Álvaro Delgado; el ministro interino de Salud Pública, José Luis Satdjian; el ministro de Ambiente, Robert Bouvier y, el presidente del Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero.
Dentro de las medidas que se adoptaron se encuentra el inicio de las obras para la construcción de un embalse en el Río San José, con sus respectivas cañerías. Esta obra permitiría garantizar una fuente de agua alternativa al suministro habitual. Según Lacalle Pou, el tiempo estipulado será de 30 días como máximo.
Cabe destacar que, el suministro se encuentra garantizado en hospitales, residencias, Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) y dependencias del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Además, se extendió la medida de entregar dos litros de agua gratis por día a unos 21.000 beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
En la rueda de prensa, se hizo hincapié en la calidad del agua que se distribuirá en la red y el grado de sodio. Al respecto, el presidente explicó: “Estamos evaluando con los técnicos de salud pública hasta dónde poder elevar esos registros para seguir siendo bebible esa agua”.
En el área económica, el impacto de la sequía preocupa. Es que las estimaciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) calculan que habrá una pérdida de 1.800 millones de dólares.
Asimismo, el Banco de Seguros del Estado (BSE), quien concentra el 60% de los seguros rurales, estima una pérdida aproximada de 90 millones de dólares por el pago de las pólizas de agro.
El cambio climático en América Latina
El cambio climático es un tema que está trayendo diversos problemas en regiones específicas. En el caso de América Latina y el Caribe, las altas temperaturas, la sequía, y los deshielos son factores que alteran tanto a los ecosistemas como al planeta.
“Los ciclones tropicales, las precipitaciones intensas y las inundaciones, así como las graves sequías plurianuales, provocaron pérdidas de vidas humanas y daños económicos multimillonarios a lo largo de 2022”, sostuvo Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Ahora bien, América Latina y el Caribe desempeñan un papel fundamental en la producción de alimentos y recursos ambientales. El informe, titulado “Estado del clima en América Latina y el Caribe 2022”, pone el énfasis en algunos datos regionales sobre cambio climático.
Entre ellos se destacan las altas temperaturas, donde el período entre 1991 y 2022 reveló una tendencia media al calentamiento de unos 0,2 °C por década, siendo mayor en México y el Caribe. Otra de las problemáticas es la subida del nivel del mar donde el Atlántico Sur y el Atlántico Norte subtropical se fueron incrementando.
Estas cifras encienden alarmas, ya que gran parte de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas costeras y, además, este fenómeno contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas, inunda las zonas de baja altitud y aumenta el riesgo de inundaciones costeras.
Otro de los temas abordados en el relevamiento son: ciclones, crecidas y deslizamientos de la tierra, ola de calor e incendios, sequías, energías renovables e Impactos y riesgos relacionados con el clima.