«La vida es bella» dice una frase muy conocida y es cierto. La vida está colmada de momentos hermosos, pero también de situaciones tristes, que nos transforman radicalmente y a partir de las cuales ya nada es igual. Uno de esos momentos sucede cuando un ser amado fallece y nos toca transitar el proceso del duelo.
Para profundizar sobre el tema, Nota al Pie dialogó con la psicóloga especialista en familia y duelo, Laura Ferré. La profesional dio cuenta de los principales aspectos de estos procesos y derribó mitos acerca de cómo transitarlos.
Durante la charla con la entrevistada, en primer lugar se definió lo que implica un duelo. «Es un proceso natural y válido y no solamente es un proceso, es un trabajo que se da a nivel emocional y físico ante la pérdida», explicó.
El duelo, generalmente, se asocia a la pérdida de un ser querido, aunque Ferré detalló que existen otras aristas. Al respecto mencionó que «también se da con algo que sea importante para nosotros. Y atravesamos trabajos de duelo ante un cambio profundo».
En ese sentido, cambios como por ejemplo una mudanza o un nuevo trabajo, son transformaciones con una connotación positiva. Sin embargo, en estos casos también se transitan «duelos».
No obstante, la concepción más frecuente está asociada al concepto de pérdida, particularmente ante el fallecimiento de un ser amado y sus consecuencias se dan de forma integral.
«Es un proceso de respuesta donde todo el cuerpo está afectado. A nivel cognitivo puede haber pensamientos recurrentes, autorreproche. O a nivel emocional se está con mayor sensibilización», mencionó Ferré a modo de ejemplos.
Transformación de las concepciones profesionales
Tal como expresó anteriormente, Ferré hizo hincapié en que el trabajo del duelo se desarrolla de manera global. En consecuencia, una persona que atraviesa este proceso puede manifestar diferentes conductas de un momento a otro.
En ese sentido, aclaró que el reconocido modelo «por etapas» no es algo que se realiza de manera lineal. «Quedó un poco atrás. Hoy trabajamos con una mirada que tiene que ver con la integración. Y preferimos pensarlo como un proceso dinámico».
«No todo el mundo tiene que pasar por todas las etapas. Éstas pueden darse al mismo tiempo o hay gente que no atraviesa determinadas dimensiones del duelo. Y va a tener que ver con la subjetividad ya que es un proceso personalísimo», afirmó la psicóloga clínica.
En este punto, la especialista en salud mental manifestó que la manera en que cada persona atraviesa un duelo tendrá que ver con el contexto que la rodea. Además, remarcó que lo más importante en estos casos es «poder recordar en paz».
En tanto Ferré sostuvo: «La idea de un duelo es poder construir lazos sanos, que permitan hacer un espacio interno para esa persona que ya no está afuera. Y ver qué rol va a ocupar, va a ser un consejero, un recuerdo que ilumine».
Transitar el duelo, derribar mandatos
En relación al duelo, otro de los aspectos fundamentales a considerar es encontrar las herramientas para transformar el dolor. También saber acompañar a quien transita estos procesos sin presionar ni pretender que rápidamente las personas se repongan.
«En general nos cuesta bancar que el otro esté angustiado porque nos lleva a nuestra propia angustia. Y nos aparece la tendencia de decir ‘dale, vamos arriba’, pero cuando una persona está angustiada hablando de su pérdida, la idea es simplemente escucharla», planteó la psicóloga.
En sintonía, Ferré explicó: «A veces estar desbordado en el duelo es natural. No hay que apurarse. Hay que darse el tiempo y hay manifestaciones que son señales que esa persona está tratando de atravesar lo que le sucede».
En ese aspecto, la especialista agregó que «si uno valida las emociones y le da un espacio al trabajo de duelo hay herramientas de autocuidado. No van a sacar la pena, pero sí pueden ayudar a caminarla diferente».
En ese sentido la entrevistada se refirió a las herramientas que pueden utilizar quienes atraviesan un duelo, sumado al acompañamiento por profesionales de salud mental. «Se trabaja con escucha, con validación de las emociones. Y a veces se trabaja con tareas con material para leer, ejercicios de escritura y se va diseñando historia por historia», concluyó.