Este miércoles, las calles se convirtieron en aulas y les estudiantes de las universidades públicas nacionales marcharon en defensa de la educación y contra el ajuste presupuestario del Gobierno.
Entre las instituciones académicas afectadas se encuentra la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), ubicada en la localidad de San Justo, una de las principales y más destacadas universidades del Conurbano Bonaerense.
Nota al Pie estuvo presente en la movilización que comenzó cerca de las 14 horas en el barrio porteño de Once hacia la zona de Congreso. En este contexto, la estudiante de humanidades de la universidad, Mariana Bianchin, enfatizó en declaraciones a este medio: “Decidí venir a marchar porque lo siento como un deber”.
“Para mí, la Universidad Nacional de La Matanza representa la perspectiva de un futuro mejor, de progresar y formarme, no solo como profesional sino también como persona”, agregó la estudiante.
La UNLaM, creada en 1989 en el predio donde funcionaba la fábrica automotriz Chrysler, al igual que las demás universidades públicas, cumple un rol fundamental en la sociedad: son un puente hacia la educación y la formación profesional para todos.
En ese sentido, Bianchin contó: “Soy hija de un hogar de clase trabajadora, y como muchos y muchas aquí presentes, soy la primera de mi familia en recibir educación académica”.
Más educación, menos ajuste
Las universidades públicas salieron a las calles para protestar contra el feroz ajuste presupuestario implementado por el Gobierno. Varios centros educativos ya han advertido sobre el riesgo que corren y la posibilidad de no poder garantizar las clases si no se encuentra una solución.
Recientemente, UNLaM dio a conocer a través de las redes sociales que recibió una factura de luz por un valor de 45 millones de pesos. Este hecho visibilizó la difícil situación presupuestaria que enfrentan y los riesgos que plantea para el próximo cuatrimestre.
Como la sociedad en general, las universidades públicas enfrentan el desafío monumental de lidiar con la inflación y la devaluación. Además, se suma como agravante el hecho de que las instituciones están operando con el presupuesto del año anterior, el cual está totalmente desactualizado en comparación con la situación económica actual.
Frente a la falta de respuestas y las acusaciones de «adoctrinamiento» por parte del Gobierno hacia las universidades públicas, la comunidad universitaria lucha por reivindicar que la educación superior es un derecho para todos, no un privilegio para unos pocos.
En este contexto, las movilizaciones se llevaron a cabo en todo el país con el único objetivo de defender la educación y revalorizar el papel fundamental que desempeñan las instituciones académicas.
La lucha por lo adquirido
En el contexto de la marcha universitaria federal que se concentró en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, participaron estudiantes, docentes y personal no docente de diversas Casas de Altos Estudios, como la UNLaM, la UBA, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), entre otras.
En esa línea, Mariana Bianchin, estudiante de la UNLaM, afirmó: “Hoy estoy aquí porque una vez más están en juego nuestros derechos. Marchamos por la educación pública, por una patria libre, justa y soberana; marchamos por el presente y el futuro de la juventud argentina”.
Al igual que el resto de les participantes que asistieron a la movilización, el objetivo de esta acción fue defender el acceso a la educación y la igualdad de oportunidades.
Como conclusión, la estudiante universitaria entrevistada reflexionó: “Frente a estos tiempos tan violentos, donde se ataca al más vulnerable, me parece fundamental defender la igualdad de oportunidades, la movilidad social ascendente, la inclusión, la justicia social. No vamos a permitir que nos arrebaten los sueños. Ni un paso atrás”.