El 30 de octubre de 1960, Diego Armando Maradona impregnó, por primera vez, su zurda mágica en la partida que certificó su nacimiento en el viejo Hospital Eva Perón de Lanús. Esta sería la primera huella de su enorme y valioso aporte al fútbol argentino y ante todo, mundial.
Diego Maradona es considerado el mejor jugador de la historia del fútbol. Sin entrar en debates, se ha de reconocer las destacadas alegrías brindadas al pueblo argentino y al mundo futbolero, con sus goles y gambetas indescifrables.
Desde el 25 de noviembre de 2020, Pelusa no está físicamente, pero su figura quedó grabada eternamente. Sobre todo, en el inconsciente de miles que pudieron celebrar tanto sus alegrías como sus tragedias, tan sentidas y personales.
En este día especial, a dos años de su partida física y el 62 aniversario de su natalicio, Nota al Pie lo recordará con los mejores momentos de Pelusa en la historia de los Mundiales, tanto como jugador y como entrenador. Quizás, sea en este evento tan importante, en donde se haya visto la mejor versión del Pelusa en un campo de juego.
Maradona alcanza la gloria en juveniles
El sueño de cualquier deportista es representar a su país en un Mundial. Sin embargo, Maradona padeció un momento doloroso en su carrera, al no lograr cumplirlo en 1978, cuando César Luis Menotti no lo convocó para el Mundial de mayores a celebrarse en Argentina.
Pero el Flaco, quien también dirigía a la Sub 20, y conocía la sed de revancha del por entonces juvenil de tan solo 18 años, decidió integrar al pelusa en el equipo rumbo a la Copa del Mundo Juvenil a disputarse en Japón en 1979.
Argentina, quien partió como uno de los máximos candidatos del evento, se consagró campeón del mundo juvenil por primera vez, con Diego como una de las grandes figuras. La Albiceleste venció en la final a Unión Soviética por 3-1, en donde Pelusa fue autor de uno de los tantos.
Maradona fue galardonado con el Botín de Plata, tras quedar segundo en la tabla de goleadores con seis gritos. Le anotó un doblete a Indonesia y un tanto a Polonia, Argelia, Uruguay y a la ya mencionada Unión Soviética.
Pero no fue la única premiación de Pelusa, ya que también se adueñó del Balón de Oro del certamen como mejor jugador del evento. Además, fue distinguido en ese mismo año con el Olimpia de Oro.
Un debut mayor para el olvido
Con perseverancia se llega al objetivo. Y así lo demostró Diego, quien tras un destacado desarrollo en Argentinos Juniors y con un campeonato bajo el brazo en Boca Juniors, cumplió el sueño que tenía de chico: jugar un mundial con la selección mayor. Tras ser figura en Japón, Menotti lo convocó para España 1982.
Su debut en Mundiales con la selección mayor se produjo el 13 de junio, con una decepcionante y sorpresiva caída por 1-0 frente a Bélgica. Sus primeros goles fueron ante Hungría en la goleada por 4-1, anotando un doblete y siendo estos sus únicos tantos en aquella edición.
Argentina avanzó a la segunda ronda, tras vencer por 2-0 a El Salvador. En la siguiente instancia, a la Albiceleste le tocó un grupo complicado: Italia (a la postre, campeón) y Brasil.
La albiceleste sufrió dos duras derrotas, generando la consecuente eliminación y sin poder defender con altura su título mundial. En el duelo frente a Brasil, Diego Maradona fue expulsado, siendo esta su única tarjeta roja en un Mundial.
No fue el debut deseado, pero fue el principio de la gloriosa trayectoria de Diego con la Albiceleste. Cabe destacar que esta Copa del Mundo se disputó en plena Guerra de Malvinas, evento que fue un golpe anímico para el plantel argentino.
1986: el año en que Diego se convirtió en Dios
Carlos Salvador Bilardo era el entrenador de Argentina para el Mundial de México 1986. El Narigón, con una filosofía opuesta a la de Menotti, llegó al país azteca con más dudas que certezas y sin expectativas.
El país presentaba un contexto diferente, ya que desde 1983, el regreso de la Democracia Argentina de la mano de Raúl Alfonsín, marcaba el rumbo de los acontecimientos. Y el fútbol y el conjunto nacional no ofrecían un aire renovador como el país.
Sin embargo, este sería el evento en donde la Argentina conseguiría el segundo Mundial de su historia, con Diego como figura y capitán. Argentina partió sin el traje de candidato. Sin embargo, el Pelusa ya tenía la experiencia mundialista como para cambiar esa historia.
El 2 de junio fue el debut de la Albiceleste triunfando por 3-1 frente a Corea del Sur. Diego no convirtió, pero le cometieron 11 faltas, en el que fue el partido que más infracciones padeció.
Su primer gol en México lo generó en la segunda jornada en el empate 1-1 frente a Italia, único partido que Argentina no logró ganar. El gol contó con el engaño de la zurda mágica del 10. Finalmente, la Albiceleste selló la clasificación al vencer 2-0 a Bulgaria.
En octavos de final, Argentina venció sufridamente a Uruguay, con gol de Pedro Pasculli. Diego anotó el segundo, pero fue anulado injustamente por una falta erróneamente sancionada. Pelusa no sumó goles, pero sufrió 10 faltas, siendo el segundo partido con más infracciones en su contra.
En cuartos de final, se desarrolló el partido más importante de la historia del seleccionado argentino. En aquella jornada del 22 de junio, Diego (y la Argentina) tuvieron su revancha con un doblete frente a Inglaterra, siendo ambos goles muy recordados para el resto de la historia.
El primero, a los 51 minutos de juego, conocido como “la Mano de Dios”, contó con la picardía digna de los potreros de Villa Fiorito. Y el segundo, tan solo minutos cuatro minutos más tarde, contó con la destreza de quien sabe danzar con la pelota. Diego gambeteó a seis rivales, incluyendo al arquero, para anotar el “Gol del Siglo”.
El pase a la final también la definió Maradona con su doblete frente a Bélgica. En aquella jornada, Argentina y Diego sintieron el cielo cada vez más cerca, que finalmente llegó el 29 de junio, cuando la gloria llegó con el mejor de la historia.
Argentina volvió a conquistar el mundo al imponerse por 3-2 frente a Alemania Federal. Finalmente, Diego trajo la copa a la Argentina con una performance de cinco goles convertidos y cinco asistencias. Con este logro, se convirtió en el único futbolista argentino en ser campeón del mundo Sub 20 y mayor.
A un paso de volver a conquistar el mundo
Con la corona en su poder, Argentina llegó a Italia en busca de retenerla. En aquel momento, Diego vestía la camiseta del Napoli, club donde dejó una huella. Sin embargo, fue el único Mundial en el que Pelusa no logró convertir. Y que padeció, en carne propia, los golpes recibidos en sus casi 14 años de trayectoria hasta entonces.
Diego jugó la Copa del Mundo con el tobillo roto tras las faltas recibidas. Padeció un total de 50, la segunda marca en la historia de los mundiales, por detrás de México 86. Pero nada le importó, ya que su corazón albiceleste fue más fuerte que las duras patadas que trataban de bajarlo.
En Italia 1990, luego de una sufrida primera fase ante Camerún, Unión Soviética y Rumania, se destacó el duelo de octavos frente a Brasil. En aquella oportunidad el Pelusa gambeteó pese a las embestidas rivales y terminó en habilitación y gol de Claudio Caniggia.
Con ese tanto, Argentina continuó avanzando hasta la final, padeciendo y sufriendo dos duras tandas de penales frente a Yugoslavia y el local Italia. La final otra vez era contra Alemania, sin embargo, los europeos se quedaron con la copa en un partido polémico.
Andreas Brehme anotó el 1-0 definitivo con un penal inexistente. Diego, quien previo al partido, insultó al público italiano, tras silbar el himno argentino, lloró desconsoladamente junto al pueblo argentino, generando una espina que nunca pudo cicatrizar.
1994: el año que le cortaron las piernas a Maradona
Con Alfio Basile como entrenador, Argentina disputó su último Mundial con su máxima figura, en donde apenas disputó dos partidos y anotó un gol. La clasificación llegó a duras penas, tras el repechaje ante Australia, en donde Diego fue relevante para llegar a la cita máxima.
Su último grito sagrado con la camiseta nacional se produjo el 21 de junio en la goleada por 4-0 frente a Grecia. Dolorosamente, su última función con la Albiceleste fue cuatro días después, en el triunfo por 2-1 frente a Nigeria.
Al término del partido frente a los nigerianos, ingresó al campo de juego una enfermera rubia, quien buscó a Diego para el control antidoping. El resultado, como un baldazo de agua fría, fue positivo.
Lamentablemente, Pelusa no volvió a vestir la camiseta del seleccionado nacional, ya que recibió una suspensión de 15 meses. Y con ese anuncio, se derrumbaron las ilusiones de un equipo, que estaba constituido para ser campeón, de la mano de su capitán.
Tras alejarlo de las canchas, Diego dejó en el imaginario público una de sus frases emblemáticas: “creanme que me cortaron las piernas”. El equipo sintió su ausencia y quedó eliminado en octavos de final frente a Rumania.
Su última etapa como entrenador
Diego dirigió al seleccionado nacional en el Mundial de Sudáfrica 2010. Las eliminatorias fueron todo menos placenteras para el conjunto albiceleste. Un gol agónico de Martín Palermo ante Perú y una valiosa victoria ante Uruguay en Montevideo le dieron la clasificación a la copa.
Para el evento, Diego fue vestido de traje a pedido de sus hijas Dalma y Gianinna. La mayor de sus hijas, en un posterior diálogo con Un Día Perfecto en radio Metro 95.1, reveló que a Diego “le gustaba la joggineta. Usaba traje porque lo obligamos”.
Debutó como técnico mayor en la Copa del Mundo el 12 de junio en el triunfo por 1-0 frente a Nigeria. Luego Argentina goleó 4-1 a Corea del Sur y cerró la fase de grupo con puntaje ideal con una victoria por 2-0 frente a Grecia.
En octavos, Argentina derrotó por 3-1 a México. Sin embargo, los cuartos de final fueron, una vez más, un triste desenlace para la historia de Maradona. Alemania, como en Italia 90, fue el verdugo una vez más de la Albiceleste. En el partido final del pelusa, se impuso por 4-0 y apagó el sueño de Diego de traer la copa como entrenador.
Los números finales de Maradona en Mundiales son contundentes. Disputó 21 partidos, anotando un total de 8 goles y repartiendo 8 asistencias. Además, poseé el récord de más faltas recibidas en un Mundial: 53 en México 86. En el podio también se ubica él, con 50 infracciones en Italia 90 y 36 golpes padecidos en España 82.
Números de una época, marcada por esta leyenda del fútbol mundial. Máximo goleador de la primera división de Argentinos Juniors, cinco veces goleador consecutivo de la Primera División de Argentina, máximo goleador de Napoli hasta 2017, pero ídolo máximo de la entidad napolitana.
Y sobre todo, único jugador campeón tanto en juveniles como en mayores de la Selección Argentina. Y palabra obligada, cuando se habla del amor a la camiseta albiceleste. En esta fecha tan especial y conmemorativa, el homenaje de Nota al Pie al 10.