Este viernes se publicó el Decreto 652/2023, a través del cual el Gobierno Nacional reglamentó la ley de expropiación del local donde funcionaba el boliche República de Cromañón en Bartolomé Mitre 3038/78, Balvanera en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Nota al Pie dialogó con Celeste Oyola y Nicolás Pappolla, sobrevivientes de lo sucedido en Cromañón el 30 de diciembre de 2004.
Dentro del decreto se confirmó lo dicho por la Ley N° 27.695, que declaró ese predio como de utilidad pública y sujeto a expropiación. Además, designó al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos como sujeto expropiante de estos inmuebles.
“Es un paso muy importante para poder llevar a cabo la idea de poder construir, en donde funcionaba Cromañón, un espacio dedicado a la memoria”, destacó Celeste Oyola, sobreviviente. Por su parte, Nicolás Pappolla, también sobreviviente e integrante de la organización El Camino es Cultural, explicó a Nota al Pie que esto es un anhelo por el cual vienen trabajando en conjunto.
“Espero que sea un lugar en donde la vida le gane a la muerte, donde haya luz, donde la cultura se exprese también de alguna u otra forma y donde, fundamentalmente, se pueda generar un sentir de reflexión en quienes pasen, transiten y visiten el lugar. Que puedan salir de ahí preguntándose de qué manera podemos colaborar todos para que Cromañón no suceda más”, deseó Nicolás.
¿Cuáles son los puntos claves del decreto?
Además, dentro del Decreto proponen la conformación de un Consejo de las Víctimas Sobrevivientes y de Familiares de las Víctimas Fatales. Estas personas no solo formarán parte de la Comisión Administradora, sino que tendrán una participación activa, dado que podrán, entre otras cosas, jugar un papel clave en la determinación de los lineamientos generales de los usos específicos de los espacios y opinar sobre el plan estratégico de puesta a punto de los inmuebles.
Así también serán capaces de propiciar programas y acciones de difusión de las actividades culturales e informativas que se lleven a cabo en los inmuebles expropiados
Nicolás manifestó que espera una participación abierta, transversal y activa, y cree que es necesario que en ese espacio se puedan representar, o tengan lugar, todas las voces y que se pueda seguir construyendo de manera colectiva. Además, señaló que hay algunas atribuciones que tiene el consejo de víctimas que son importantes en cuanto a la elaboración de los contenidos, que sean las víctimas quienes tengan la libertad de poder contar la historia.
En tanto, el mayor deseo de Celeste es que les familiares y les sobrevivientes de Cromañón lleven la principal voz a la hora de mencionar y contar qué fue lo que sucedió esa noche, “cómo los pibes y las pibas nos salvamos la vida los unos a los otros”.
“A mi, por ejemplo, me salvó la vida alguien que aún hoy casi veinte años después, nunca supe quién fue”, recordó.
¿Cómo fue el proceso y que viene después?
En diálogo con este medio, Celeste comentó que la lucha por que se convierta en un espacio de memoria empezó en el año 2018, cuando le devolvieron las llaves a Rafael Levy, dueño del inmueble Cromañón, “quien se encargó de tirar y vaciar el lugar de las pertenencias de todos los que habíamos asistido esa noche y también de pintar las paredes”. En la Ciudad no avanzó la causa, pero si en Nación.
Para Nicolás Pappolla este trayecto fue enriquecedor porque pudieron organizarse entre todas las agrupaciones y espacios de Cromañón para, de ese modo, articular de manera uniforme y organizada este proceso. El proceso expropiatorio continúa con el Tribunal de Tasación de la Nación, que debe tasar el inmueble para que el Estado pueda tomar posesión de ellos, como dice el artículo 6 del Decreto 652.
Personalmente, Celeste cree que el panorama tras el cambio de gobierno es complejo, debido a las manifestaciones en relación al Estado que ha tenido Javier Milei. “Habrá que estar muy atentos y dar las batallas para que ese espacio se conforme y que se consolide, sobre todo por la historia argentina”, vaticinó.
Por su parte, Nicolás se mostró más optimista con el futuro: “Apelamos a que no signifique un problema porque entendemos que la decisión de avanzar por parte del Estado nacional en la construcción de este sitio de memoria es una decisión que trasciende al Gobierno”. A su vez, señaló que “se trató de una ley acompañada, votada y con la autoría de todos los representantes de todas las fuerzas políticas”.
“Se abre la oportunidad de una nueva relación entre el Estado y las víctimas, entendiendo que a través de esta ley, el Estado está, de cierto modo, asumiendo y aceptando su responsabilidad en el hecho”, destacó Nicolás. Y agregó que como víctimas su responsabilidad es poner a disposición su testimonio e intentar transformar todo lo malo que significó Cromañón en algo positivo”.
“Es importantísimo que como pueblo nos unamos para que Cromañón sea de todos, podamos defenderlo entre todos y podamos cuidarlo entre todos”, concluyó Celeste.