martes 3 de diciembre de 2024

Abrazo simbólico y ruidazo por la salud y la educación pública

Les trabajadores, estudiantes y profesionales de la salud del Hospital de Clínicas y del Garrahan repudiaron los recortes presupuestarios del Gobierno Nacional. La medida se une a otras tomadas por las universidades previo a la movilización del 23 de abril.
Abrazo simbólico y ruidazo por la salud y la educación pública
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, señaló que no recibieron ningún recurso por parte del Gobierno Nacional. Crédito: Nahuel Isella Muscato.

En los últimos días, trabajadores de distintos hospitales, docentes y estudiantes se manifestaron para visibilizar la situación crítica que atraviesan la salud y educación pública, entre ellas las universidades, debido a los recortes presupuestarios.

Frente a este contexto, dos de los hospitales públicos que se encuentran en alerta extrema son el Hospital de Clínicas José de San Martín y el Garrahan, ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Abrazo simbólico a los hospitales públicos 

Este jueves, cerca de las 10, se realizó un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en Avenida Córdoba 2531, CABA. La medida se desarrolló frente a la inminente crisis universitaria y se suma a otras que desarrollan diferentes universidades nacionales previo a la movilización del 23 de abril. 

El encuentro tuvo lugar frente a una de las fachadas del hospital, donde se realizó un corte en la intersección de Azcuénaga y Presidente José Evaristo Uriburu. En él participaron trabajadores de la salud, acompañados por docentes, estudiantes y gremios como la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

Previo a ello, la Universidad de Buenos Aires (UBA) lanzó un comunicado en el que resaltaron que “el presupuesto asignado actualmente a la UBA para gastos de funcionamiento, incluyendo la actualización parcial anunciada por el Estado Nacional desde marzo, representa un recorte del 80% en términos reales”. 

Esto implica que “por cada diez pesos que contaba la UBA en marzo de 2023, hoy tiene dos”. Además, señalaron que tuvieron que reducir la cantidad de cirugías y están operando a menos del 40% de su capacidad. Es importante destacar que el presupuesto universitario asignado es el más bajo desde 1997.

Asimismo, otro de los centros más afectados es el Hospital Garrahan. Allí, este miércoles un grupo de trabajadores de diferentes áreas se sumaron a la convocatoria realizada por la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) frente a la Dirección Médica de la Institución. 

En ese marco, las principales denuncias tuvieron que ver con el recorte presupuestario, ya que solo reciben un 33% más que en 2023, mientras que la inflación interanual entre abril de 2023 y 2024 fue del 287.9%. Por lo tanto, consideran que “sin actualización, el recorte es gigantesco”

Abrazo simbólico y ruidazo por la salud y la educación pública
La triplicación urgente del presupuesto, la actualización salarial y el reconocimiento de las condiciones insalubres son algunos de los reclamos de les trabajadores del Hospital Garrahan. Crédito: La Patriada.

Del abrazo al Hospital de Clínicas a un ruidazo en el Garrahan 

“¡Se defiende, la salud se defiende!”, “¡La UBA no se vende!” y “Unidad de los trabajadores, al que no le guste se jode” fueron algunos de los cánticos que entonaron les manifestantes entre aplausos. Les trabajadores del Hospital de Clínicas estaban presentes en las escalinatas de la Avenida Córdoba desde unos minutos antes de las 10 de la mañana.

Carolina, trabajadora social del Hospital de Clínicas, contó a Nota al Pie que están trabajando con mucha dificultad dentro del nosocomio. Tienen que afrontar gastos, comprar medicación, insumos, y materiales descartables que no pueden obtener debido al ajuste. 

En ese sentido, también mencionó que en estos últimos meses están recibiendo a pacientes cuya vulnerabilidad y calidad de vida se ven más afectadas, ya que no cuentan con sus necesidades básicas satisfechas.

Un rato más tarde, la manifestación se trasladó a la otra entrada del Hospital, ya que a las 10:45 empezó, sobre la calle Paraguay, la conferencia de prensa de Ricardo Gelpi, rector de la UBA. En solidaridad con los 13 decanos de las diversas facultades de la UBA, señaló que lo que están experimentando es “el ajuste del ajuste”

“Hemos sido críticos con todos los gobiernos y, cada vez que tuvimos que reclamar por mayor presupuesto, lo hicimos. Sin embargo, esta situación no la vivimos nunca en los últimos 40 años de democracia”, destacó el rector. Luego añadió: “No es asfixiando a la educación, la ciencia y la salud que vamos a salir adelante”.

Abrazo simbólico y ruidazo por la salud y la educación pública
Por el recorte presupuestario, el Hospital de Clínicas se vio obligado a reducir cirugías y ya funciona a menos del 40%. Crédito: Nahuel Isella Muscato.

La máxima autoridad de la UBA también denunció que no recibieron ningún recurso del Gobierno Nacional, enfatizando que “están las partidas, pero no el dinero”. Para finalizar, Gelpi invitó a todes a sumarse a la marcha federal convocada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para el martes 23 de abril.

El paro nacional tendrá como objetivo encontrar una solución a los problemas presupuestarios que afectan a las cada universidad pública de la Argentina, como la situación dentro de la Facultad de Medicina, donde muchas áreas están con las luces apagadas debido a la falta de recursos.

El miércoles, también hubo manifestaciones en defensa de la salud pública en el Hospital Garrahan, con un ruidazo. Durante la protesta, les trabajadores del nosocomio señalaron que tanto el hospital como las personas a su cargo ya sienten las consecuencias de los recortes. 

En ese marco, especificaron que esto se refleja en los salarios, ya que gran parte de les trabajadores del hospital pediátrico se encuentran por debajo de la línea de pobreza. También denunciaron la falta de insumos; un ejemplo reciente fue la escasez de gasas para procedimientos estériles debido a la ausencia del papel específico que las envuelve.

Otras de las acusaciones que realizan es que hay una presión para flexibilizar las condiciones de trabajo, como por ejemplo, hacer que las enfermeras atiendan a más pacientes de los que les correspondería.

Por último, manifestaron que, en lugar de abordar esta situación, la dirección “persigue con sumarios a las delegadas y delegados que lo denunciaron en el turno franquero”.

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