El pasado sábado, en una final pareja y a estadio lleno, Sudáfrica se consagró campeón en el Mundial de rugby al superar a Nueva Zelanda. Se trató no sólo de un éxito deportivo, sino también organizativo y a nivel cantidad de espectadores. Sin embargo, la entidad que gobierna al deporte de la pelota ovalada no cree que este sea el techo del crecimiento de la disciplina.
Por esta razón, en los días previos a la definición del importante certamen, World Rugby lanzó una serie de revolucionarias medidas. Si bien la actividad tuvo un indudable avance internacional entre les fans, ese alcance global no siempre está reflejado adentro de la cancha. Es por ello que, para mejorar la competitividad entre las selecciones del planeta, se anunció que los mundiales de ambas ramas aumentarán la cantidad de participantes.
El rugby en más manos: los promisorios cambios en la Copa del Mundo masculina
La próxima edición del campeonato ecuménico masculino, que será en Australia en 2027, tendrá la cifra récord de 24 integrantes. Esto significa cuatro más que en la actualidad y ocho más que en la primera versión de la competencia. Tras 28 años, este deporte saldrá del cerrado cupo de 20 y brindará más oportunidades de clasificación a países emergentes.
El presidente de World Rugby, Bill Beaumont, se expresó sobre el mencionado ítem en un comunicado oficial: “La pasión y el potencial se encuentran más allá de las 10 mejores selecciones, hay que pensar en gran y ser inclusivos”. Y sostuvo: “No aceptamos el “status quo”. Hay que cerrar las brechas entre los países”. Además manifestó que la decisión de subir la cantidad de conjuntos en la Copa es “lógica y correcta”.
El nuevo formato constará de seis zonas de cuatro seleccionados cada una. Los dos primeros de los cuadrangulares, sumado a los cuatro mejores terceros, accederán a octavos de final. A partir de allí se enfrentarán rueda a rueda en eliminación directa hasta el partido decisivo. Uno de los hechos que aceleró la propuesta fue la gran actuación de Portugal en el reciente Mundial. Fuera del top ten del ranking, los lusitanos vencieron a Fiji (décimo del listado) y empataron con Georgia. De este modo, demostraron que los países emergentes merecen mayores posibilidades en el ámbito internacional.
“Este deporte necesitaba evolucionar”
La frase es del director ejecutivo del ente madre, Alan Gilpin, y refleja las intenciones de ofrecer competencias más modernas e inclusivas. Por lo tanto, las modificaciones no ocurrirán sólo cada cuatro años, sino que se notarán en el día a día. Esto a través de nuevos certámenes oficiales y mayores test matches entre las potencias y los combinados nacionales que aspiran a serlo.
Uno de esos campeonatos será la denominada Nations Cup, de carácter bianual en el que los mejores 24 países del mundo se distribuirán en dos divisiones. Las mismas tendrán 12 equipos cada una. Por su parte, Argentina integrará la zona principal.
Comenzará en 2026, en el año previo al Mundial. Habrá sistema de ascensos y descensos, pero recién a partir de 2030, lo que quizá atrasé más de lo pensado el volumen de partidos entre conjuntos de diversas escalas. Sin embargo, en el espacio entre torneos, se espera la realización de encuentros amistosos entre las divisiones.
Otra de las novedades es la reversión de la Pacific Nations Cup, competencia anual que tendrá el próximo año la participación de seis selecciones: Fiji, Japón, Samoa, Tonga, Canadá y Estados Unidos.
El desarrollo de la rama femenina, otro punto fundamental del proyecto
El rugby de mujeres cuenta también con recientes políticas de integración y desarrollo. La primera de ellas fue la creación del certamen WXV, el cual reúne a las 18 selecciones más destacadas. El mismo comenzó este mes y tiene una organización de tres niveles de seis equipos cada uno. Sudamérica tiene a Colombia como representante.
Además, al igual que los hombres, el Mundial femenino tendrá un aumento en la cantidad de participantes. En este caso pasarán de 12 a 16. La sede será Inglaterra y se disputará en 2025. El WXV del próximo año será parte del proceso de clasificación mundialista.
Las mencionadas decisiones están relacionadas al informe denominado “Rugby: un deporte global para todos”. Ese escrito plantea, entre sus principales objetivos, el cierre de la brecha de género. Para ello buscan aumentar la cantidad de jugadoras en el mundo. El número propuesto para alcanzar dentro de dos años es el 2.3 millones, las cuales en su mayoría serían juveniles. La cantidad estimada actual es de 1.96 millones según el citado informe.