El Ejercito israelí bombardeó brutalmente este sábado «150 objetivos subterráneos» en el norte de la Franja de Gaza y aseguró que a causa de esos ataques «varios terroristas de Hamas murieron», entre ellos, aparentemente, un responsable de la extraordinaria ofensiva del 7 de octubre que el movimiento islamista perpetró sobre territorio israelí.
Frente a este nuevo ataque israelí, La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por mayoría una resolución solicitando «una tregua humanitaria inmediata y duradera» en la Franja de Gaza y el acceso de ayuda sin trabas para llevar alimentos, bienes y servicios esenciales a la población civil del lugar.
La votación se saldó con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones respecto del texto que propuso Jordania y que no nombra ni a Hamas ni a Israel.
Sin embargo, continuaban los ataques a la indefensa y empobrecida población civil del enclave, una acción que se viene reiterando desde hace tres semanas y considerada por la ONU como crímenes de guerra y que hasta el viernes había causado más de 7.300 muertos, la mayoría civiles (incluidos más de 3.000 niños).
Aislada del mundo
La Franja de Gaza está aislada del resto del mundo desde el viernes, ya que se han interrumpido las telecomunicaciones e Internet.
Hamas atribuyó la decisión a que Israel busca «perpetrar masacres con bombardeos de represalia por aire, tierra y mar».
Además, fuentes médicas dijeron que temen un gran número de víctimas civiles y daños importantes a partir de más ataques.
La comunidad internacional teme las consecuencias de una ofensiva terrestre a gran escala en el enclave palestino de 362 kilómetros cuadrados, controlado desde 2007 por Hamas y donde la ayuda internacional apenas llega a los 2,4 millones de habitantes.
Previamente, la ONU había advertido que los bombardeos contra zonas densamente pobladas y el bloqueo de la Franja de Gaza constituyen crímenes de guerra.
«Estamos muy preocupados por el hecho de que se estén cometiendo crímenes de guerra. Nos preocupa el castigo colectivo infringido a los habitantes de Gaza en respuesta a los atroces ataques de Hamas, que también constituyen crímenes de guerra», afirmó Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, durante una sesión informativa de la ONU en Ginebra.
Desde el ataque perpetrado por el grupo palestino Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel, que originó unos 1.400 muertos y la captura de unos 220 rehenes, el Ejército israelí ha bombardeado a diario este enclave palestino, al que mantiene bloqueado, y movilizó a miles de reservistas a la frontera con la Franja, donde se espera una gran incursión terrestre.
El Ministerio de Salud del grupo islamista palestino Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, cifró este sábado en su último balance en 7.703 las personas, principalmente civiles, que murieron en los bombardeos israelíes, lo que representa una suba de 378 respecto del último reporte. Y según Hamas, entre los muertos hay 3.195 niños, reprodujo la agencia de noticias Sputnik.