Este jueves se llevó a cabo un importante “semaforazo” en la intersección de las avenidas Corrientes y Scalabrini Ortiz, en el barrio porteño de Villa Crespo.
Dicha manifestación tuvo como punto principal exigirle al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) la urgente modificación del Código Urbanístico, para así ponerle un freno al auge de las construcciones en altura.
Las agrupaciones vecinales presentes en la manifestación comunicaron que esta es la segunda medida similar en menos de diez días. En consonancia con la medida, reclaman por el “derecho a vivir en una ciudad accesible para todos”.
Un semaforazo por una ciudad más accesible
La convocatoria contó con la presencia de organizaciones de vecines de los barrios de Chacarita, Colegiales, Parque Chas, Palermo, Villa Crespo, Villa Santa Rita, Flores, Villa Ortúzar, Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza y Villa del Parque.
El reclamo a las autoridades porteñas incluye, además, la suspensión del otorgamiento de nuevos permisos de obra “que destruyen nuestros barrios” y la interrupción de las demoliciones de patrimonio histórico “que atentan contra nuestra identidad urbana”.
Además, solicitan la participación vecinal vinculante en la reforma del código urbanístico “que ha causado esta emergencia urbanística ambiental” y la multiplicación de espacios verdes “que mejoren la calidad de vida de los habitantes”.
Un diálogo de sordos con el Gobierno
En diálogo con Nota al Pie, la referente barrial Nancy Macías, fue consultada acerca de las posibilidades de diálogo con las autoridades municipales. Al respecto, la integrante del colectivo Interbarrial indicó que “las posibilidades de diálogo son más o menos como el diálogo de sordos”.
Continuando con el ejemplo, expresó que “nos invitan a una mesa, acá en la Comuna 14, que es de donde somos nosotros, de Palermo resiste (agrupación vecinal) y la misma no pasa de conversaciones sobre la destrucción del patrimonio histórico”, continuó Macías.
En definitiva, para Macías y demás organizaciones participantes, “son nuestras viejas casas tan hermosas algunas como obras de arte” las que se ven afectadas por las políticas urbanísticas del Gobierno porteño.
Posteriormente, la referente de Palermo aclaró que para la gestión porteña “no es sostenible ni siquiera que puedan respetarse los frentes y tampoco es posible obtener en estas conversaciones ningún tipo de adelanto a concretarse. Por lo cual, lo consideramos como una violencia por parte del Gobierno de la Ciudad” (en relación a la destrucción del patrimonio urbano).
Respecto a las modificaciones al código urbanístico y los nuevos códigos a establecer, Nancy Macías señaló que no solo el barrio de Palermo ha presentado un proyecto de Ley, “sino varios barrios de los 20 que conforman la Interbarrial”.
Sin embargo, “sabemos que no van a ser tratados por la Legislatura (los proyectos), en la cual, ellos tienen ahora la primera minoría, pero siempre han tenido la mayoría hasta que asuma la nueva la nueva Legislatura después de los comicios”, agregó la referente barrial.
Por último, Macías remarcó que “no vamos a abandonar nuestra lucha y mucho menos vamos a dejar de defender nuestro patrimonio, que es el que nos queda. Porque hasta los adoquines se quieren llevar. Entonces seguiremos en esto y en la nueva gestión que venga”.
La destrucción avanza sin topes
El frente vecinal organizado expresó en sus redes sociales que “vemos día a día como las casas bajas y construcciones de valor patrimonial se reemplazan por edificios estandarizados que absorben calor, colapsan servicios y no resuelven la crisis habitacional”.
La normativa cuestionada tuvo sanción en la Legislatura en el año 2018 y fue redactada con el fin de ampliar los topes de altura de nuevos edificios en Buenos Aires. El nuevo código no contempló distinciones de zonas y como consecuencia se iniciaron construcciones de altura junto a casas bajas.
Tras cinco años de vigencia de la nueva Ley, existen más de diez proyectos presentados ante los legisladores por parte de entidades vecinales para modificar el código actual. Sin embargo, dichas propuestas aún no fueron tratadas en la Legislatura Porteña.