Los músicos de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires persisten en sus protestas por el pago de reclamos atrasados por más de dos décadas. El Gobierno de la Ciudad aún no ha reconocido las deudas acumuladas, que incluyen ítems como adicionales por enseñanza, antigüedad, mantenimiento de instrumentos y gastos de uniformes. Estos componentes, esenciales para su trabajo, no han sido abonados en más de 20 años.
A pesar de que la Justicia ha fallado a favor de los trabajadores de la orquesta, las demoras generadas por la Procuraduría de la Ciudad han provocado constantes retrasos. Trágicamente, varios de los demandantes han fallecido y otros se han jubilado antes de ver resueltos sus reclamos.
Martin Moore, clarinetista y encargado de la difusión de los músicos demandantes, conversó con Nota al Pie para detallar el estado de la causa judicial.
–¿Cuándo comenzó el conflicto?
Comenzó en el año 1992. En aquel entonces se logró una ordenanza, la Nro. 45.604 como resultado de un trabajo conjunto con los Concejales de aquella época. Se trata de una normativa que establece derechos y obligaciones tanto para el gobierno como para los músicos integrantes de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires. Nosotros siempre cumplimos con ese reglamento de trabajo, fijado por ley, sin embargo las autoridades gubernamentales no han cumplido con sus obligaciones. Por eso hicimos protestas y agotamos todas las instancias posibles e iniciamos un juicio.
–¿Cómo fue ese proceso?
El juicio tuvo sus vericuetos porque en ese momento, los Tribunales de la Ciudad no existían. Entonces la actividad se dirigió a la Justicia Laboral Nacional. Luego de un lapso de cinco años la causa se derivó al Juzgado en lo Contencioso Administrativo del Gobierno de la Ciudad. Ese juicio duró 20 años y finalmente se dictó sentencia favorable a nosotros los músicos. Hoy quien debe actuar para que se concrete el pago es el magistrado Marcelo Segon.
–Este juicio laboral, ¿es llevado adelante por la totalidad de los integrantes de la Banda Sinfónica o solo por parte de algunos miembros?
La ordenanza establece que la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires debe contar con 96 músicos. De ese total, 71 integrantes iniciamos el juicio. Los que optaron por no sumarse al reclamo tendrán sus motivos, tal vez por temor u otras razones.
De los 71 que iniciamos el reclamo, 10 lamentablemente han fallecido y 30 se han jubilado. El resto continuamos en actividad, persistiendo en nuestra lucha por el reconocimiento de nuestros derechos.
–¿En qué situación están actualmente?
Hace 5 años que el juicio ha tenido una sentencia firme. El gobierno ya ha agotado sus instancias a través de la Procuración. Además, la Cámara Judicial siempre ha fallado a nuestro favor. Para presionar al Juzgado y acelerar el trámite, realizamos manifestaciones frente a su edificio, al igual que lo hicimos frente a la sede de la Cámara en su momento. En total, hemos llevado a cabo 30 acciones, durante las cuales hemos interpretado música frente a la sede judicial.
–¿Qué efecto tienen esas iniciativas?
Nosotros vemos que esas acciones generan buenos resultados, porque cuando las hacemos los expedientes se empiezan a mover.
Hoy, el Gobierno de la Ciudad ha agotado todas sus instancias de apelación. Por lo tanto, lo único que debe hacer es efectuar el pago. Sin embargo, el Juez, que siempre dilata todos los procesos, ordenó una nueva reliquidación de todo, a pesar de que ya estaba todo listo. Él solicitó nuevamente que se lleve a cabo por parte de los contadores del Consejo de la Magistratura. Ahora eso es lo que estaría faltando. Realizamos manifestaciones para que el Juez Marcelo Segon cumpla con la sentencia. Anhelamos que esto suceda pronto, ya que han pasado 25 años de litigio.
.La Banda Sinfónica realiza actividades docentes, las cuales implican un concepto adicional al salario percibido. ¿En qué consiste?
Consiste en recorrer las escuelas y allí realizamos una presentación de los instrumentos. Además, durante las vacaciones de invierno, ofrecemos seminarios de formación para músicos de los conservatorios. De esta manera, los estudiantes tienen la oportunidad de sentarse junto a profesionales para ejecutar obras, lo cual es una experiencia única. Muchos de los miembros actuales fueron, en su momento, quienes participaron como alumnos en esta experiencia.
–¿Cuáles son los pasos a seguir por parte de ustedes?
Nosotros fijamos un plan de lucha que consiste en tocar todas las semanas frente al Juzgado. Haremos eso hasta que se efectivice el pago. Es la única actividad que creemos podemos hacer, para que la Justicia trabaje y haga lo que tiene que hacer. Si no hacemos eso, los expedientes duermen en los cajones.