Este martes 25 de abril, la agrupación Palermo Resiste presentó en la Legislatura Porteña sus reclamos ante el avance de las construcciones en la Ciudad. Desde la organización, advirtieron a las autoridades sobre el drástico cambio que están sufriendo sus barrios como consecuencia de la progresión edilicia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Entre los argumentos planteados, alertaron sobre la construcción de 180 nuevas torres en la zona y denunciaron que la edificación de elevadas torres genera una problemática de habitabilidad. Puntualmente, señalaron el colapso de los espacios y la saturación de los servicios. En este sentido, argumentaron que el aumento poblacional traería aparejadas dificultades en la provisión de luz y agua.
Del mismo modo, anteriormente desde la asociación Amparo Ambiental Chacarita habían advertido que en el sector están en marcha 150 nuevas construcciones de gran altura. La misma preocupación ha movilizado a residentes de Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita y Villa Ortúzar. En esta misma línea, vecines de Almagro y Boedo también se han movilizado.
Entre los efectos negativos de los nuevos emprendimientos inmobiliarios se señala la desaparición de espacios verdes y el aumento del ruido urbano. Para conocer en detalle la problemática, Nota al Pie dialogó con el titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, el abogado Jonatan Baldiviezo.
¿Qué es lo que sucede en la Ciudad para que desde diversos barrios planteen la misma problemática?
Lo que está sucediendo en la Ciudad de Buenos Aires es una edificación descontrolada sin ningún tipo de planificación. O mejor dicho, lo que hay es una planificación especulativa.
En el año 2018 se aprobó una nueva planificación, el denominado Código Urbanístico. Esa implementación incrementó entre un 300% y un 700% la capacidad constructiva. Fue un hecho que generó un proceso de renovación inmobiliaria y, en muchos lugares, rompió las identidades barriales. Además, en algunos sitios empezaron a construirse torres en barrios de casas bajas.
¿De qué modo se llega a incrementar considerablemente la cantidad de nuevas torres?
Desde el 2018 comenzaron a implementarse los Convenios Urbanísticos, que son excepciones a la planificación. Se trata de autorizaciones para construir torres en sitios donde antes no estaba permitido. Estas autorizaciones son implementadas a cambio de que las empresas constructoras le paguen al gobierno un monto de dinero estipulado.
¿Qué impacto genera la construcción masiva de nuevas torres residenciales?
Las construcciones de estas torres no van acompañadas de un desarrollo de infraestructura acorde a la nueva densidad constructiva. Hay un desfasaje entre esa densidad y la capacidad de carga de los servicios públicos. Eso genera inconvenientes tales como el colapso del suministro eléctrico.
Un ejemplo fue lo sucedido el verano pasado durante la ola de calor. También se vincula con las inundaciones, la falta de espacios verdes y la ausencia de presión de agua. Todos esos son síntomas de la falta de planificación, producto de privilegiar la construcción sin la adecuación de los servicios públicos.
¿De qué modo la normativa incrementó la capacidad constructiva?
Por un lado, se eliminó un indicador que es un limitante de la construcción que es el Factor de Ocupación Total (FOT). Esto indica la cantidad de metros cuadrados que se puede construir por parcela. Es un dato que se obtiene con determinados cálculos y ecuaciones acorde a cada sector de la ciudad.
Al eliminarse el límite, se incrementó la capacidad constructiva. Además, se eliminó el tope de altura que había, aumentando la altura construible. Eso llevó a que en algunos sectores se haya incrementado hasta un 700% la capacidad constructiva.
Además se implementó la mixtura de uso. De ese modo, zonas que eran netamente residenciales pasaron a poder albergar emprendimientos comerciales. Esto genera dificultades con temas como el ruido.
La planificación urbanística, ¿ha tenido en cuenta la opinión de les vecines?
La verdad es que no. Debemos tener en cuenta que es una planificación autoritaria porque no tiene en cuenta la participación de los barrios de modo real. Ha habido algunas instancias de reunión convocada por el Gobierno. Sin embargo, en la práctica ha sido una planificación que ha respondido sólo a los intereses inmobiliarios y financieros.
Las asambleas barriales han tenido un rol muy activo, visibilizando sus problemáticas. ¿Qué resultados han obtenido?
Las asambleas barriales han impulsado adecuaciones de la normativa urbanística. Las luchas sociales lograron que en tres barrios de la Ciudad de Buenos Aires se modificara el Código Urbanístico.
Estamos hablando de un sector del barrio de Núñez conocido como Lomas de Núñez, el barrio Parque General Belgrano conocido como “Barrio River” y un sector de Bajo Belgrano. En esos tres barrios se lograron leyes especiales para modificar la capacidad constructiva. Se logró retrotraer el límite a lo que existía previamente al Código Urbanístico.
¿Cuáles son las propuestas de cada une de les principales candidatos para Jefatura de Gobierno en CABA respecto de este tema?
Con respecto a propuestas electorales, aún no están definidos los candidatos ni las alianzas. Es por eso que aún no hemos escuchado propuestas concretas en relación a la planificación de la ciudad y el Código Urbanístico.