En medio del furor por el lanzamiento de Barbie, hubo quienes fueron víctimas de bullying, una forma de violencia que puede causar un gran daño emocional y psicológico a las personas. Esto le sucedió a Jesús Ernesto, un joven que se hizo viral en las redes al recibir burlas por su apariencia física durante el estreno de la película de la famosa muñeca.
Afligido por el daño que le causaron, el joven se manifestó públicamente: “Mi plan no era salir y ser la burla de mucha gente que no me conoce. Ni siquiera había salido de ver la película y ya tenía miles de mensajes de mis amigos avisándome que me estaba volviendo un meme en redes sociales”.
En este marco, Nota al Pie dialogó con el presidente y fundador de la Organización No Gubernamental (ONG) “Si nos reímos, nos reímos todxs”, Arístides Álvarez, quien detalló que “este joven que sufrió agresiones por su sexualidad y por haberse vestido para ir a ver la película fue expuesto sin su consentimiento”.
“Nadie tiene derecho a exponer a otro públicamente en las redes sociales con fotos, con mensajes, con memes, con stickers, con lo que sea, sin el consentimiento. Parecería que en las redes sociales vale todo y no es así. Creo que esto hay que trabajarlo muchísimo en el ámbito escolar”, agregó.
Respecto al bullying, Álvarez detalló que “tres de cada diez niños y adolescentes sufren o han sufrido situaciones de acoso”. Otras estadísticas arrojaron que siete de cada diez personas presenciaron situaciones de bullying.
La “fiebre rosa”, no sólo por el estreno de Barbie sino también por el debut de Lionel Messi en Inter Miami, ha generado un gran revuelo en la sociedad. Culturalmente, el rosa fue asignado a las niñas y el celeste a los niños, pero es menester remarcar que los colores no tienen géneros. Sin embargo, en pleno siglo XXI esto aún es motivo de burla en cualquier ámbito social.
Si fuiste parte de esto alguna vez, ¡frenalo!
“Si nos reímos, nos reímos todxs” es una ONG que nació hace diez años en Rosario, Santa Fe. Arístides Álvarez, director jubilado de una Escuela Media y Superior rosarina, decidió intervenir en el ámbito educativo junto a docentes de la institución para frenar las situaciones de acoso y ciberacoso.
Los objetivos de la ONG son favorecer la convivencia de las infancias y adolescencias en el ámbito escolar y deportivo, y de les adultes en el laboral. “Nuestro eslogan es La convivencia no es una utopía, si es una utopía pensar una convivencia sin conflictos”, comentó Álvarez.
No se opina de cuerpos ajenos
Estamos ante una fiebre rosa por dos grandes íconos, Barbie y Messi ¿Qué opinión tenés al respecto sobre lo trascendido en estas semanas?
Vivimos en una sociedad y cultura machista importante que tiene poder aún en gran parte de la sociedad: adultos, fundamentalmente, y en jóvenes, es decir, en aquellos que se han criado en contextos machistas. Entonces no es ilógico este fenómeno. Se ha aceptado en un equipo de fútbol la camiseta rosa, sin embargo, es motivo de burla en personas con otra identidad de género, en las minorías.
La belleza hegemónica aún es la figura principal que fomentan los medios, pero esta Barbie, pareciera ser un poco la versión más real. ¿Cómo ves este tema en las redes sociales?
Es importante destacar también que nadie es perfecto y que no existe la perfección Barbie. De esto se da cuenta en la película, que nadie es perfecto, que hay que trabajar y acabar con las autoexigencias, sobre todo en los adolescentes sobre esta necesidad de obtener likes, de ser aceptado en los grupos, en las redes sociales.
De lo que tiene que ver con la figura, el Photoshop, los filtros que tienen las aplicaciones, que terminan cambiándole el rostro totalmente a los chicos, a los adolescentes y muchas veces a los adultos, por supuesto, que después en los adultos lo vemos en las cirugías estéticas.
Es fundamental ser fuertes, aceptarnos, tener una autoestima elevada que no es soberbia, es quererse a uno mismo para poder enfrentar las críticas que podamos tener de nuestros pares y del mundo externo.
¿Cuáles son los principales indicios que deberían generar alerta ante un caso de bullying?
Hay señales en los niños, niñas que sufren bullying. Nosotros no podemos dejar de ver desde nuestro rol de padres y de adultos responsables de la familia o de docentes. Son chicos que tienen su autoestima baja, que cambian de actitud, se vuelven irascibles porque responden mal, lloran, bajan el rendimiento escolar, no quieren ir a la escuela, ponen excusas y se encierran en sí mismos.
Están pendientes permanentemente del celular y de las redes sociales, a veces pueden venir con marcas de golpes que les han dado o que ellos mismos se propinan, se autoflagelan.
En el rol educativo como directivos y docentes, ¿cómo detectan casos de bullying?
Algunos pierden útiles escolares que pueden ser motivo de que se los han sacado o que ellos los han regalado para tratar de satisfacer a quienes los hostigan.
Y también tenemos que observar a los agresores que tienen personalidades violentas. Ahí está la mirada docente sobre estos chicos que por lo general quieren buscar un liderazgo de lugar negativo. Están queriendo llamar la atención y también merecen que se la demos y tratar de reconvertir la agresión en una actitud positiva.
El compromiso tiene que ser de toda la comunidad educativa. Si logramos este compromiso de no ser indiferentes, de no propiciar el individualismo y la competencia, vamos a poder prevenir el bullying en las escuelas y en los clubes.
¿Cómo podemos trabajar y modificar esas conductas que son nocivas y que muchas veces vienen desde la casa?
Fomentando valores que tengan que ver con lo colectivo, con lo solidario, con el trabajo en equipo. Hay que desalentar la competitividad, el individualismo, la indiferencia.
La cultura del “no te metas”, todo eso daña el tejido social, entonces la escuela sigue siendo aún quizás una de las pocas instituciones en pie capaz de contrarrestar estos efectos negativos de la sociedad.
¿Qué mensaje te gustaría dejar a la sociedad?
A los padres que estén atentos y dialoguen con sus hijos, creando espacios de diálogo. Lo ideal es la mesa y para esto hay que dejar de lado el televisor y los celulares, todo lo que altere el diálogo en la mesa, que es el espacio que nos reúne.
Para los niños, el mensaje es que nunca se queden callados y que puedan encontrar la ayuda en un adulto responsable.
Para los docentes y directivos de las instituciones que tengan un compromiso con la profesión. Ese es el mensaje: compromiso, no ser indiferentes y te lo resumo en una frase que me regaló uno de mis hijos que dice: “No me preguntes por qué me comprometo. La pregunta es: ¿Cómo los demás pueden ser tan indiferentes?”