El pasado domingo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) lanzó un comunicado de prensa informando sobre las ventas minoristas de las PyMEs (Pequeñas y Medianas Empresas) en el mes de junio. Allí, establecieron que hubo una baja del 3,6% en la medición de precios constantes en comparación con el mes de junio de 2022.
A su vez, declararon que el primer semestre del año cierra con una baja de 1,8% interanual. Cabe destacar que, en la comparación mensual, se vendió 0,9% menos en junio que en mayo.
Este índice es realizado en base a un relevamiento mensual que se realiza entre 1.241 comercios minoristas del país, del 3 al 7 de julio.
La caída en ventas
Una de las explicaciones sobre la menor cantidad de compra de mercancías surgen a partir de los diversos informes que realiza CAME con respecto al consumo de la población argentina. Los datos arrojaron que el peso de compra de la canasta de consumo, ocio y recreación viene en aumento con respecto a la adquisición de bienes.
El tipo de comportamiento de consumo implica que el sector de textil e indumentaria y el de bazar, decoración y muebles fueron los más afectados por la suba de precios. Es así, que la variación interanual del primer sector es un descenso del 9,4% y segundo, de 4,7%.
El sector más golpeado, según el informe, es el rubro textil y de indumentaria que, además del porcentaje anual mencionado, tiene una baja del 1,6% mensual. En ese sentido, los comercios plantean que hubo poca clientela activa durante el mes. A eso se suma la elevación de los precios en los dos últimos meses.
Una temporada invernal floja
El sector de alimentos y bebidas tuvo un descenso del 4,1%. En ese sentido, desde distintas empresas aseguraron a CAME que tiene faltantes de azúcar, aceite, arroz, variedades de fideos, quesos y fiambres, entre otros productos. A su vez, se plantea que en las ciudades donde se registra un consumo por encima del promedio nacional, los almacenes PyMEs se vieron afectados por las ofertas de las grandes cadenas de supermercados.
Esta tendencia a la baja en el consumo de alimentos tiene relación con los diversos aumentos que vienen teniendo lugar a lo largo del año. Según el último informe del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), los salarios aumentaron un 36,41% y la jubilación un 20,5%. A pesar de dichos aumentos, el poder de compra no puede equipararse a la suba de la Canasta Básica Total que fue del 46,35%. Mientras que los alimentos básicos incrementaron en un 49,63%.
La caída en las ventas es otro de los factores que se deben tener en cuenta a la hora de analizar el próximo dato de inflación, que se conocerá el próximo jueves. Todo indica que marcará un descenso con respecto a los meses previos, pero esto en gran medida se explica por un freno en la actividad, lo que habla en definitiva de un enfriamiento de la economía. Un círculo ya conocido; menos consumo, menos ventas y menos producción.
Otros sectores afectados
Por otro lado, las perfumerías tuvieron un descenso del 2,4%, mientras que el sector de construcción, ferretería, y materiales eléctricos tuvo una declinación del 2,2% anual. De acuerdo con CAME, el sector de construcción presenta dificultades con el abastecimiento de productos importados y nacionales. Asimismo, desde las empresas reclaman que los incrementos en los precios fueron a la par del dólar blue.
En ese contexto, un empresario de una casa de aberturas de la ciudad de Córdoba declaró que “las ventas del mes estuvieron muy bajas y el invierno es nuestra temporada alta. Estamos preocupados”.
A su vez, para el sector de calzados y marroquinería, el invierno no resultó de la forma esperada. En este rubro, el descenso mensual es del 1%.