En 2017 comenzó a publicarse una miniserie de cuatro números llamada The Last Contract (El Último Golpe en español). Boom Studios fue la casa editorial responsable de la edición que juntó al canadiense Ed Brisson (New Mutants) y al argentino Lisandro Estherren (Tekton). Este thriller fue recopilado y traído a Argentina en 2020 por Multiversal Ediciones, una editorial santafesina.
Las viejas mañas
“El Viejo” es un sicario retirado, un asesino a sueldo que decidió hace 20 años dejar su trabajo, y que ahora padece de las primeras etapas de alzheimer. Luego de estar un rato en su bar de preferencia, es asaltado en su casa por un par de matones que buscan hacerse con su cabeza. Este evento, lo fuerza a volver a utilizar todo lo que le permitió desarrollarse en su antigua profesión.
Al seguir la pista de sus atacantes, El Viejo descubre que un jefe mafioso está siendo extorsionado para que mate al antiguo sicario. El plan B de este capo, es matar a todos los posibles extorsionistas. El retirado asesino emprenderá un viaje buscando adelantarse a los matones de este criminal porque siente que es él quien debe ocuparse del asunto.
El Último Golpe y una estructura sólida
Para ser una historia desarrollada en solo cuatro números, Ed Brisson decidió una cantidad “perfecta” de personajes a utilizar. El Viejo, el mafioso, un chico que el protagonista salva, varios hijos del capo, y una asesina a sueldo que también se ve obligada a volver. Todos estos personajes son la mezcla perfecta para desarrollar en tan pocos números y mantener la relevancia.
La narrativa de Brisson es aguda, y pese a que parece que todo se va dando sobre la marcha, al llegar a la página final, se comprende la estructura. Todo está planeado de forma meticulosa desde el vamos, al punto de que incluso, sería sencillo adaptar esto a una película, o incluso una mini serie.
Los matones fueron a buscar al Viejo porque está relacionado con una lista de “trabajos” encargados por el ex jefe del capo mafia. Esta lista puede exponer a todos, claro que el jefe criminal, buscará salvarse, pero, así y todo, la saña parece ser con el protagonista. Inclusive se contratará a otra asesina a sueldo que logró retirarse y se ve obligada a volver tras ver a su familia amenazada.
Todo tiene que ver con todo
El Viejo sale a buscar a las posibles víctimas de la familia del mafioso porque no quiere que mueran inocentes, así es como salva a un chico. Este muchacho, que será casi el coprotagonista, es hijo de un policía asesinado por el Viejo. En el camino, irán advirtiendo a otros blancos potenciales, con casi nulo éxito. En este punto, las conexiones comienzan a verse de forma clara.
En medio de la violencia, hay una nota de esperanza, la obra tiene desde el vamos, la intención de redención. Una de las cosas que se dejan en claro desde el principio, es que por más mal que se haya hecho, siempre se puede cambiar. Esto no solo se ve en el retiro del viejo, si no de la asesina que es contratada para cazarlo, ella también se retiró, y formó una familia.
Las recriminaciones de la asesina dan nota del disgusto que le da volver, sobre todo porque al construir una familia, esta felicidad la hizo vulnerable. Ella usa como carnada al perro del viejo, la única figura viva con la que el protagonista convive de forma voluntaria. El chico y la relación con el viejo tendrán un enorme punto climático en la historia.
Aire canadiense, aroma argentino
Lisandro Estherren se arroja en la calle y deja que la obra se ensucie con sus trazos, esta no es una historia linda, y no tiene por qué verse cuidadosa. Las ilustraciones completan el tono del relato de Brisson, mostrando una historia de gente de los bajos fondos. Nada de sutilezas, fuerza bruta, vómito, sangre y cadáveres por todos lados.
Las locaciones elegidas son canadienses, haciendo honor a la cuna del escritor. Sin embargo, las expresiones pueden adaptarse en realidad. La traducción de Martín Ladi para la edición de Multiversal Ediciones es por completo llevada a la jerga argentina. Y al leer, se siente como propia, se siente como si la hubiera escrito un equipo autóctono.
Así llega esta obra a nuestras tierras, en una edición a todo color de 112 páginas que recopila los cuatro números completos. Una obra digna de lectura para cualquier amante del bajo mundo de los sicarios, la mafia, y las historias bien hechas.