Desde que perdió las elecciones a fines del año pasado, Jair Bolsonaro no se había expresado públicamente con su característica verborragia. Esta vez, “descansando” en Miami, organizó una reunión virtual en la cual aseguró que evitará que Brasil “se hunda en el comunismo”.
El ex presidente se encuentra desde el 30 de diciembre en Estados Unidos y, a pesar de sus dichos contra Lula Da Silva, hace unos días comenzó el trámite para prolongar su permanencia en el país norteamericano.
Además, Bolsonaro participó en el evento “Power of the People” organizado por el grupo conservador Turning Point USA (TPUSA) en un club de golf. El mismo pertenece al consorcio empresarial de Donald Trump, ex presidente de EE.UU.
“Mi intención de venir a Estados Unidos era para tomar distancia del inicio del gobierno (de Lula). Yo sabía que iba a ser un inicio problemático y no quería ser acusado de colaborar con los problemas de la nueva administración”, explicó Bolsonaro.
Al referirse sobre el avance de la izquierda en América Latina, señaló: “Desafortunadamente los discursos falsos, las promesas de un paraíso en la tierra, arrastran a mucha gente”.
El ex mandatario también expresó su pesadumbre por el “hambre y pobreza” que, según él, los políticos brasileños de izquierda (a quienes no mencionó) contribuyeron a crear. Además, dijo que el socialismo, y la izquierda en general, pretenden “igualar a la gente, pero en la miseria”.
Esta semana, Bolsonaro, que no participó en el traspaso del mando a Lula da Silva el 1 de enero, fue homenajeado en Orlando (Florida) por unos 600 compatriotas suyos. En aquella ocasión advirtió: “pueden estar seguros (…) si sigue en la línea que demostró en estos primeros 30 días no durará mucho”.
El atentado: omitido
El fallido intento de Golpe de Estado sucedido el pasado 8 de enero en Brasil contra Luiz Inácio Lula da Silva generó preocupación en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica. Por unas horas, las imágenes de la invasión de seguidores de Bolsonaro a las distintas instituciones públicas brasileñas parecían ser la antesala de algo aún más grave.
Aunque durante el acto en Estados Unidos discutió distintos tópicos, el ex presidente no hizo referencia al ataque que sufrieron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia. Si bien, en su momento, se había desligado tímidamente mediante un comunicado emitido desde Orlando.
Sin embargo, el Tribunal Supremo decidió investigar a Bolsonaro por el asalto en la capital brasileña. En este sentido, el juez Alexandre De Moraes aceptó la petición de la fiscalía para incluir en el caso al ex presidente. Cabe mencionar que, anteriormente, el funcionario ordenó la detención del secretario de seguridad del Distrito Federal y ex ministro de Justicia bolsonarista Anderson Torres
La acusación se basa en que el político ultraderechista publicó un video el martes 10 de enero, dos días después de la invasión, que eliminó después. En el clip, un fiscal cercano a Bolsonaro ponía en duda el resultado de las últimas elecciones.
Las investigaciones sobre lo sucedido en la Plaza de los Tres Poderes ya han llevado a la cárcel a más de 1.200 personas entre los detenidos in fraganti y en el campamento golpista.
Ante los graves sucesos, la justicia brasileña tiene varias vías de investigación para dar con los perpetradores materiales, autores intelectuales, instigadores y a quienes financiaron el ataque.