Fueron 34 años de larga espera. El tenis femenino en Argentina necesitaba un evento que pudiera permitir abrirse a las puertas del futuro y el desarrollo de este deporte nuevamente. Finalmente, el resultado final ha sido más que mero deportivo: el público ha podido disfrutar de un torneo de suma relevancia para nuestro país. En la jornada de ayer, el Buenos Aires Lawn Tennis Club recibió nuevamente un torneo del circuito WTA (Asociación de Tenis Femenino, traducido).
Los encuentros finales
Desde el barrio de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, el WTA 125 Argentina Open 2021 vió coronarse campeona en el cuadro de singles a la húngara Anna Bondar, tras su victoria ante la francesa Diane Parry por un doble 6-3. El polvo de ladrillo porteño recibía una nueva campeona, tras la anecdótica victoria de la querida Gabriela Sabatini ante la alemana Isabel Cueto en 1987. La joven de 24 años obtuvo de esta manera, su primer trofeo oficial dentro del circuito femenino.
En la otra final de la jornada, la compatriota Lourdes Carle dejó una imagen sumamente positiva en lo deportivo, pese a caer en el dobles junto a la griega Despina Papamichail 7-5. 5-7 y 4-10 ante la dupla conformada por la rumana Irina Bara y la georgiana Ekaterine Gorgodze. La joven de tan solo 21 años, estuvo en el segundo set con chances claras de cerrar el match y convertirse en profeta en su tierra, pero el 5-4 a favor terminó transformándose en una dura derrota, según lo evidenció en los medios.
“Haber estado tan cerca y no haber podido conseguir el título es algo que duele, pero hay que seguir trabajando y mejorando para la próxima” manifestó la nacida en Daireaux, Buenos Aires. Sin embargo, el hecho de volverse a disputar un torneo de esta importancia en la Argentina la dejó con ciertas esperanzas en lo próximo: “Es una gran oportunidad para todas las chicas argentinas. Aunque no tengan la posibilidad de participar, ver entrenar y jugar a tenistas de esta categoría ayuda mucho y promueve el tenis local. Estoy súper agradecida de que tengamos un torneo de esta magnitud en Argentina”.
Comparaciones en tiempos de igualdad
Estos resultados resultan anecdóticos dada la significativa victoria del país al recibir nuevamente un torneo de semejante repercusión. Sin embargo, el tenis masculino ya evidencia un avance en la realización de eventos deportivos, como el Argentina Open, perteneciente al ATP Tour desde 1973. Además, el Córdoba Open se ha dado paso en el circuito desde el 2019. Esto convierte a la Argentina en el único país latinoamericano en realizar dos eventos tenísticos en un año calendario.
El desarrollo de estos torneos van de la mano al crecimiento y potenciamiento del tenis masculino en el país. Las nuevas promesas rankean en alza y apariciones como los hermanos Juan Manuel y Francisco Cerundolo o Sebastian Baez.(estos dos últimos, clasificados al Next Generation ATP Finals 2021) vislumbran un futuro prometedor. El camino resulta adverso para el desarrollo del tenis femenino en comparación al masculino.
Tras los retiros de Gabriela Sabatini, Paola Suarez y Gisella Dulko, últimas tenistas destacadas en el circuito WTA, las apariciones locales han resultado esporádicas y a cuentagotas. En los últimos dos años, sin embargo, el rumbo parece enderezarse con la resurgimiento de tenistas en la alta competencia como Nadia Podoroska (baja del Argentina Open por lesión). A ella se le suma la ya mencionada Lourdes Carle, quienes de a poco van insertándose dentro de un circuito cada vez más parejo y sin claras favoritas como en otras épocas.
La fortuna y el hecho de volver a realizarse un evento masivo en nuestro país de la WTA, tras 34 años, es un aliciente que permite observar con otros ojos este crecimiento lento pero progresivo en el tenis femenino argentino. Sin ir más lejos, en el marco del Argentina Open, se realizó el FILA Master sub 14: esta competencia desarrollada con la característica Round Robin (fase eliminatoria) permitió dar a conocer a ocho jóvenes tenistas representantes del futuro tenístico local. Las finalistas fueron la santafesina Luna Cinalli y la oriunda de Pinamar (Buenos Aires), Zoe Lazar.
Un torneo histórico
El torneo resultó ser un enorme éxito deportivo y de convocatoria. La enorme espera de 34 años, fue sumandose a la esperanza de disfrutar a las nuevas caras del tenis femenino tanto argentino como internacional. Estos hechos generaron un aforo superior de aproximadamente 80000 espectadores totales. Se disputaron más de 40 partidos entre los cuadros de singles y dobles, y con el aforo al 50% por protocolos. Pese a ese detalle, la gente durante la semana de duración al torneo acompañó sin importar la nacionalidad. Y sobre todo, apoyando este campeonato íntegramente femenino.
Las compatriotas Lourdes Carlé, Solana Sierra, Jazmín Ortenzi y Victoria Bosio, sumadas a Julieta Estable y Sofía Luini desde la Qualy, fueron las representantes del futuro nacional tenístico. Pese a no alcanzar las expectativas de victoria demandadas por el deseo del público argentino, el éxito final radicó en el mensaje original del torneo: Por el tenis, por las mujeres, por Argentina. Y las representantes nacionales cumplieron con ese mensaje, dejando un rendimiento que permite vislumbrar un futuro próspero para lo que viene. Argentina tiene tenis.