
Lejos de ser una moda o una simple elección alimentaria, el veganismo es un movimiento ético y político que cuestiona las estructuras de poder que sostienen la desigualdad.
El especismo, que otorga más valor a la vida humana que a la de los demás animales, comparte raíces con el racismo, el sexismo, el clasismo y la destrucción ambiental. Todos responden a una misma lógica de dominación.
“Cuando hablamos de justicia social, también tenemos que hablar de los derechos de los demás animales. Las luchas están conectadas, y solo si las entendemos juntas podemos hablar de verdadera liberación”, reflexionó Jesica Bon Denis, fundadora de Animal Interseccional.
Veganismo en clave latinoamericana
En una región marcada por la desigualdad estructural, el veganismo interseccional propone una práctica política y comunitaria que va más allá del plato. Iniciativas como Veganismo de Barrio promueven una alimentación sin explotación animal desde una perspectiva accesible, popular y solidaria.
Desde ferias comunitarias, recetarios económicos y campañas educativas, el movimiento demuestra que una dieta ética puede ser también nutritiva y asequible.
Políticas públicas en debate
En Argentina, el 28 de abril de 2023 ingresó nuevamente al Congreso un proyecto de ley para que el Estado ofrezca menús veganos en establecimientos públicos.
La iniciativa, impulsada por las diputadas Florencia Lampreabe y Marisa Uceda (FdT), junto a la organización internacional Animal Libre, busca garantizar opciones saludables, nutritivas y accesibles en todos los ámbitos estatales.
Experiencias similares ya se desarrollan en Chile, donde la Fundación Vegetarianos Hoy impulsó un programa de alimentación basada en proteínas vegetales en el marco de Elige Vivir Sano.

Un crecimiento sostenido
Argentina se posiciona actualmente como el quinto país de Latinoamérica con más opciones veganas, según el Ranking 2023 de Veganuary.
El informe destaca más de 10.800 negocios con alternativas veganas en la región, un aumento de 1.600 respecto al año anterior.
En diálogo con Nota al Pie, Karen Acevedo, Campaign Manager de la ONG, señaló:
“Nuestra visión es simple: queremos un mundo sin granjas de animales ni mataderos, donde la producción de alimentos no dañe al planeta ni a los animales. Una alimentación basada en plantas es beneficiosa para todos”.
La organización impulsa cada enero la campaña “Enero Vegano”, que promueve nuevos hábitos y el lanzamiento de productos libres de crueldad.
Hacia una liberación colectiva
La conmemoración del Día Mundial del Veganismo recordó que cada acto de consumo es una oportunidad para construir un mundo más compasivo.
Celebrar esta fecha no se trata solo de excluir productos de origen animal, sino de cuestionar un modelo que normaliza la explotación.
La liberación de los demás animales, al fin y al cabo, está profundamente unida a la liberación humana y planetaria.

