“Es el que sigue”: la promoción de Colombia al BRICS, una cuestión lógica

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió con su homólogo en Colombia, Gustavo Petro, para fortalecer su agenda bilateral. Durante la reunión, ambos líderes políticos discutieron la posibilidad de una candidatura colombiana al bloque BRICS, del cual Brasil es miembro prominente. Nota al Pie conversó con Sebastián Schulz, sociólogo y becario doctoral del CONICET, especializado en China y análisis internacional, para analizar este impulso. La renuncia de Argentina, la influencia global del BRICS y la competencia por proyectos estratégicos en la región son algunos de los aspectos clave del acuerdo.

¿Por qué razones Brasil promueve a Colombia al BRICS en lugar de otros países sudamericanos con los que tiene diálogo político y han manifestado su interés de incorporarse, por ejemplo Bolivia o Venezuela? ¿Un eventual ingreso colombiano cambia la correlación de fuerzas en la disputa de proyectos en la región?

En la XV Cumbre de Johannesburgo en Sudáfrica, donde se aprobó la ampliación del bloque, el apartado siguiente de la declaración ordena a los ministros de relaciones exteriores empezar a debatir la continuidad de la ampliación. Es decir, se promueve que durante la presidencia rusa de 2024, para la XVI Cumbre de Kazán, se llegue con una propuesta de nuevos países para la continuidad de la expansión. Su eventual incorporación dependerá de muchos factores pero el tema está puesto sobre la mesa del BRICS. De hecho, entre reuniones de cancilleres y funcionarios de segunda línea hay debates sobre nuevos países a incluir. 

En la Cumbre de 2023 se aprobó un documento denominado “Principios Rectores para la Ampliación del BRICS” en dónde se establecen los parámetros que tiene que tener un país para ser miembro del espacio. Por ejemplo, estar en sintonía con los postulados del bloque como la cooperación Sur-Sur, el respeto por la soberanía y la integridad territorial, el respeto por los modelos de desarrollo de cada país, reclamar una mayor participación protagonismo de los países emergentes y en desarrollo en el orden internacional, la reforma de espacios de gobernanza global, etc.

Pero además, establece como una de las condiciones para ser miembro del BRICS ser una potencia emergente con influencia regional. Si bien es una cuestión subjetiva objeto de debate, no serán considerados países “menores” en relación al tamaño de su PBI, su historia, su volumen poblacional. Tiene que ser importante o con influencia regional. ¿Hasta qué punto Emiratos Árabes Unidos cumple ese criterio? Es objeto de discusión. Son los principios que pone el BRICS para sumarse.

En ese sentido creo que hay que tomar de referencia dos cuestiones. En primer lugar, con la salida de Argentina el BRICS quedó desequilibrado. Tiene tres países africanos (Sudáfrica, Egipto y Etiopía), tres países de Medio Oriente (Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos), dos asiáticos (China e India), un euroasiático (Rusia), y un sudamericano (Brasil). Es decir, un representante como expresión de 33 países de América Latina y el Caribe. Si querés fortalecer al BRICS tenes que incorporar más países porque sino te queda una región subrepresentada. 

El problema es que de los países argentinos que han solicitado su membresía: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, no terminarían de cumplir el requisito de potencia emergente. Bolivia, por ejemplo, ocupa el puesto 92 en el ranking de PBI global, Nicaragua el 133, y Venezuela y Cuba ni siquiera están rankeados. Son potencias con influencia, algo que se puede discutir, pero hay otros países como Perú, Chile, Colombia o incluso México, que son más poderosos y sumaría que ingresen. El inconveniente es que México no tiene intenciones de entrar al BRICS, Perú no va a manifestar intenciones, y Chile aún no se expresó al respecto. 

Por ende, con la declaración de Petro se pone de manifiesto que Colombia es un socio interesante para ingresar al BRICS. Está entre los cuatro más grandes de América Latina y el Caribe en población, PBI, incluso podría tener influencia regional. A su vez, es un ex aliado de Estados Unidos, lo cual sería una novedad, como el caso de Arabia Saudita. Por eso Lula gestiona su promoción. Es un candidato interesante, en primer lugar sin desmedro del ingreso de otros, pero falta que otro de los grandes ingrese para abrirle la puerta a los otros países.

¿En qué plano Colombia agrega mayor valor al BRICS? ¿En lo comercial por sus capacidades económicas y su potencial demográfico? ¿En lo geopolítico por tender puentes con el esquema multipolar tras décadas de alineamiento con Estados Unidos y el esquema anglosajón?

Colombia representa una combinación única de factores. Es el cuarto PBI de la región y el tercer país más poblado, además de servir como un enlace crucial entre América del Sur y América Central. La ruptura de los lazos con Estados Unidos al unirse al bloque BRICS es un activo importante para la alianza. La inclusión de Colombia en este esquema sería significativa, aunque históricamente México o Argentina podrían parecer opciones más obvias debido a su legado de debates sobre colonialismo e imperialismo y sus fuertes movimientos de emancipación nacional.

Sin embargo, Colombia desempeña un papel crucial en la formación de América Latina y el Caribe, desde la época de Simón Bolívar. Aunque su conexión histórica puede no ser tan sólida como la de Venezuela, sigue siendo un país de gran importancia. Su participación podría enriquecer los debates de la Cumbre BRICS y actuar como un puente para una mayor integración entre Brasil, Colombia y el resto de los países de la región.

¿Colombia presenta ventajas comparativas en relación a México o Argentina, las otras dos grandes potencias regionales además de Brasil? ¿Cuáles serían?

Argentina sería el candidato ideal para unirse al BRICS debido a su papel complementario con Brasil en América del Sur. Es el país de habla hispana más influyente, reconocido por su historia, su desarrollo político y económico, así como por su resistencia al imperialismo británico en la disputa por las Islas Malvinas. Sin embargo, el panorama político interno, especialmente con la figura de Milei, complica esta posibilidad. México también debería ser considerado, pero su estrecha relación comercial y económica con Estados Unidos ha llevado a que López Obrador exprese poco interés en unirse al BRICS temporalmente, a pesar de su participación en la reconstitución de la Celac junto con Brasil, con miras a fortalecer sus relaciones con China e India.

Colombia no necesariamente tiene ventajas comparativas sobre México o Argentina, pero ante la reticencia de estos dos países, se convierte en el socio más relevante para fortalecer el bloque. Sería preocupante que en la próxima cumbre del BRICS en Kazán ningún país latinoamericano se una, lo que debilitaría al bloque y enviaría un mensaje negativo. Sin embargo, incorporar países como Cuba, Venezuela, Nicaragua o Bolivia tampoco generaría consenso en este momento. Por lo tanto, el ingreso de Colombia se presenta como una opción más viable y constructiva.

¿La agenda ambiental compartida por la selva del Amazonas es un punto importante en la relación entre Lula y Petro? ¿Qué intereses expresan esta mirada común sobre un asunto de relevancia internacional?

Creo que no solamente la agenda ambiental, sino que Lula y Petro vienen teniendo una sintonía muy fuerte en relación a la estrategia en América Latina. Que consiste en intentar frenar la avanzada del continentalismo y del Comando Sur en la región, que si bien está en una situación de debilidad provisoria en Estados Unidos, con la llegada de Milei y el golpe de Estado en Perú ha reconstituido una relación de fuerza que le permite empezar a disputar el control geopolítico de la región. Mucho más en el caso de que gane Trump, porque con su victoria la avanzada de esta fracción en la región será muy intensa. 

Creo que en ese marco hay una mirada compartida de Lula, Petro, e incluso López Obrador, de reconstituir la Celac y darle utilidad. Milei y la Cancillería Argentina ya están llevando acciones para restarle fuerza, y en ese escenario hay una mirada común de que América Latina juegue un rol más fuerte en el BRICS, algo que se expresó en el impulso que Brasil le dió a la candidatura argentina, un hecho que varios no veían posible. Ante la negativa argentina Lula sigue jugando fuerte y habla con Petro sugiriendole un espacio en el bloque para que ocupe, y él lo confirma. Si esto avanza, sería positivo para la región .