En su última cumbre celebrada en Johannesburgo, la alianza internacional conformada por China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica (BRICS) invitó a un puñado de naciones emergentes a unirse al bloque, en un contexto geopolítico donde de manera paulatina se está instalando la multipolaridad.
Argentina fue uno de esos países, y si aceptaba, formaría parte del bloque a partir del primero de enero. Sin embargo, en vísperas del 2024, el gobierno recién electo, liderado por Javier Milei, ratificó su oposición a unirse a los BRICS.
Formar parte de esta alianza no sólo podría haber traído grandes oportunidades comerciales en un futuro, sino que se trata de profundizar las relaciones con los mayores socios comerciales en la actualidad.
Cabe destacar que la mayoría de las provincias argentinas destina al menos un tercio de sus exportaciones a países de los BRICS.
A contramano de la tendencia geopolítica mundial, caracterizada por la emergencia de alianzas regionales estratégicas, la política exterior de Milei no tiene como objetivo defender el interés nacional ni regional sino alinearse a los intereses de una potencia específica, Estados Unidos.
En este sentido, el partido Frente Grande Nacional (FGN) emitió un comunicado en rechazo a la política exterior de Milei y su canciller, Diana Mondino. En el mismo, denunciaron que “frente a la oportunidad histórica de posicionarnos estratégicamente en un contexto de reconfiguraciones geopolíticas, la política exterior de Milei nos atrasa medio siglo”.
Nota al Pie dialogó con Eduardo Sigal, vicepresidente del FGN, quien además fue subsecretario de Integración Económica de la Cancillería Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner.
¿Qué implica la renuncia de Argentina a los BRICS?
La renuncia a los BRICS podría ser vista como una actitud de menosprecio por el esfuerzo que grandes economías mundiales, como China y Brasil, están haciendo por conformar un denominador común que los haga potentes en el mundo.
Argentina pierde la posibilidad de integrarse en ese sentido. Por otro lado, esto puede ir resintiendo en el tiempo las buenas relaciones comerciales y el importante intercambio comercial con sus principales socios.
¿A qué intereses responde la política exterior de Milei?, ¿qué consecuencias trae el alineamiento con EE.UU?
Como todas las políticas de Milei, hay una gran improvisación, pero me da la impresión de que en este caso ha sido muy claro su alineamiento con los Estados Unidos y de grandes grupos económicos. Básicamente el sistema financiero es una de las preocupaciones que tiene Milei.
Como consecuencia, esto trae, en mi opinión, una posible primarización del comercio exterior argentino. Con lo cual, a contrario sensu, habilitaría a que productos industriales de las economías desarrolladas, Estados Unidos principalmente, invadan Argentina deteriorando nuestra incipiente industria nacional.
Además, este modelo de más de 100 años que tiene en mente trae como consecuencia el cierre de empresas, la pérdida de puestos de trabajo de calidad, salarios precarizados y deteriorados, y destrucción de las leyes de defensa del trabajo.
Tengamos en cuenta que Argentina hoy tiene uno de los índices de desocupación más bajo de la historia. En todo caso podemos discutir la calidad del salario, pero no podemos negar el nivel de desocupación, apenas un 6%, que en el mundo de hoy es muy bajo.