Este martes, por primera vez en la historia de los Estados Unidos, la Cámara de Representantes destituyó a su presidente, Kevin McCarthy, como resultado de una votación propuesta por el mismo Partido Republicano.
La iniciativa estuvo a cargo del representante de Florida en la Cámara Baja, Matt Gaetz, quien en la previa acusó al líder del órgano legislativo de haber realizado un “acuerdo paralelo en secreto” sobre el conflicto Ucrania-Rusia con el presidente Joe Biden.
Una decisión sin precedentes
La destitución de McCarthy, introducida el lunes por el ultraconservador Gaetz, representa un hecho histórico. Nunca en la historia de EEUU había sucedido que un presidente de la Cámara Baja tuviera que terminar su mandato como resultado de una moción de ese tipo.
De hecho, para tomar dimensión de lo que pasó el martes en el país norteamericano, la última vez que los legisladores de ese cuerpo habían iniciado una votación para destituir a un líder de ese órgano fue en 1910, es decir hace 113 años.
Si bien Gaetz siempre se opuso al liderazgo del ex presidente de la Cámara Baja e incluso no fueron pocas las veces que amenazó con iniciar una moción de este tipo, nadie se esperaba que tal propuesta pudiera tener éxito alguno.
Sin embargo, 269 días después de haber asumido su mandato, el dirigente republicano se convirtió en el tercer presidente de la Cámara de Representantes con menor duración en el cargo. La histórica destitución, claro está, fue posible por el voto de 8 congresistas republicanos.
Más allá de Gaetz, quien fue el ideólogo del golpe de palacio contra un miembro de su propio partido, 7 legisladores conservadores se unieron a la cruzada, acusando al líder de la Cámara de Representantes de no cumplir con su palabra, no ser digno de confianza e, incluso, de haber llegado a un acuerdo con el Partido Demócrata.
Gracias a ese grupo de congresistas, visiblemente alineados al ala dura del Partido Republicano, la votación dejó un saldo de 216 votos a favor de destituir a McCarthy, mientras que 210 legisladores expresaron su rechazo a la moción. En consecuencia, una vez más, las divisiones internas de los republicanos quedaron expuestas, pero esta vez con un hecho inédito e insólito que quedará marcado en la historia del país.
Lo que sigue
Tras la aprobación de la moción de destitución, el representante de Carolina del Norte, el republicano Patrick McHenry, fue nombrado presidente interino de la Cámara de Representantes. El dirigente republicano es uno de los principales aliados de Kevin McCarthy, quien al presentar una lista de sucesión al secretario de la Cámara Baja lo eligió como la persona más apta para sustituirlo.
Si bien McHenry asumió el puesto luego de un hecho inédito, es decir que lo que sigue es un terreno inexplorado en EEUU, existe una certeza: su interinato estará marcado por las limitaciones para ejercer su función. Dicho de otro modo: el portavoz pro-tempore del órgano sólo podrá hacer un receso en la Cámara Baja, levantar sesiones o reconocer nominaciones de presidentes.
Mientras tanto, en paralelo, quienes integran el órgano legislativo tendrán la difícil tarea de elegir un nuevo líder para la Cámara de Representantes. Una tarea que, a pesar de no tener un periodo de tiempo establecido para su realización, tiene carácter de urgente debido a la necesidad de poder tratar diversas iniciativas legislativas.
De esta manera, el primer paso para resolver la situación en la que entró la Cámara Baja será la nominación de un candidato republicano a la presidencia. Luego de ello, se deberá proceder a la votación para que quienes integran el pleno aprueben o rechacen la candidatura. Sin embargo, la última vez que se realizó este proceso, es decir en enero de este año, esa instancia tuvo que repetirse 15 veces.