Comenzó el juicio contra el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien afronta un proceso judicial por difamar el sistema electoral ante autoridades extranjeras durante una reunión de embajadores en junio de 2022. Por esta razón, la fiscalía electoral exigirá que se lo inhabilite para participar hasta 2030.
La situación ocurrió el año pasado cuando, a tan solo tres meses de los comicios, Bolsonaro expuso en una reunión con 40 embajadores su teoría contra la fiabilidad de las urnas electrónicas.
A partir de dichas declaraciones, el fiscal general adjunto de las elecciones, Paulo Gonet, se pronunció a favor de la inhabilitación del dirigente de derecha. Según él, “están demostrados” los elementos que justifican sacar a Bolsonaro de las elecciones, como desviación de propósito, búsqueda de ventaja en la disputa electoral de 2022, además de la gravedad de la conducta.
“La conclusión de las actas condujo a que el evento fue deformado en un instrumento de maniobra electoral, traduciéndose en desvío de propósito”, dijo el subprocurador electoral.
La ley electoral es clara: se considera que el abuso de poder político es producido cuando el imputado se aprovecha de su cargo y utiliza los bienes públicos con el fin de influir en el elector. Cabe recordar que el encuentro fue transmitido por la televisión pública y utilizado de manera directa para difamar el proceso electoral.
Declaraciones
El Partido de los Trabajadores (PDT) a través de su abogado, Walter Agra, afirmó que las pruebas demuestran que hubo abuso de poder político, con el uso de la estructura de la administración pública, y el uso de los medios de comunicación en la reunión.
En este sentido, Agra cuestionó: “¿Vamos a entrar de nuevo en la etapa de la ceguera colectiva?”. “Hubo una reunión para desmoralizar a las instituciones. Avergonzó a los servidores, usó TV Brasil, usó publicidad institucional para difundir noticias falsas”, aseguró.
Además, explicó que se utilizaron aviones de la Fuerza Aérea de Brasil, ataques sistémicos a la democracia y, en especial, a les ministros.
Por su parte, la defensa, a cargo de Tarcísio Vieira de Carvalho, sostuvo que la discusión sobre el sistema de voto electrónico no puede ser considerada tema tabú en la democracia. Además, agregó que el encuentro fue “diplomático”.
Sin embargo, Vieira admitió que Bolsonaro utilizó un tono “inapropiado” al abordar el tema con les embajadores, pero que la reunión se produjo antes del período electoral. En esa línea, señaló que el borrador del Golpe, incautado en enero por la Policía Federal en la casa del exministro Anderson Torres, no podía ser utilizado como prueba en el juicio.
Bolsonaro, por su parte, habló con la CNN y expresó: “No sé por qué crear una tormenta en un vaso de agua. Solo hablé (con los embajadores) de cómo funcionaba el sistema electoral. No mencioné la palabra fraude allí, con respecto a futuras elecciones”.
Además, le consultaron cómo se veía en los próximos años y aseguró que le gustaría mantenerse 100% activo en la política. Por último, aseguró que “si me condenan será una afrenta para la democracia. Seguiré siendo el ex presidente más querido de Brasil y sigo vivo, desde algún lado seguiré colaborando con mi país”.