Palermo Resiste es una organización que engloba a vecines de Palermo Viejo, quienes se juntaron tras el aumento indiscriminado de construcciones edilicias y torres en el barrio, los cuales terminan generando incontables problemas en la vida de les mismes.
En ese marco, su objetivo principal es la modificación del Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires (CUr). Para conocer más al respecto, Nota al Pie dialogó con Alejandro Lacreu, integrante del colectivo.
Los orígenes de Palermo Resiste
La ONG nació cuando un par de vecines comenzaron a notar que el barrio “estaba cambiando y perdiendo su encanto”, contó Lacreu. No obstante, en otros lugares aledaños, en donde sucedía algo parecido, la reacción de les vecines estaba en vías de conseguir algún freno.
Fue ese motivo lo que los impulsó a crear algo propio, según detalló Lacreu. Así, mientras esperan el tratamiento del proyecto de ley, el colectivo sigue creciendo. Además, crean comisiones de trabajo y programan actividades.
En ese sentido, Lacreu destacó que “la actividad en comisiones y la presencia en los plenarios nos ha permitido aprender mucho e intercambiar valiosas ideas e iniciativas”.
El proyecto de ley
La agrupación vecinal observó que en septiembre de 2022 se había aprobado un proyecto de ley que ponía límite a las alturas de las nuevas edificaciones en algunos barrios de Nuñez (Bajo Belgrano, Lomas de Nuñez y River).
Por eso, según el integrante de Palermo Resiste, su objetivo principal desde un comienzo es hacer un proyecto propio a imagen y semejanza, pero con las particularidades de Palermo Viejo.
Lacreu explicó a Nota al Pie que el proyecto de ley presentado en abril trata dos temas fundamentales: “Por un lado, sobre el volumen de construcción y el aumento de población que distorsiona y daña la relación de metros cuadrados verdes versus cantidad de habitantes y que deteriora las condiciones medioambientales. Y, por el otro, modifica el uso de espacios públicos y privados en contra de los intereses de los residentes”
De esta manera, específicamente, busca modificar el Código Urbanístico que se puso en vigencia en 2019. Tal es así que, de acuerdo a una contabilización que realizó Palermo Resiste, desde su aprobación se crearon 180 nuevos emprendimientos edilicios, se demolieron 80 viviendas para construir en altura y se pusieron más de 150 casas en venta en Palermo.
Los puntos del código que quieren cambiar con este proyecto, son, en palabras de Lacreu: “La sustitución de viviendas bajas por edificios de altura, la autorización de construir sin necesidad de garantizar los servicios de agua, cloacas, electricidad y gas, la invasión de los pulmones de manzana, la privatización de los espacios públicos y el aumento de polución gaseosa, material y sonora”.
A su vez, el entrevistado consideró que no había espacio en una nota para hablar sobre todos los problemas que genera el Código. Sin embargo, pudo detallar algunos de los más importantes que dificultan la vida de les vecines y que “modifican la identidad del barrio en un sentido que no es el que elegimos los residentes”.
Por ejemplo, él comentó que con este código se “impulsa la creación de grandes masas de hormigón que acumulan calor solar y anulan la acción refrescante de los árboles”.
Asimismo, Lacreu agregó que “las excavaciones mutilan las raíces de árboles centenarios que acaban por caerse o secarse”. Y, a la vez, esto genera una reducción del asoleamiento y las visuales, porque “aumentan la población exponencialmente sin aumentar los espacios verdes en la misma proporción”.
Él también especificó que hay otras consecuencias que tuvo la aplicación del Código que son “invisibles a los ojos del vecino de a pie”, como “decenas de trámites iniciados ante el gobierno de CABA que garantizan por mucho tiempo la posibilidad de construir edificios donde hay viviendas que ni siquiera han sido aún puestas a la venta”.
No obstante, el proyecto que el colectivo Palermo Resiste envió hace un mes a la Legislatura porteña aún no fue tratado. “Hemos recibido reiteradas promesas de encuentro y diálogo pero siempre se posponen”, comentó, en ese sentido, Lacreu.
Actividades de la organización
A lo largo de este mes se realizarán varias acciones para dar a conocer la problemática. El domingo 4 de junio a las 14, en el cruce de El Salvador y Uriarte, algunes músiques de Palermo Resiste (Luis Nacht, Pablo Spiller, Pepa Vivanco y Eli Monteagudo), en comunión con vecines, se juntarán para tocar y despedirse de las casas en demolición. Repetirán dicha acción en Malabia al 1500 desde las 15.
Luego, el sábado 10 desde las 15, Palermo Resiste hará una actividad en conjunto con la asociación Basta de Mutilar Árboles en Plaza Armenia. Allí habrá una charla sobre el cuidado de los árboles y los espacios verdes públicos, una recorrida guiada por las especies de la plaza y el bordado colectivo de la bandera itinerante Zurciendo el Planeta.