El Gobierno de Alberto Fernández avanzó en su búsqueda de renegociar los planes de pago de la deuda que el Estado argentino mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las negociaciones se abrieron con motivo de la extensa sequía que azotó al país y que provocó grandes pérdidas en dólares en las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
A este pedido, Argentina sumó el apoyo expreso de Brasil. El país comandado por Luiz Inácio Lula da Silva se muestra como uno de los aliados más importantes del oficialismo, que no parece encontrarle solución a los preocupantes números de inflación que afectan la vida de millones de argentines.
El apoyo de Brasil
La potencia sudamericana sumó su adhesión diplomática explícita a la renegociación de la deuda con el FMI que pretende Argentina. Según informó la agencia de noticias Télam, el ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, estuvo presente en la cumbre del G7 realizada en Japón el pasado jueves, y manifestó su preocupación por la cuestión.
Haddad le transmitió a Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, que la solución a la situación económica de Argentina se resolvería con una renegociación que cuente con el aval de Washington y la administración de Joe Biden.
“Traje este problema porque es una cuestión importante. Argentina es un país muy importante en el mundo y particularmente en Sudamérica. En segundo lugar, porque la solución para Argentina pasa por el FMI. Si Brasil y Estados Unidos están juntos en este apoyo, puede facilitarle las cosas a la Argentina”, sostuvo el ministro de Economía brasilero.
Haddad también anticipó que el presidente Lula participará de la cumbre del G7 de la semana próxima en Hiroshima, Japón. El mandatario acudirá con el mismo mensaje. “El presidente Lula vendrá la próxima semana con la misma preocupación, estoy anticipando lo que él mismo, de palabra, traerá sobre la Argentina”.
La sequía, la excusa argentina
Según una entrevista que el presidente Alberto Fernández concedió a Radio 10, la renegociación es producto de una cláusula en el acuerdo original, la cual sostiene que “si la economía argentina se veía sometida a alguna situación de estrés por conflictos mundiales o ambientales, los términos debían ser revisados”.
En este sentido, con motivo de la extensa sequía que azotó al país, el acuerdo con el FMI debe revisarse, según las palabras del Presidente. Desde el Fondo sostienen que están trabajando con Argentina para llegar a una nueva resolución.
“El enfoque de las discusiones que están en curso ahora para la quinta revisión ha sido el fortalecimiento del programa de las autoridades, teniendo en cuenta también el impacto de la sequía”, expresó la portavoz del FMI Julie Kozack.
Por su parte, el ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo que el impacto de la sequía implicará una pérdida de cerca de 20.000 millones de dólares este año. Esto conlleva un “cambio de juego” en el escenario para 2023, lo cual motiva la renegociación de los planes de pago y desembolsos que pretende el Gobierno nacional.
Aún así, y en un contexto de la descontrolada inflación, los planes de recorte del gasto público que pretende el FMI terminan siendo sufridos por los sectores más expuestos y de menores recursos.