El pasado 17 de marzo, el Papa Francisco obsequió la imagen de San José dormido a la Basílica de la Iglesia San José de Flores, ubicada en Avenida Rivadavia 6950, barrio porteño de Flores. Cabe mencionar que el Sumo Pontífice vivió sus comienzos como sacerdote en este sitio.
Para conocer más al respecto, Nota al Pie dialogó con el párroco de dicho templo, Martín Bourdieu, quien reveló que la llegada del regalo causó sorpresa y alegría a les feligreses y vecines del barrio.
El busto de San José dormido pesa quince kilos y tiene un metro y medio. Para la Iglesia Católica esta figura representa al esposo de la Virgen María y al padre de Jesús. Se lo conoce de forma universal como el patrono del hogar, de la familia y del trabajo.
Durante muchos años, el Santo Padre le rezaba y lo veneraba. Además, escribía papeles que colocaba debajo de la réplica del Santo para que éste intercediera en encontrar solución a sus preocupaciones.
La solemnidad de San José, quien es considerado como el custodio de la Iglesia Católica, es celebrada cada 19 de marzo. Además en 2021, Francisco declaró el año litúrgico de San José.
Una verdadera fiesta para les creyentes
El párroco explicó cómo se dio el obsequio: “Hace diez días una señora nos trajo la imagen pequeña de San José dormido para donarla. Luego otros hicieron lo mismo. Los sacerdotes en vista de esto charlamos y comentamos qué lindo sería tener una imagen, pero grande. Parece que este deseo llegó a oídos del Papa Francisco y nos avisó del regalo”, detalló Bourdieu.
Asimismo, el cura agregó que la imagen se adquirió en una santería italiana y llegó desde Roma por avión como encomienda diplomática a través de la Santa sede para la Nunciatura apostólica.
Respecto al arribo, comentó: “Fuimos a buscarla, era una caja grande y pesada. El viernes 17 la llevamos a la iglesia y al día siguiente la trasladamos al colegio Nuestra Señora de la Misericordia, donde el Papa hizo su primera comunión, celebró su primera misa”. “Sabemos que quiere mucho ese lugar, siente mucho afecto a las religiosas que viven ahí”, expresó.
Ya el domingo 19, tras una gran peregrinación, San José dormido fue llevado a la Basílica de Flores, a la cual acudieron más de 300 personas y hubo varias misas en su honor.
Cabe destacar que el pasado 13 de marzo el Papa Francisco cumplió diez años de pontificado. El mismo es muy devoto del padre de Jesucristo y fue a partir de allí que nació su idea de dejar una huella importante en el barrio donde lo vio nacer.
“Cuando Francisco vivía en Buenos Aires tenía en su escritorio un pequeño San José dormido y colocaba papelitos bajo su imagen. Esto es propio de la devoción popular, lo podemos ver en las iglesias de San Cayetano o San Expedito y en la de la Virgen de Luján, donde la gente anota sus intenciones en cuadernos, queda archivado y guardado”, explicó el párroco.
También aseveró que el estilo de la presencia de San José denota discreción, silencio y fortaleza, es un modelo a seguir.
“En estos diez años se cuestiona por qué el Papa no viene a Argentina, estoy seguro que éste regalo es un símbolo de unión. San José representa el hogar y el hecho de que lo envió a su parroquia que conoció desde su niñez es un mensaje como diciendo: ‘Miren que yo no me olvido de ustedes’”, afirmó el párroco.
Papa Francisco pendiente a la distancia
Otro de los detalles que brindó Bourdieu fue contar que Francisco lo llamó por teléfono para conocer cómo fue el recibimiento. “Le llegaron fotos de los actos que hicimos, muy atento de cómo recibimos el hermoso regalo. Estuvo emocionado, fue muy linda la charla, le dijimos que a San José dormido lo colocamos en el Altar de la Virgen de Luján del templo”, detalló.
Para finalizar, el párroco expresó que “es muy gratificante ver como vienen personas a visitar la Iglesia, el gran mensaje es que más allá de nuestros credos, hay que cuidar mucho nuestras familias, para volver al hogar a esa calidez de estar juntos”.