En la actualidad, Qatar es el centro de atención gracias a su rol clave como anfitrión del próximo Mundial; a desarrollarse a partir del 20 de noviembre con el estreno del local y Ecuador. Sin embargo, eso no es lo único que la convierte en una nación influyente a nivel global.
Hoy por hoy, con su vasta economía, Qatar es un fiel representante de lo que es considerado un “país futurista”. Un ejemplo de ello es la innovación de su capital Doha y alrededores, donde se llevan a cabo constantes proyectos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Entre estos se encuentran: carreteras seguras, desarrollo urbanístico del metro y el transporte diario y edificaciones modernas. No obstante, si bien la realidad muestra una nación maravillosa en cuanto a su infraestructura y su calidad monetaria, carece de un recurso natural fundamental: el agua.
Características técnicas del país
Qatar es un emirato de tan solo 11,581 km2, ubicado dentro de la península arábiga. Su capital, Doha, tan solo cuenta con 2,3 millones de habitantes y limita únicamente con Arabia Saudita.
Al oeste de su territorio, a 36 km, se localiza la Isla de Bahréin, la más importante del Reino de Bahréin; mientras a 1,6 km de la costa sur del país se encuentra la isla de Hawar, también perteneciente a Bahréin. Su territorio es en su mayoría plano, con un clima desértico y sin ríos, lagos o cuerpos de agua permanentes.
A lo largo de la historia de Medio Oriente, el territorio qatarí tuvo un papel secundario, considerándose una parada comercial de perlas, pigmentos y telas. El territorio era transitado por todo aquel que navegaba desde, y hacia, el resto del mundo para comerciar todo tipo de productos.
Durante todo ese tiempo pasó por varios imperios y clanes que tomaron posesión de su Gobierno. En el siglo XIX, la familia Thani logró establecer un control sobre la península. Posteriormente, la zona pasaría a estar bajo el dominio del Imperio Otomano, pero esto no duró demasiado, debido a la lejanía con el centro de poder otomano en Anatolia.
En 1916, tras la firma de un tratado, la península caería bajo el control del Reino Unido, quien explotaría los recursos naturales de los suelos. La independencia para Qatar llegó en 1971, luego de lo cual quedó al mando del Emir Khalifa bin Hamad Al Thani, quien fue derrocado por su hijo, Hamad bin Khalifa Al Thani en 1995.
La modernidad en todo su esplendor
Bajo el mandato de Hamad bin Khalifa Al Thani el país inició su desarrollo de manera veloz, con la construcción de rascacielos en el horizonte de Doha como un gran símbolo de prosperidad. En 2013, con la ascendencia al trono de Tamim bin Hamad Al Thani, por el fallecimiento de su padre, Qatar se convirtió en la región central dentro del Golfo Pérsico.
Siguiendo esta racha, logró ser la nación más rica de todo el mundo con $128,647 dólares per cápita. En cuanto a la política, Qatar atravesó todo un reto en relación a los cambios de Medio Oriente. En su momento ha apoyado a grupos opositores de las grandes naciones con tradición de líderes del mundo árabe: Egipto y Arabia Saudita.
Estas elecciones políticas le han generado varias tensiones, pero a pesar de su tamaño y poca historia, ha demostrado estar a la altura de interactuar de forma igualitaria. Sin mirar a sus poderosos vecinos, Qatar cada vez está más conectado con el mundo. A través de estrategias como convertirse en sede mundialista, el emirato busca establecer su nueva posición de poder e influencia.
El mayor recurso de Qatar
Hasta la década de los 30, y bajo el poderío del Reino Unido, el país árabe era líder en la explotación de las perlas y yacimientos de diamantes. Durante esos años encontró reservas de gas y sobre todo de petróleo, lo que se convirtió en una pieza determinante en su economía; el recurso natural confluye un 60% de los ingresos brutos de dicho Estado, lo que lo convierte en el más rico del mundo.
Su mayor yacimiento de petróleo es Campo Norte, el cual se localiza en la península noreste del país y está a 65 mts. bajo el nivel del mar. Fue descubierto en el año 1971 y mide alrededor de 6 km2, lo que equivale a casi la mitad del área territorial de la región. Desde este establecimiento se elaboran 850 mil barriles de petróleo por día, mientras que de forma anual se producen 20 millones de ellos.
Por el lado del gas, la empresa estatal Qatar Gas, creada en 1994, fabricando por día un total de 18 mil millones de pies cúbicos de gas natural licuado. Esa cifra se asimila a 60 millones de toneladas producidas por año. Las reservas de gas del país qatarí constituyen unos 380 billones de pies cúbicos del recurso, lo que lo coloca en el tercer lugar del ranking mundial. Las únicas naciones que lo superan son Rusia e Irán.
Una ciudad que mira hacia el futuro
El crecimiento monetario de Qatar ha permitido que la región se ubique, a nivel infraestructura y de desarrollo, por delante del resto del globo. Tal es así que no solo demostró ser capaz de albergar el próximo mundial, sino que además creó una ciudad enfocada al evento mundialista. Más allá del apoyo estrellas como Zinedine Zidane o incluso de la Federación Española de Fútbol, Qatar logró idear un plan integral para las necesidades del evento.
Es así que pudo construir estadios de altísimo nivel e instalaciones más que adecuadas para recibir a todos los que llegarán del resto del mundo. Además posee la ventaja de que entre sede y sede no se debe recorrer más de 50 kilómetros porque hay una distancia corta para llegar.
Su capacidad económica es exorbitante al punto de poder construir la ciudad de Lusail de manera exclusiva para la Copa del Mundo. Como gran novedad contará con la última tecnología meteorológica, capaz de controlar los estados climáticos.
Lusail se encuentra a 15 kilómetros de Doha, tiene 35 kms2 y puede albergar a unos 200 mil habitantes. Su construcción comenzó en 2017, al momento en que Qatar impulsó su candidatura mundialista; esta fue financiada por la compañía Qatar Petroleum.
El foco de su construcción fue convertirla en la mayor atracción del país con hoteles, restaurantes, hospitales y todo lo que requiere una ciudad desde cero. Como una joya arquitectónica, y aún en construcción, Lusail será el futuro de Qatar y la sede de la gran final del Mundial.
Qatar y su apuesta al turismo
Desde el Gobierno qatarí pensaron no solo en su propia gente, sino también en les espectadores y visitantes del Mundial. Pretenden que el turismo funcione como una fuente clave de ingreso para el país a través del cual se puedan apreciar las maravillas de su territorio. Uno de los puntos que recomiendan visitar es la Qatara Towers, ícono y pieza fundamental de la arquitectura qatarí.
Su forma en “U” simboliza las tradicionales espadas de Cimitarra de esta deslumbrante cultura. De esta forma, Qatar demostró que, sin perder sus orígenes, pudieron combinar el pasado y el futuro en una obra que unifica vanguardia y sustentabilidad. Sobre esta última característica obtuvieron una certificación GSAS-D&B por minimizar el impacto en el medio ambiente durante su construcción y por conservar el consumo de energía en su estructura.
En el interior de la torre, que cuenta con 38 pisos, se abrirá durante el Mundial dos grandes cadenas hoteleras, Raffles con 132 suites y Fairmont con 363 habitaciones. Por otro lado, el estadio de la ciudad Lusail será una atracción importante para les argentines que viajen hasta allí; en la fase de grupos la “Scaloneta” jugará al menos dos partidos dentro de sus límites, uno ante Arabia Saudita y el otro contra México. Además, con sus 94.500 asientos, será el gran escenario de la final mundialista.
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