La farmacia de la Asociación Mutual Sentimiento brinda medicamentos a bajo costo; remedios oncológicos y genéricos, entre otros. Funciona en el edificio que está ubicado en Avenida Federico Lacroze 4181, Chacarita, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Asociación fue conformada en 1998 por ex presos políticos y exiliados de la dictadura militar, para lograr hacer una “red solidaria” con forma de mutual.
Nota al Pie dialogó con Graciela Draguicevich, presidenta de la Asociación Mutual Sentimiento, quien contó la historia del espacio, su llegada a la mutual y el trabajo que realizan tanto en la farmacia como en el edificio.
El edificio donde funciona la Asociación Mutual Sentimiento
Respecto al espacio en el cual funciona la farmacia de la mutual, el primer, segundo y tercer piso fueron cedidos por el Estado nacional, ya que pertenecían a Ferrocarriles del Estado. Con el paso del tiempo, el edificio comenzó con nuevas propuestas. Esto se debe a que, en el 2005, se instaló el primer centro comunal de abastecimiento agroecológico, llamado “El Galpón”. Tuvo a 100 familias productoras que formaron el primer espacio de venta de productos orgánicos directamente del productor al consumidor.
Por otro lado, la historia del edificio alberga una gran cantidad de logros que consiguieron. De estos últimos se desprenden que en el 2011 se incorporó el Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos Osvaldo Bayer, que al día de hoy continúa; y también el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, actualmente reubicado en otro espacio.
Además, allí hay una serie de actividades que se realizan en las distintos plantas del edificio. En el sexto piso se encuentra el Área de Cultura, donde se puede acceder a danzas y acrobacias. También hay una guardería de niñes para los padres y madres que acceden al bachillerato. En el cuarto piso se encuentra el espacio del movimiento social Barrios de Pie.
Asimismo, en el tercer piso se encuentra la farmacia y los consultorios de podología, reiki y yoga. Y en el segundo se encuentra la FM comunitaria, Radio Libre 99.3. Además, se están articulando otras actividades que durante la pandemia dejaron de realizarse.
En diálogo con Nota al Pie, la presidenta de la Asociación Mutual Sentimiento, Graciela Draguicevich, detalló sobre la historia del espacio, las actividades que realizan y su trayectoria por él.
¿Cuál es la historia de este lugar?
La Mutual Sentimiento fue fundada por un grupo de sobrevivientes de la dictadura militar, entre los cuales me encuentro. Fue fundada en 1998, y hace 24 años estamos trabajando con el tema de la mutual con la idea de hacer una red solidaria con la figura jurídica de mutual. Es decir, utilizar la versatilidad que legalmente brinda una mutual como para poder organizarnos y comenzar a hacer redes.
En este momento, la mutual está renovada, hay mucha gente joven. Muchísimos de los compañeros y las compañeras que fundamos hoy no están, por la edad y por la vida que se los llevó. Los que quedamos, tanto compañeras como compañeros, fuimos armando de manera de que haya siempre gente joven que vaya completando esos espacios.
Fuimos trabajando con los mismos desafíos que teníamos en los años 70, ya readecuados a la democracia y tratando de llevar estos objetivos a través de luchas democráticas, con resultados muy leves. Porque el poder sigue siendo exactamente el mismo que cuando estaba la dictadura militar.
¿Se han enfrentado con dificultades en esta cantidad de tiempo?
En 24 años, fuimos sorteando muchos inconvenientes. Nos intentaron desalojar muchas veces, porque el edificio que nos dio el Estado en esa época es un edificio muy importante que se encuentra en un lugar bastante preciso en Buenos Aires.
Este es un lugar de intercambio entre la provincia y la capital, del cual fluyen miles y miles de personas diariamente. Siempre es como un botín que cada Gobierno que sube intenta desalojarnos para apropiárselo. Si este edificio permanece en manos del Estado es gracias a la Mutual, porque si no ya lo hubiesen vendido. Este es un edificio de seis pisos y en él se brinda una gran variedad en cada uno de los pisos.
¿Qué particularidad tiene la farmacia Mutual Sentimiento?
Para nosotros es la única farmacia que no trata a la salud como una mercancía. Es decir, nosotros no tenemos interés en ganar dinero a través de la farmacia, sino de brindar un servicio como debería ser. Es decir, hay determinadas cosas en el mundo que deberían ser o no ser gratuitas.
Que se ponga un precio básico y mínimo porque son sustentadoras de la vida y de la calidad de vida. Entre ellas todo el tema de salud, el de la vivienda, el de la alimentación y el de la educación. Son temas que hacen que la gente pueda vivir o no, entonces a nosotros nos parece que comerciar con estos temas es verdaderamente antihumano. El tema de los medicamentos es aún más delicado, porque los medicamentos están, a veces, marcados con el 6000%.
Nosotros vendemos medicamentos oncológicos 600% más barato que lo que venden las cadenas de farmacia. Con los medicamentos convencionales trabajamos con genéricos, que son las mismas drogas y la misma constitución. Lo que pasa es que, cuando los medicamentos cumplen 20 años, sus patentes se vencen y las fórmulas quedan liberadas para que cualquier otro laboratorio las pueda hacer. Esa es la única diferencia entre genéricos y medicamentos de referencia.
¿Cómo llegaste a ser presidenta de la mutual?
Las mutuales nos regimos por la Ley de Mutualidades. En esta dice que, cada cuatro años –que es el mandato estipulado en nuestro estatuto social; pueden ser dos años, pueden ser tres máximos o cuatro–, nosotros elegimos autoridades en una asamblea que se hace con los miembros activos de la mutual.
En nuestro caso, son trabajadores y militantes por los derechos humanos y el derecho de los pueblos. Ahí tenemos un núcleo de socios y socias activos que son los que votan. En las tres últimas asambleas fue una lista única. Entonces, por aprobación general, se siguió votando al mismo trinomio, que somos los tres que tenemos firmas.
El problema con las mutuales es que, si llega a pasar algo, las personas que tienen firmas son responsables con sus bienes personales, entonces hay que tener mucho cuidado con la gente joven.