Este sábado, luego de que se conociera la solicitud oficial de Finlandia y Suecia para entrar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una de las primeras medidas de Rusia contra el tándem se hizo efectiva. El gigante Gazprom confirmó la suspensión del envío de gas natural a Finlandia. El país nórdico, recordemos, se había negado a pagar en rublos; uno de los requisitos que el gobierno puso para seguir suministrando el gas a Europa y como respuesta a las sanciones de Occidente.
“Las entregas de gas a Finlandia bajo el contrato de aprovisionamiento de Gasum han sido cortadas”, sostuvo en un comunicado la empresa finlandesa. Desde Finlandia se precisó que, a partir de este momento, el envío de gas se realizará por un gasoducto que une a Estonia con la nación nórdica.
Casi en su totalidad, el gas que se usa en Finlandia proviene de Rusia, por lo que el país anunció que para el próximo invierno boreal buscará sustituir la dependencia energética con el país gobernado por Putin. Después de Polonia y Bulgaria, Finlandia es el tercer país de la Unión Europea (UE) que, por no aceptar realizar el pago en la moneda nacional de Rusia, dejó de recibir el suministro.
Militarización de la frontera
El pasado viernes, el Kremlin anunció la creación de nuevas bases militares en la frontera oeste del país, como una de las respuestas necesarias frente a la expansión de la OTAN; y la decisión de incorporar a Suecia y Finlandia en la alianza transatlántica.
“Nuestros vecinos más cercanos, Finlandia y Suecia, solicitaron unirse a la OTAN. Por lo tanto, la tensión continúa creciendo en el área de responsabilidad del Distrito Militar Occidental”, manifestó el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
A su vez, el funcionario ruso afirmó: “Estamos tomando las medidas necesarias”, y agregó que el Estado ruso está mejorando de manera activa la composición de combate de las tropas.
Entre las contramedidas planificadas por Moscú, el ministro ruso destacó la creación de doce nuevas unidades en el Distrito Militar Occidental. No obstante, según informó el Gobierno de Vladimir Putin, las tropas rusas en el Oeste recibirán nuevo equipamiento militar.
En este sentido, Serguei Shoigu argumentó que las decisión del Estado ruso de fortalecer la frontera Oeste se debe al aumento de las amenazas militares; entre las que contó vuelos de la aviación estratégica de Estados Unidos en el viejo continente y la aparición de buques norteamericanos con misiles guiados en el Mar Báltico.
En ese marco, desde Rusia recordaron que en la actualidad EE.UU y la OTAN llevan a cabo ejercicios militares cerca de sus fronteras con la activa participación de hasta 40 mil militares de 30 países de la alianza militar.
El veto de Turquía
La fuerza política conducida por el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sostuvo este sábado que no va a dar marcha atrás en su posición de vetar la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN. Al respecto, el partido oficialista Justicia y Desarrollo (AKP) indicó que Turquía se encuentra en “un punto sin retorno” y que no tienen pensado retroceder.
“La ampliación de la OTAN tiene sentido para nosotros en la medida en que se respeten nuestras sensibilidades. Apoyar a la organización terrorista PKK en todos los sentidos y al mismo tiempo esperar nuestro apoyo para entrar en la OTAN es, por decirlo suavemente, incoherente”, sostuvo el presidente turco.
La postura del jefe de Estado de Turquía tiene su fundamento en la consideración de que tanto Suecia como Finlandia alberga a integrantes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, considerado una organización terrorista por el Estado turco. En este aspecto, el vicepresidente del partido de gobierno sostuvo que “hemos pagado un alto precio por la lucha contra el terrorismo: la vida de 40 mil personas”.