En el deporte argentino, numerosas figuras llegaron a lo alto y se consagraron como las mejores deportistas, pero en algunas categorías como el fútbol y el automovilismo, el consumo en sus diferentes medios y la práctica es más bien masculina, por lo que llegar a ciertos lugares es un problema económico y también de género.
Aún en el 2021, los prejuicios sobre las mujeres siguen estando a pesar de que se ha demostrado que también son capaces de realizar las mismas tareas y llegar a competir, eso impacta en que sólo el 2% de las licencias de moto, auto, cuatriciclos y otras categorías son solo de mujeres, es un número muy bajo en comparación con el género masculino.
Para poder llegar a tener una visión más cercana, Nota al Pie entrevistó a Aixa Franke, corredora del GT2000 y fundadora de Racing Girls Argentina, club que busca conseguir que más mujeres se animen a pisar a fondo. Con sus 28 años se destacó por la valentía y las ganas de hacerse un lugar dentro de este ambiente.
Aprendió a manejar a los 11 años y a los 15 tuvo su primer auto, un Citroën 3CV que restauró tiempo más tarde en el garaje de su casa con las herramientas que eran de su papá. Sin ayuda alguna, pero con esfuerzo y dedicación, llegó a arreglarlo. Y así llego a contraponerse en el automovilismo. Tuvo que pasar por diferentes situaciones y mostrarse en los Track Day (eventos en donde llevás tu propio auto) para poder destacarse y conseguir sponsors.
“Hoy en día es un poco menos complicado que hace tres o cuatro años atrás” refiere Aixa Franke con respecto a llegar a correr y agrega que “cada vez son más las mujeres, pero te encontrás siempre con hombres muy machistas que te hacen pasar momentos feos”.
A pesar de estar acostumbrada al entorno de hombres, la corredora del GT2000 aconseja hacer oídos sordos y seguir adelante, y destaca que “cambiaría que el automovilismo sea mixto 100%, pero la verdad es que eso no es posible de un día para otro” y agrega que “hay que cultivarlo y laburarlo y hacer que las mujeres tengan confianza en sí mismas”.
En conclusión, no hay deportes más de un género que del otro, sino que hay deportes que fomentan la inclusión, que enseñan y cumplen sueños. El objetivo de cada uno no debería limitarnos a hacer lo que queremos por cómo nos condicionan sino debería ser por lo que somos capaces de lograr.