El presidente de Argentina, Javier Milei, desatรณ un nuevo debate institucional al nombrar por decreto a los jueces Ariel Lijo y Manuel Garcรญa-Mansilla como integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Naciรณn. La decisiรณn, tomada sin la aprobaciรณn del Senado, fue justificada por el Gobierno como una medida para ยซnormalizar el funcionamientoยป del mรกximo tribunal, que desde hace meses opera con solo tres jueces. Sin embargo, opositores y expertos en derecho calificaron la maniobra de inconstitucional y advirtieron sobre sus implicancias para la separaciรณn de poderes.
Un decreto que genera polรฉmica
El anuncio fue realizado el martes a travรฉs de un comunicado de la Oficina del Presidente, donde se seรฑalรณ que la decisiรณn se basa en el artรญculo 99 de la Constituciรณn Nacional. Dicho artรญculo permite al presidente llenar vacantes ยซen comisiรณnยป cuando el Senado estรก en receso, aunque especialistas en derecho constitucional seรฑalan que esta disposiciรณn no es aplicable a los jueces de la Corte Suprema.
Desde el peronismo, el senador Josรฉ Mayans advirtiรณ en noviembre pasado que cualquier magistrado que acepte ser designado por decreto enfrentarรญa un pedido de destituciรณn en el Congreso. Organismos de derechos humanos, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), tambiรฉn rechazaron la medida y alertaron sobre un ยซretroceso institucionalยป
Un tribunal incompleto y un proceso estancado
La Corte Suprema de Justicia estรก compuesta por cinco jueces, pero dos vacantes quedaron sin cubrir tras la jubilaciรณn de Elena Highton de Nolasco en 2021 y Juan Carlos Maqueda en 2024. A pesar de que el Ejecutivo enviรณ los pliegos de Lijo y Garcรญa-Mansilla en marzo del aรฑo pasado, el proceso quedรณ trabado en el Senado debido a la falta de consenso.
El oficialismo argumenta que el Congreso no cumpliรณ con su responsabilidad de tratar las nominaciones, mientras que desde la oposiciรณn seรฑalan que el propio Gobierno no logrรณ los acuerdos necesarios para avanzar con el proceso. Ante este escenario, Milei optรณ por recurrir a una vรญa rรกpida y evitar el filtro legislativo.
Los perfiles de los jueces designados
- Manuel Garcรญa-Mansilla: Acadรฉmico y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral. Sus posturas conservadoras en temas como el aborto legal generaron crรญticas desde sectores progresistas.
Ariel Lijo: Juez federal con amplia trayectoria en Comodoro Py. Su nominaciรณn fue resistida por la oposiciรณn debido a sus vรญnculos polรญticos y su rol en causas judiciales de alto impacto.
Ambos magistrados asumirรกn ยซen comisiรณnยป hasta la finalizaciรณn del prรณximo perรญodo legislativo, aunque el Gobierno intentarรก que el Senado ratifique sus designaciones de manera definitiva.
Reacciones y posibles consecuencias
La decisiรณn de Milei no solo generรณ rechazo en la oposiciรณn, sino tambiรฉn en el รกmbito jurรญdico. El constitucionalista Andrรฉs Gil Domรญnguez considerรณ que la medida es ยซnula de nulidad absolutaยป y que podrรญa ser impugnada en los tribunales.
Por su parte, el presidente del Colegio Pรบblico de la Abogacรญa, Ricardo Gil Lavedra, afirmรณ que esta decisiรณn ยซafecta seriamente la independencia judicialยป y que el Senado no estรก obligado a aprobar las nominaciones presidenciales si no hay consenso polรญtico.
El Gobierno, en cambio, defiende la medida como una acciรณn necesaria para garantizar el normal funcionamiento del Poder Judicial. Segรบn el ministro de Justicia, Mariano Cรบneo Libarona, la Corte ยซdebe contar con cinco jueces para operar de manera eficazยป y sostuvo que ยซel Presidente tiene la facultad de hacer estos nombramientos en comisiรณnยป.
Un escenario incierto
La jugada de Milei podrรญa abrir un nuevo frente de conflicto entre el Ejecutivo y el Congreso. Con la oposiciรณn dispuesta a impugnar las designaciones y organismos jurรญdicos analizando acciones legales, el futuro de la Corte Suprema queda en un limbo.
En un contexto marcado por la crisis econรณmica y el escรกndalo del ยซcriptogateยป que salpica al Gobierno, la decisiรณn de avanzar con estas designaciones por decreto, podrรญa sumar tensiรณn al ya convulsionado escenario polรญtico argentino.