El periodista chubutense, Imanol Subiela Salvo, reveló en Golpe en el Museo los momentos más duros y escalofriantes ocurridos tras el hurto de famosas piezas artísticas en el Museo Nacional de Bellas Artes, como las de la Colección Mercedes Santamarina, Retrato de mujer, de Pierre Auguste Renoir, entre otras.
Durante la última dictadura cívico militar, bajo el mando de Jorge Videla, en la noche del 26 de diciembre de 1980 se llevó a cabo un robo histórico y hasta de película en el Museo Nacional de Bellas Artes. Allí, un grupo de ladrones hizo inteligencia para delinquir siete objetos de porcelana y jade, además de 16 pinturas impresionistas de artistas como Matisse, Renoir, Gauguin y Cézanne.
Según lo trascendido, todo habría sido previamente estudiado, puesto que se ha sospechado que los delincuentes pasaron allí la Noche Buena, para que luego, dos días después, se realice el atraco millonario en el Museo de Bellas Artes, en la ciudad de Buenos Aires.
Años después del robo del año, lograron recuperar en Francia tan solo tres obras de arte, por medio del juez Norberto Oyarbide, a quien, tras su fallecimiento, se lo sigue investigando por enriquecimiento ilícito.
Cómo fue el “Golpe en el Museo”
Una de las posibles hipótesis de las últimas investigaciones tiene como protagonista a la Junta Militar, ya que habrían realizado un canje de las obras robadas a cambio de armas con un traficante taiwanés. En este sentido, se conjetura que estaban pensando en la guerra que se desataría en Malvinas.
Actualmente, en un momento donde se cuestiona el valor del arte, el caso permite evidenciar cómo la cultura ha sido utilizada como excusa para las peores aberraciones, como fueron las torturas, desapariciones y muertes, por un gobierno que, a cambio de seguir sus propios intereses, atormentaba a la Argentina.
A un mes de cumplirse 48 años de la peor tortura que dejó 30.000 detenidos y desaparecidos en el país a raíz del golpe de Estado del ‘76, se conoció que empleades del Museo de Bellas Artes fueron detenides ilegalmente y violentades.
Siguiendo las pistas del robo
El escritor Subiela, en diálogo con Télam, subrayó: “Me gustaba la idea de trabajar una historia verdadera como si fuese una ficción, trasladarla al formato del policial clásico, donde presentás el crimen al comienzo y la trama te va acercando a la resolución, en parte porque la historia es bastante grandilocuente”.
“Hay un momento clave en esta historia, cuando, en el año 2001, una misteriosa mujer de supuesta nacionalidad alemana llamada Gabriella Williams -nada indica que ese sea su nombre real- ingresa a la casa de subastas Sotheby’s a pedir la tasación de un lote de 16 pinturas impresionistas que planeaba comprar”, develó Imanol Subiela a Télam.
“La respuesta de la subastadora fue que, según Interpol, habían sido robadas en 1980 al Museo de Bellas Artes de Argentina. Y esta persona revive la causa y hace que se empiece a tejer la trama de lo que había sucedido porque hasta ese momento nadie sabía nada”, agregó.
En 2003, el juez Oyarbide reabrió la causa, cuya investigación puso en tela de juicio al miembro de la Triple A de López Rega, del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, Anibal Gordón, acusado de haber participado en el Centro Clandestino de Detención de Automotores Orletti y también vinculado en las ventas de las obras de arte. Es hasta el día de hoy que no se logró resolver el caso.