Durante esta semana tres hechos dieron cuenta de cómo el unipolarismo prevé actuar durante un 2024 que, aunque recién comienza, parece vislumbrar la profundización de las estrategias utilizadas durante el año pasado. El desarrollo de una nueva reunión anual de Davos, el lugar de preferencia de la oligarquía financiera internacional; el conflicto en Ucrania e, incluso, un importante anuncio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) constituyen el resumen internacional de esta semana.
Davos, epicentro del capitalismo financiero
Esta semana, como sucede cada año a finales de enero desde 1971, en la ciudad suiza de Davos se desarrolló el Foro Económico Mundial (WEF), un evento que se ha ganado la etiqueta de ser el epicentro del capitalismo financiero global. En la reunión, aunque con una heterogeneidad de participantes que funciona como fachada para mostrar una supuesta diversidad de intereses, los actores más poderosos de la globalización capitalista especulativa discuten, diseñan, operan e instalan agenda en las principales cuestiones que hacen al Orden Internacional.
En este sentido, a pesar de que las denominadas «Nuevas Derechas» intenten emparentar al Foro Económico Mundial con el socialismo o las izquierdas, una idea de por más delirante que sólo se encuentra en las cabezas de quienes le llaman Marxismo Cultural al Globalismo Financiero, la oligarquía internacional se ha reunido en Davos 2024 bajo el lema «Reconstruir la confianza». Un slogan sumamente representativo no solo de los intereses que se defienden en el WEF sino del actual momento político en el sistema internacional.
La fase actual del Globalismo Financiero, nostálgico del unipolarismo reinante post desintegración de la Unión Soviética, no solo ha centralizado la riqueza social existente en cada vez menos manos hasta tal punto que se han distorsionado incluso los propios fundamentos del mismo capitalismo sino que, a su vez, ha minado la confianza tanto de los pueblos como de muchísimas naciones, especialmente las del denominado Sur Global, que se acercan cada vez más al esquema multipolar impulsado por el tándem China – Rusia.
¿Cuáles fueron los principales temas discutidos con los que la élite global pretende recuperar esa confianza perdida? El rol de la inteligencia artificial, la estabilidad en Medio Oriente, el conflicto en Ucrania, el restablecimiento de la cooperación internacional, la lucha contra el cambio climático e, incluso, el riesgo existente a enfrentar nuevas pandemias. Todos temas de gran importancia para la estabilidad mundial pero que, al observar en detalle los discursos vertidos en el WEF, muestran un gran contraste de intereses de Davos con la realidad del 99% de la población mundial.
Zelenski preocupado
Como advertimos en Nota al Pie, el conflicto en Ucrania hace tiempo que se encuentra en su fase terminal. El fracaso militar de la famosa contraofensiva ha profundizado los niveles de conflicto en el régimen de Kiev, con un Volodimir Zelenski que a pesar de las promesas de Occidente, se encuentra cada vez más complicado. Una continuidad artificial solamente impulsada por los intereses atlantistas de utilizar a Kiev como punta de lanza en la disputa estratégica con Rusia o el colapso de Ucrania son las opciones que se vislumbran en el horizonte para el ex actor convertido en presidente.
Vladimir Putin, consciente del estado de situación, advirtió en una reunión transmitida por televisión que «no solo la contraofensiva ucraniana fracasó sino que la iniciativa está integramente en manos de las fuerzas rusas» e indicó que «si eso continúa, la condición de Estado de Ucrania podría sufrir un golpe irreparable». Sin embargo, la realidad le parece ser ajena al presidente Zelenski, quien en el Foro Económico Mundial utilizó cada momento para reforzar su belicismo, pedir a un cada vez más dudoso Occidente que no corte la asistencia militar, exigir sanciones a Rusia e intentar renovar la confianza en una causa perdida.
Mientras cada vez más países europeos advierten en público que no es beneficioso para sus economías respaldar a Ucrania en términos militares, el gobierno de Joe Biden, según reveló CNN, se encuentra en una carrera por aprobar la bloqueada financiación a Kiev antes de las elecciones. El temor, claro está, es una probable victoria del ex presidente Donald Trump, de buena relación con Vladimir Putin, que sostuvo en reiteradas oportunidades que con él la guerra acabaría en 24 horas.
Un temor instalado en Washington pero compartido tanto por quienes se ven beneficiados por el negocio de la guerra como así también por Zelenski, quien expresó su preocupación el viernes en una entrevista con el canal britanico Channel 4. En ese sentido, el presidente de Ucrania señaló que «cuando él mismo dice que acabará con la guerra en 24 horas, creo que es peligroso» e incluso expresó su preocupación porque Trump intentara hacer «todo lo posible para lograr la aplicación de su idea de todos modos».
La OTAN se prepara para la guerra
Este jueves, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció que la semana que viene comenzará el «Steadfast Defender 2024», el ejercicio militar más grande e importante de la alianza atlantista desde el fin de la Guerra Fría. En el participaran unas 90 mil tropas de los países miembros de la organización, incluido Suecia, con maniobras que se van a extender hasta finales del quinto mes del 2024.
Uno de los altos mandos militares de la organización, el General estadounidense Christopher Cavoli, señaló que «la alianza demostrará su capacidad para reforzar la zona euroatlántica mediante el movimiento transatlántico de fuerzas desde norteamérica». Del mismo modo, Cavoli sostuvo que «este refuerzo se producirá durante un escenario de conflicto emergente simulado contra un adversario cercano».
De esta manera, queda claro que la organización militar pretende demostrar que tiene las capacidades para defender toda la frontera de la alianza con Rusia, país al que han acusado, a pesar de sus negativas, de querer extender el conflicto más allá de Ucrania. Un choque con el gigante euroasiático, según un documento del Ministerio de Defensa germano filtrado por el diario alemán Bild, es un escenario que podría ocurrir en el verano del 2025.