Este jueves 21 de diciembre, a partir de las 20, se proyectará en el Espacio INCAA – ATE Cultura de Montserrat, inaugurado el mes pasado, la película “Maelström 2001”, del director argentino Juan Ignacio Pollio.
La cinta, inspirada en el cuento de Edgar Allan Poe “Un descenso al Maelström”, narra los pormenores de una de las represiones policiales más sangrientas del país, acontecido durante diciembre del 2001, mediante un programa llamado panóptico.
Durante la proyección estarán presentes el propio director del film y les familiares de aquellas víctimas que se vieron involucradas en la feroz represión llevada a cabo hace más de 20 años.
La película pretende ser un faro de luz dentro de la lucha que emprenden les trabajadores de este medio cinematográfico. Incluso, será parte de la defensa hacia el cine nacional y todos los puestos de trabajo que genera.
El largometraje tendrá lugar en la sala de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), ubicada en la calle Moreno 2654 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La función tendrá boletos a valores populares, destacando la entrada general a un costo de $400. Por su parte, la entrada para jubilades, estudiantes y afiliados ATE y CTAA tendrá un valor de $200. Además, se podrán adquirir los tickets sin reserva previa y durante el mismo día de la función.
Pollio es un joven director nacido en Argentina en el año 1984 y graduado en la Universidad del Cine (UNC) de Buenos Aires. Con experiencia en cortometrajes, logró destacarse con “El boxeador” (2009), seleccionado en el 62° Festival de Cannes y en varios festivales internacionales.
Además, logró cosechar repercusión nuevamente con su trabajo “Raid” (2021), que tuvo su estreno en el 22 BAFICI. En esta ocasión, Pollio hará su debut con un largometraje.
Un crudo relato en busca de justicia
El film de Pollio mantiene viva la esencia de las víctimas que fueron apaleadas por la fuerza policial durante un acto social en el 2001. El 20 de diciembre de aquel año, se llevaron a cabo una serie de movilizaciones en distintos puntos del país contra el Estado de turno y la crisis socioeconómica.
En consecuencia, durante aquella jornada, el cuerpo uniformado respondió con una feroz represalia y dejó un saldo de cinco personas fallecidas y cientos de herides.
Durante el proceso judicial posterior, en el que se juzgó a la mayoría de los responsables políticos y materiales de los crímenes, se realizó una convocatoria que ayudó a la Justicia a encontrar les culpables.
En ese sentido, se solicitó la presencia del físico Rodolfo Pregliasco, quien tuvo por objetivo reconstruir lo acontecido en las calles mediante diversas imágenes pertenecientes a varias fuentes aportadas a la causa.
Enfocado en esclarecer las circunstancias en las que se produjeron cada uno de los crímenes, Pregliasco recurrió a fotografías de cronistas, documentalistas y señales de televisión. Incluso, dentro del repertorio de evidencias para su trabajo, se encontró con videos de cámaras de seguridad de la Policía Federal.
Con el cuento de Poe como base, el investigador creó el panóptico, un programa que logró ordenar espacial y temporalmente el caos de imágenes realizadas aquel día.
Este peculiar invento permite que a lo largo del juicio se pueda identificar a las víctimas y los testigos, como así también vincular las órdenes policiales transmitidas por radio.
En tanto, logra mantener latente aquellas transmisiones que cooperan con la reconstrucción de la jornada de la represión policial más violenta de la democracia argentina.
Un espacio para todos
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) creó el programa de Espacio INCAA con el fin de recuperar la tradición cinematográfica de los argentinos.
Con la apertura de diversas salas a lo largo y ancho del país, en marzo de 2004 comenzó la iniciativa a partir de la Ley 17.741. Con ella se buscó que se pueda vivir el cine como hecho cultural y social, como arte y entretenimiento en diferentes localidades argentinas.
Con varios puntos en consideración, el programa busca garantizar todo tipo de producciones cinematográficas nacionales y recuperar el cine como un emprendimiento tanto cultural como comercial.
Además, pretende formar espectadores críticos, socializar el acceso al cine y facilitar el encuentro entre el producto audiovisual y el público. También apunta a la recuperación del cine como un espacio social de esparcimiento para formar una identidad nacional, respetar la diversidad y promocionar la cultura.
La primera sala inaugurada fue el Gaumont, considerada como la casa matriz del cine argentino, ubicada frente a la Plaza Congreso. Como una fuerte estrategia zonal, el lugar representa el KM 0 del país, lo que sirve para identificar a los cines que se incorporan al programa.
En la actualidad, se mantiene activo el circuito durante todo el año, de lunes a domingo y de mediodía a medianoche, con la mayor cantidad de elaboraciones nacionales y de espectadores del país.
En el caso de la sala seleccionada para el film de Pollio, fue inaugurada el pasado 23 de noviembre con un documental sobre Roberto Goyeneche, un exponente del tango argentino. El espacio fue descrito por sus impulsores como “un nuevo espacio para el cine argentino en la casa de las y los trabajadores”.