Continúan los alegatos del juicio por la violación grupal a una joven de 21 años en el barrio porteño de Palermo. El viernes pasado fue el turno de la Fiscalía y, en las próximas audiencias, programadas para los días 24 y 28 de noviembre y 5 de diciembre, se esperan los alegatos de los seis imputados.
El hecho ocurrió el feriado de carnaval del 28 de febrero de 2022, donde vecines intervinieron al ver que dentro de un auto estacionado abusaban en grupo de una joven. Fue a plena luz del día, en el corazón de un barrio turístico, y la prueba clave fueron los múltiples videos de cámaras de seguridad de la zona.
Los acusados llegaron al juicio con prisión preventiva, imputados de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas”, en concurso real con “lesiones leves” hacía un testigo. Las audiencias han sido y serán a puertas cerradas por tratarse de un delito sexual.
Este viernes, en su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 14 de la Capital Federal, el fiscal general Fernando Klappenbach pidió 13 años de cárcel para Ángel Pascual Ramos, 12 para Lautaro Dante Ciongo Pasotti, 10 para Thomas Fabián Domínguez, 9 años y 6 meses para Alexis Steven Cuzzoni y 4 años y 8 meses para Ignacio Retondo. Las penas solicitadas por el fiscal fueron menores a las que, el 27 de octubre pasado, requirió en su alegato la querella de la víctima.
En el caso de Franco Jesús Lykan, la Fiscalía solicitó su absolución. Para este imputado el fiscal también requirió que sea liberado y controlado con alguna regla de conducta, medida que no se otorgó por oposición de la querella.
El juicio
Cuando inició el proceso, el abogado de la joven, Hugo Figueroa, declaró que existió “una participación necesaria de todos”. Además, agregó: “Entendemos que sin el accionar de cada uno de ellos no hubiera llegado al desenlace final esta situación”.
En las audiencias llevadas a cabo en octubre, Ángel Pascual Ramos, el principal imputado, aseguró que es inocente. Afirmó que él no abusó de nadie ni hizo “nada ilegal” y explicó que se trató de una relación sexual “mutua y consentida”.
Sin embargo, no solo se lo puede identificar en los videos, sino que su perfil genético fue encontrado tanto en el líquido seminal hallado en la ropa interior y en los hisopados practicados a la víctima, como también bajo las uñas de la chica, lo que para Fiscalía indica que ésta se resistió.
Otro de los acusados, Lautaro Dante Ciongo Pasotti, dueño del auto donde ocurrió el abuso, declaró que solamente se besaron con la víctima y que él no se sacó la ropa. Sin embargo, su perfil genético fue identificado tanto en los restos de semen encontrados en la ropa interior como en los hisopados efectuados a la joven. A pesar de eso, aseguró que al que vio tener “relaciones sexuales” fue a Ramos.
Por su parte, la víctima declaró en el juicio y afirmó que “le arruinaron la vida” y que nunca dio el consentimiento para tener relaciones sexuales con los imputados.
En los alegatos presentados el 27 de octubre pasado, la querella de la víctima, representada por los abogados Hugo Figueroa y Osvaldo Cantoro, solicitó 20 años de cárcel para cinco de los seis detenidos.
Manada o agrupados para atacar
La psicóloga Antonella D’Alessio, integrante de la Red de Psicólogxs Feministas, explicó que la masculinidad hegemónica “se construye a partir de una mezcla de uso de violencia, éxito, seguridad y grandeza”. Para la profesional, esto incluye “demostrar todo el tiempo que todavía sos parte de ese club, el de los ‘hombres verdaderos’, es decir, lo que comúnmente llamamos ‘machos’”.
Al respecto, la antropóloga y docente Rita Segato asegura que “la masculinidad es como un título que debe adquirirse: es necesario hacer para probarse miembros de esa corporación”. A su vez, explica que es necesario desmontar esos mandatos de masculinidad.
Para la referente femisnista, el abusador no es un desviado, sino que se trata de un moralizador. “Es alguien que está enseñando a una mujer a colocarse en una posición en la que es debida, ocupar el lugar que corresponde, que es de subordinación y de disponibilidad de su cuerpo”.
Al respecto del término “manada” para referirse a las violaciones grupales, Segato manifestó que se estaría “hablando de una obediencia que es característica del mundo animal”.
“Entonces esto revela la característica principal de la masculinidad, que es que el hombre es obediente y que compiten entre sí como por ejemplo por tener el miembro más grande, por ser más ricos, más fuertes. Pero cuando uno gana y se coloca en la posición del ‘macho alfa’, los otros obedecen, se curvan”, expresó.
El abuso sexual en cifras
Los abusos sexuales no son hechos aislados. Según los datos del Sistema Nacional de Estadísticas Criminales, 7069 personas fueron violadas durante 2022. Además, de acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en nueve años fueron abusadas 213.000 mujeres. Esa es la cantidad de víctimas que dio testimonio ante la Justicia, pero se estima que la cifra real es mayor.
Por su parte, la última Encuesta Nacional de Victimización, publicada por el INDEC, da cuenta de la tasa de “no denuncia” de acuerdo a cada tipo penal. Según ese informe, publicado en 2017, esta tasa, para los delitos de “ofensa sexual”, es del 87%, uno de los registros más altos de todos los analizados.
En la misma línea, la Unidad Fiscal Especializada en Violencia de Género elaboró un documento sobre la situación de abusos sexuales en nuestro país. Allí destacó que, en 2020, estaban alojados en prisiones 17.327 procesados y condenados por delitos sexuales.
El mismo informe asegura que casi dos tercios de los abusadores no están detenidos. Solo el 20% de los agresores sexuales son desconocidos, al resto, la víctima puede ponerle un nombre, algo que debería facilitar la investigación. De todos modos, solo una pequeña parte llega a prisión.