Desde el miércoles 29 de noviembre hasta el domingo 3 de diciembre, tendrá lugar la tradicional Feria del Libro Antiguo, en la Casa de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (Avenida de Mayo 575, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). La misma es organizada por La Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA).
Nota al Pie entrevistó a Víctor Aizenman, uno de les organizadores de ALADA y también especialista en Jorge Luis Borges, sobre la feria y cuál es su objetivo. Además, compartió qué libros y autores podrán encontrarse en los stands y las expectativas de la gente.
¿Cómo surge la idea de realizar esta feria del libro y cuál es su objetivo?
Bueno, no es una ocurrencia ni una súbita inspiración. Es un evento que ya cumple su 16ª edición y que ALADA organiza anualmente con el propósito de exhibir, dar a conocer y también adquirir materiales bibliográficos que debido a su antigüedad y escasez de circulación no son fácilmente accesibles.
Son testimonios de la cultura impresa que suelen conservarse en ámbitos museológicos, sectores reservados de las bibliotecas públicas o prestigiosas colecciones privadas. Su reunión y exposición pública ofrece la oportunidad excepcional de tomar contacto íntimo con esa herencia cultural que los libreros anticuarios se ocupan de rescatar, preservar, jerarquizar y difundir.
Custodiar el legado patrimonial, pero sobre todo ayudar a encontrarle su mejor destino es el propósito de ALADA y en particular el de la Feria que la entidad organiza. Una feria que reúne en un único ámbito a los profesionales más prestigiosos del rubro, deseosos de satisfacer, mediante el diálogo personal, el interés y la curiosidad del vasto público que la visita.
Teniendo en cuenta la palabra “antiguo”, ¿Qué libros y escritores podrán encontrarse?
El rótulo de “antiguo” es ambiguo, y no tiene necesariamente que ver con su valor o interés. La definición burocrática remite a los 100 años desde su publicación. Sin embargo, en el anticuariado se incluyen materiales más recientes, cuyas particularidades o significado en el ámbito al que pertenecen habilitan a incluirlos en aquella categoría.
Por ese motivo, en la Feria se podrá encontrar un extenso abanico de publicaciones que van desde el siglo XVI (poco después de la invención de la imprenta) hasta el siglo XX. Desde un Petrarca hasta un André Breton, desde un Galeno hasta un Domingo Faustino Sarmiento, y desde un Virgilio hasta un Jorge Luis Borges.
Y en el caso particular de este último, se podrá apreciar una exposición especial de sus manuscritos y primeras ediciones, en celebración del centenario de la publicación de su primer libro, “Fervor de Buenos Aires”.
En las distintas ediciones del evento ¿Cómo fue el recibimiento de la gente y que autores (si hay un registro) o temáticas tuvieron más éxito?
A lo largo de las ferias cumplidas hasta el presente, se ha reiterado la cálida recepción de un público entusiasta de lectores ávidos, coleccionistas apasionados, rigurosos investigadores, celosos bibliotecarios, estudiantes inquietos y amateurs de la letra impresa, para quienes esta cita anual se ha tornado ineludible.
Dentro de la amplitud de los materiales en exhibición (libros, mapas, grabados, publicaciones efímeras y cuanta publicación haya tenido un soporte de papel) se destaca, sin duda, el interés por la bibliografía local. Esta incluye desde los primeros testimonios de los viajeros que recorrieron nuestro territorio antes de la formación de la nacionalidad, hasta los impresos históricos que dan cuenta de las alternativas políticas que llevaron a ella.
Desde las manifestaciones de nuestras primeras imprentas (de las Misiones, Universidad de Córdoba, Niños Expósitos, etc.) hasta las ediciones originales de los autores más destacados de nuestra literatura y desde los primeros libros ilustrados mediante fotografía hasta las llamadas “ediciones de bibliófilo”, que en su producción manual y su ornamentación artística original prolongan la tradición renacentista de los grandes maestros de la imprenta.