En el marco del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, decretado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el cual se celebra cada 29 de septiembre, desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se ha dado a conocer la importancia de concientizar y dar prioridad a la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
El objetivo del informe es dar a conocer que, a nivel mundial, se echan a perder un total de 2.250 millones de toneladas de alimentos al año. Todo ello, considerando el desperdicio en los establecimientos agropecuarios, comercios minoristas, servicios de alimentación, hogares y las pérdidas que ocurren en la transportación, almacenamiento, fabricación y procesamiento de alimentos.
El desperdicio de comida
Desde el 2011 se ha revelado que el primer destino de la comida que no es consumida es la basura, la cual es generada por diversos establecimientos agropecuarios.
Estos últimos datos surgieron a partir de la pérdida en cadenas de suministro o el desperdicio en comercios minoristas, así como también en campos o incluso la mesa de les consumidores.
Al igual que los alimentos con previa elaboración, también se encuentran una gran cantidad de recursos naturales que se utilizaron para producirlos como: agua, tierra y energía. Si se habla de datos numéricos, se estima que se utilizan aproximadamente 4.4 millones de metros cuadrados de tierras agrícolas y 760 metros cúbicos de agua para producir el alimento que luego se desperdicia.
No obstante, este desperdicio de alimentos a nivel mundial es responsable del 80% de la pérdida de biodiversidad, el 80% de la deforestación y el 29% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Otro dato no menor es que, además de la inseguridad alimentaria, el desecho de alimentos genera un grave impacto en el medio ambiente como la degradación.
Países envueltos en la hambruna pero participes de la incoherencia de desechos alimenticios
Según afirmó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina: “Actualmente, a nivel mundial más de 800 millones de personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas de alimentación y, si vemos la situación en nuestro país, alrededor del 30 % de niños, niñas y adolescentes sufre emergencia alimentaria”.
“Es incoherente que esto suceda al mismo tiempo que en el planeta se desperdicia el 40% de los alimentos. El informe nos muestra que con la cantidad de comida que no es consumida y termina en la basura, se podría alimentar más de 7 veces a quienes hoy padecen hambre en el mundo. Además, junto a los alimentos, se desperdician todos los recursos naturales que se utilizaron para producirlos”, continuó Jaramillo.
Aunque, con el paso del tiempo, hay países que, de alguna u otra manera, comienzan a desarrollar planes para saber cómo abordar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
De acuerdo al informe, también se estima que para el 2050 se tendrá un 20% más de habitantes que en 2023, lo cual implicaría un aumento de más del 70% en la demanda de proteína animal y más del 50% en la demanda de alimentos en general.
Este crecimiento en la población generará un exceso de los usos de los recursos naturales a nivel mundial. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) expuso que al reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos; es una opción con visto bueno que presenta la reducción de los costos de producción y aumentar la eficiencia del sistema alimentario, mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición y contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente.