Este viernes, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, tuvo una reunión bilateral en la ciudad china de Hangzhou con su homólogo sirio, Bashar al-Ássad, en lo que fue la primera visita de este último a la potencia asiática desde el año 2004.
“Ante una situación internacional llena de inestabilidad e incertidumbre, China está dispuesta a seguir trabajando con Siria, apoyándose mutuamente, promoviendo una cooperación amistosa y defendiendo conjuntamente la equidad y la justicia a nivel internacional”, sostuvo el presidente Xi Jinping.
Una asociación estratégica
En la Declaración Conjunta, a la que ambos Jefes de Estado suscribieron, los dos países reconocieron el acuerdo alcanzado para establecer una asociación estratégica que promueva integralmente la cooperación amistosa en todos los campos entre ambas naciones.
En primer lugar, las dos partes remarcaron que se continuarán respaldando mutuamente en cuestiones que involucran los intereses fundamentales de cada una. Por ejemplo, Siria indicó su firme adhesión al principio de una sola China, con un fuerte respaldo al gigante asiático en la cuestión Taiwán.
En tanto, Pekín hizo lo propio con Damasco en temas que se relacionan con la salvaguardia de su independencia nacional, soberanía, unidad e integridad territorial.
Por otro lado, ambos países acordaron una cooperación activa para implementar propuestas tales como la Iniciativa de Seguridad Global, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Civilización Global, la construcción conjunta de la Nueva Ruta de la Seda o el desarrollo de una Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad.
Del mismo modo, las dos partes se mostraron dispuestas a profundizar la cooperación e intercambio en lo que hace a la gobernanza estatal, pero también en campos como la economía, el comercio, la cultura, la agricultura, la juventud e incluso el periodismo. Además, Pekín ratificó la asistencia a Damasco tanto para el desarrollo de su reconstrucción como también en materia de seguridad.
A su vez, el país gobernado por Xi Jinping expresó su agrado por el regreso de Siria a la Liga de Estados Árabes e indicó su respaldo al gobierno sirio en su intento por mejorar sus relaciones con otros países árabes en pos de la unidad de la región.
Por su parte, Siria agradeció la contribución positiva de China a la promoción de la resolución de los problemas en Medio Oriente. En esa misma clave, ambos países elogiaron el importante papel del mecanismo del Foro de Cooperación China-Árabe como una instancia de diálogo e iniciativas en la región.
Un mensaje contra el injerencismo
En el comunicado conjunto, ambas naciones también apoyaron la promoción de los valores comunes de paz, el desarrollo, la democracia y la libertad para toda la humanidad y enviaron un contundente mensaje contra el injerencismo de Occidente.
En ese marco, las dos partes reafirmaron el respeto a todos los pueblos de las distintas naciones del mundo en su elección interna e independiente de los caminos de desarrollo y sistemas sociales que se adapten a sus condiciones nacionales.
Sin embargo, tanto China como Siria, destacaron su rechazo a la politización e instrumentalización de los conceptos de Derechos Humanos y democracia para interferir en los asuntos internos de otros países.
En efecto, ambos países recalcaron que defenderán conjuntamente el verdadero multilateralismo, el sistema internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como núcleo, el orden internacional y su derecho como normas básicas basadas en los propósitos y principios de la Carta de la ONU.
En la misma línea, tanto Jinping como al-Ássad sostuvieron su rechazo a todas las formas de hegemonismo y política de poder, entre las que incluyeron la sanciones unilaterales ilegales y las medidas restrictivas contra otros países.
Por último, indicaron que promueven la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales y un trabajo en conjunto para construir una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad.