China y Centroamérica continúan potenciando sus relaciones bilaterales, en medio de un contexto de reconfiguración mundial. Recientemente, la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) aprobó por mayoría de votos la incorporación de la República Popular China como Estado Observador del Órgano.
Con esto, el parlamento centroamericano se despide de Taiwán y recibe a China como observador permanente. Esto se da en una etapa marcada por ciclos de alta violencia en diferentes países de América Central, varios de ellos integrantes de dicho Parlamento.
En su sede en la Ciudad de Guatemala, el PARLACEN reúne a 120 diputados de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Los 20 parlamentarios de cada país miembro son elegidos mediante sufragio universal en el marco de elecciones nacionales.
El ingreso de China fue propuesto por Nicaragua, país que rompió relaciones con Taiwán en 2021. El país centroamericano sustentó su solicitud en base a una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1971, la cual considera a Taiwán como una provincia de China Continental, lo que la descalifica para participar como país independiente.
Sin embargo, Guatemala se mostró en contra mediante un comunicado en donde condenaba categóricamente la votación del Parlamento, ya que no representa al pensamiento de todos los países que representan el PARLACEN.
“Guatemala lamenta esta decisión que no armoniza con el sentir de la totalidad de los países centroamericanos, a los cuales la República de China (Taiwán) ha demostrado a lo largo de las décadas ser un aliado, amigo y socio firme e incondicional”, reza el comunicado.
Por último, señala: “La República de Guatemala reafirma, por tanto, su compromiso con continuar fortaleciendo los excelentes vínculos diplomáticos y de amistad con la República de China (Taiwán), así como con brindarle todo su apoyo y respaldo en foros multilaterales, coherentes con nuestros principios de respeto a la soberanía, la integridad territorial, y la promoción de la paz y la armonía entre las naciones”.
Las repercusiones
Desgraciadamente para Centroamérica, esto no será gratuito. Ya que la inclusión de China hizo poner en alerta a Estados Unidos, quien siempre tuvo una fuerte influencia en esa región del continente.
Ana María Méndez, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), señala que, en teoría, los Estados observadores no tienen influencia porque no tienen voz ni voto.
Sin embargo, se trataría de un mensaje político dirigido a Washington: «Demuestra la expansión del autoritarismo en Latinoamérica. China y Nicaragua son países autoritarios, y dicen ‘aquí estamos, nos unimos y podemos ser un bloque fuerte frente a Estados Unidos’”, expresó Méndez.
Desde que El Salvador, Honduras y Nicaragua rompieron relaciones diplomáticas con Taiwán, China tiene más influencia en Centroamérica. Previamente ya tenía relaciones con Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Las bancadas de Guatemala y Belice se opusieron a la iniciativa de Nicaragua, pero sus votos fueron insuficientes para revertir el acuerdo al que llegaron Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua.
Al día de hoy, Guatemala y Belice son los únicos países del istmo que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán; las otras cuatro naciones ya rompieron sus relaciones con la isla.