El martes pasado se llevó a cabo la Cumbre Amazónica en Brasil. La jornada de debate estuvo integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Después de las jornadas de discusión climática, los mandatarios dieron a conocer la Declaración de Belém, texto que pone en común la agenda de los ocho países signatarios del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) para la región.
La primera jornada finalizó con la firma de declaración con los puntos de consenso entre los países participantes. El acuerdo está basado en los aportes reunidos durante el seminario sobre Desarrollo Sostenible de la Amazônia, que tuvo lugar en el mes de mayo en Brasilia. En aquella oportunidad las actividades se desarrollaron a lo largo de varios días y contó con la participación de científiques, especialistas en la temática, y pueblos originarios de la región, además de funcionarios de distintas naciones.
En ese marco, el discurso del presidente colombiano Gustavo Petro durante la plenaria de la Cumbre resaltó por la propuesta de crear una “OTAN Amazónica”. La misma constaría de un tratado militar y judicial.
“Si el motor es cada vez más ilegal y representa un crimen contra la humanidad, ¿cómo defendemos la vida? Eso se defiende con razones, pero también con armas”, aseguró Petro.
Asimismo, el mandatario planteó que la cooperación militar se activaría en la medida que haya hechos que impliquen acciones contra la selva amazónica, un funcionamiento similar al que mantienen los estados participantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Por otro lado, reflexionó acerca de lo que se toma por progreso, cuestionando que el desarrollo hasta el momento implicó la deforestación de selvas y bosques. Petro considera que, ante la situación geopolítica con los recursos naturales y la emergencia para salvar la Amazonia, tiene que pensarse otro tipo de desarrollo en los países en dirección a la bioeconomía.
Compromisos para salvar la Amazonia
Después de los primeros debates entre los países se expidió la Declaración de Belém compuesta por 113 objetivos y principios transversales con los que se comprometieron los países signatarios. En las nuevas medidas, la OTCA “jugará un papel central en la ejecución de la nueva agenda de cooperación amazónica”.
Desde la agencia gubernamental brasileña describieron en qué consistirán los compromisos tomados por los ocho países amazónicos. Estos determinaron que se debe dar la protección y promoción de los derechos humanos, la participación activa y promoción de los derechos de los pueblos indígenas, comunidades locales y tradicionales, la igualdad de género. Como también la lucha contra todas las formas de discriminación desde un enfoque intercultural e intergeneracional.
A su vez, la región se comprometió a crear la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación, con la base en “metas nacionales, como deforestación cero al 2030”.
La declaración también incluye que se creen “mecanismos financieros para promover el desarrollo sostenible, con énfasis en la Coalición Verde, que agrupa a los bancos de desarrollo de la región».
Por su parte, el gobierno brasileño informó que instalará un Centro de Cooperación Policial Internacional en Manaos para la integración policial de los ocho países. A su vez, propuso la creación de un Sistema Integrado de Control del Tráfico Aéreo “para combatir el tráfico aéreo ilícito, el tráfico de drogas y otros delitos en la región”.