Las técnicas de reproducción asistida permiten que, en caso de alguna dificultad, las personas puedan tener hijes. Existen diferentes tipos, como la inseminación artificial y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, entre otras. Además, en los últimos años, la inteligencia artificial (IA) comenzó a realizar aportes que contribuyen a las mejoras en los resultados.
Esta tecnología fue creada para que máquinas o softwares cumplan funciones que imitan, e incluso mejoran, las habilidades del razonamiento humano. Por eso, el concepto de IA se está expandiendo al de inteligencia aumentada. En el caso de la salud, su aplicación no reemplaza a profesionales de la medicina, la embriología y la genética. Esto es porque su función es la de potenciar las destrezas de cada especialista, lo que permite a su vez mejorar los resultados personalizando las estrategias terapéuticas para cada paciente en particular.
A diferencia de otras ramas de la medicina, en el área reproductiva el camino recorrido por esta innovadora tecnología es reciente. En particular, en CEGYR Medicina y Genética Reproductiva, poseen una incubadora que provee un ambiente óptimo para el desarrollo de embriones al tiempo que permite evaluar sus características. Pero además, cuenta con un algoritmo de IA que ayuda a les profesionales a elegir con mayor criterio el orden de los embriones a transferir.
Lo novedoso es que ahora la inteligencia artificial ayuda a predecir la calidad de los óvulos y la probabilidad de que estos, luego de la fecundación, avancen en su desarrollo hasta el estadío de “blastocisto”. Hasta el momento, esto no era posible de evaluar.
Nota al Pie dialogó con el Dr. Sergio Papier, Director Médico de CEGYR Medicina y Genética Reproductiva, sobre los avances en las técnicas de reproducción.
El aporte de la inteligencia artificial para la fertilidad
“Las técnicas de reproducción asistida son tratamientos que apuntan a aumentar la probabilidad de embarazo en personas con problemas de infertilidad”, comenzó explicando el Dr. Papier. En esa línea, agregó que “también son necesarias para los casos de infertilidad estructural; por ejemplo, de hombres solos, parejas de hombres, proyectos monoparentales”. “Además es necesario para realizar estudios genéticos preimplantatorios cuando hay un riesgo de enfermedad genética en la descendencia”, añadió.
En cuanto a la IA, la prefiere denominar como inteligencia aumentada. Respecto a ella, sostuvo que les permite evaluar todos los datos necesarios para mejorar los resultados. “Podemos evaluar, previo al tratamiento, la posibilidad de embarazo de esa pareja. En base a diferentes datos, evaluamos la calidad de los óvulos y la calidad de los espermatozoides como para seleccionarlos y conseguir los mejores embriones”, detalló.
Una vez generados los embriones, también permite evaluarlos en una incubadora para saber cuál de ellos tiene mayor posibilidad de implantación. Esto, complementado con los estudios genéticos, puede entonces tener las mejores chances de embarazo.
Como resultado de estos avances, ya se vieron les primeres nacides vives gracias a la técnica de inyección intracitoplasmática del espermatozoide en el óvulo de forma automática. Sin embargo, el especialista destacó que es importante aclarar que la IA no vino a derogar ninguna intervención humana, sino a potenciarla.
El futuro de la fertilidad
Sobre las mejoras comprobadas en los resultados indicó que “no tengo dudas que integrando todas estas tecnologías emergentes los resultados van a mejorar”. Aunque remarcó que “esto es un inicio, hay que validar cada una de las técnicas. A futuro la Inteligencia aumentada va a ayudar en todos los procesos de la reproducción asistida”. Entre ellos se encuentran la estimulación ovárica, la evaluación de óvulos y espermatozoides, embriones, inclusive la capacidad de receptividad del útero.
Aclaró, además, que “esto implica no solamente inteligencia aumentada, sino también automatización de procesos, y robótica. Este año fue publicado en los Estados Unidos el primer nacimiento de un bebé donde se realizó un tratamiento de reproducción asistida por un robot”. Por eso, en este sentido afirma que “el futuro es promisorio y está avanzando de manera mucho más rápida de lo que nos imaginamos hace 2 o 3 años”.
Ley de fertilidad
Los tratamientos de fertilidad suelen ser muy costosos, por lo que miles de personas se quedaban sin esa posibilidad. Pero en 2013 se sancionó la Ley 26.862 de Reproducción médicamente asistida. La misma establece que toda persona mayor de edad, puede acceder de forma gratuita e igualitaria a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo. Esto abarca cualquier orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud.
En particular, garantiza tratamientos y técnicas de baja complejidad, como cuando la unión entre el óvulo y el espermatozoide ocurre dentro del cuerpo de la persona con capacidad de gestar. También de alta complejidad, donde la unión se produce fuera del cuerpo, o cuando se vitrifican tejidos vivos.