Estos últimos días Francia, y principalmente su capital, París, están siendo testigos de un nuevo levantamiento popular en contra de las políticas represivas adoptadas por el gobierno de Emmanuel Macron.
Durante las primeras horas del domingo se llevó a cabo la quinta noche de disturbios tras el asesinato de un adolescente argelino de 17 años a manos de la policía. En ella, numerosos jóvenes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y un auto en llamas se estrelló contra la casa de un alcalde, según precisó Télam.
Personas detenidas en las manifestaciones
En las manifestaciones de esta madrugada 719 personas fueron detenidas en toda Francia a partir de un gran despliegue policial que buscó sofocar la peor ola de agitación social en años, la cual, además, refleja el gran descontento en barrios carenciados y afectados por la discriminación y falta de oportunidades.
En tanto, a lo largo de la madrugada del sábado el número había sido de 1.300 detenides, cuya cifra significó la más alta desde el martes. Sin embargo, en un intento de apaciguar la situación, el Gobierno francés informó que el nivel general de violencia pareció disminuir respecto a días previos.
Uno de los que se pronunció al respecto fue el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien hace pocas, a través de su cuenta de Twitter, indicó: “Noche más tranquila gracias a la acción decidida de las fuerzas del orden”, defendiendo el violento accionar policial a les manifestantes.
Y es que durante la madrugada de hoy el ministro del Interior francés movilizó 45.000 policías y gendarmes, incluyendo 7.000 en París y en los suburbios de la capital. También se dieron importantes refuerzos en la ciudad sureña de Marsella y en Lyon, situada en el centro este, la cuales fueron epicentro de la movilización en contra del gobierno de Macron.
El ataque a la residencia de un alcalde
Otro de los incidentes graves acontecidos en medio de las manifestaciones ocurrió en L’Hay les Roses, una pequeña localidad situada en los suburbios de París. Allí un coche en llamas se estrelló contra la casa del alcalde Vincent Jeanbrun y generó un incendio.
La esposa y uno de los dos hijos pequeños del alcalde resultaron levemente heridos, mientras que él se encontraba en el Consejo Municipal para coordinar la respuesta a los disturbios. Jeanbrun denunció al hecho como “intento de asesinato”.
De acuerdo a la Fiscalía de París, que es la fiscalía general de Francia, los primeros indicios apuntaron a que “el vehículo fue lanzado con la intención de quemar la casa”. En tanto, la primera ministra, Elisabeth Borne, calificó a los hechos de “intolerable”.
Las causas del descontento popular
Las protestas a lo largo y ancho de Francia de esta última semana se dan como consecuencia del asesinato de Nahel, uno joven de 17 años que murió tras recibir un disparo a quemarropa por parte de un policía en medio de un control de trafico.
El hecho ocurrió el martes pasado en el municipio de Nanterre, cerca de París, y quedó grabado en un vídeo que da cuenta del abuso policial en el país europeo. Asimismo, el policía que le disparó se encuentra detenido desde el martes, acusado de “homicidio voluntario”.
Dicho episodio no sólo fue el desencadenante de las manifestaciones, sino que también expresa la violencia y la ira hacía los jóvenes de barrios populares, rememorando los disturbios que sacudieron a Francia en 2005 cuando los adolescentes, Zyed Benna y Bouna Traoré, fueron perseguidos y asesinados por la policía.
El descontento expresado en las calles también se suma a la reforma jubilatoria, la cual fue impuesta por parte del gobierno de Macron, y que si bien cuenta con el aval de la Justicia constitucional, no fue tratada en el Parlamento.
Ante este contexto hostil, el presidente Macron aplazó en el día de ayer una visita que tenía programada en Alemania, al tiempo que anunció que se reunirá este domingo por la noche con su primera ministra, Élisabeth Borne, el ministro del Interior y el de Justicia, Éric Dupond-Moretti.