Las viviendas que se edificarán en dos predios cercanos al Hospital Balestrini, generaron controversias en los vecinos por dos motivos: por un lado, rechazan la pérdida de espacios verdes, y por otro, resaltan una contradicción del gobierno al no otorgarles a ellos las viviendas.
El proyecto de edificación destinará un total de 3.836 millones de pesos, la construcción de 33 locales, 15 salones de usos múltiples, 257 cocheras y 81 espacios para estacionar. En este sentido, NAP dialogó con Sara Herrera, vecina del barrio 1 de noviembre que está en contra de la construcción de viviendas.
“El gobierno dio viviendas, pero para otras familias cerca. A nosotros no nos dan una solución, pero sí a otras familias. Nos dicen que no hay tierras en La Matanza cuando están haciendo planes de vivienda”, reclamó Sara.
En la misma línea, aseguró que el Barrio 1 de Noviembre sigue de pie, pero se mantienen solo con los merenderos, ya que no pueden construir. “Tenemos una cautelar de por medio que fue otra vez dictada el 13 de mayo, hasta 180 días”, explicó la vecina.
Por otro lado, afirmó que van a seguir luchando por una vivienda digna hasta que les den una solución. “Si tenemos que seguir golpeando puertas para que nos respondan, lo vamos a hacer”, afirmó Sara.
Las 250 familias se encuentran unidas con un objetivo central y fundamental para la vida de cualquier persona: un techo bajo el cual dormir, un lugar seguro y digno para vivir junto a sus niñes y seres queridos.
“Hablamos con el Secretario de Gobierno, Gustavo Duto, pero no nos dan una respuesta, sólo nos dicen que no hay tierras en La Matanza, pero no buscan reubicarnos en otro lugar”, expresó Sara Herrera.
Las contradicciones que marcan
En este sentido, explica que hay una notable contradicción por parte del gobierno ya que a las familias les niegan su estadía en el terreno tomado y les dicen que “no hay terrenos disponibles en La Matanza”, pero construyen hogares para otras familias.
“La última semana sufrimos hostigamiento por la policía y la municipalidad, haciendo un zanjeo para que no podamos acceder a los merenderos. Los días de lluvia es imposible estar porque gotean todo, y no tenemos otra ayuda, no tenemos nada. Acá, las familias luchan día a día”, declaró la vecina.
Según comentó Sara: “tendrían que construir viviendas para las 250 familias, estamos luchando hace 30 años. La solución que nos dan es represión, y lo único que recibimos como respuesta es hostigamiento. Nos dicen que somos malas madres porque tenemos a los niños en este lugar”.
En este sentido, aseguró que la policía y el municipio no se dan cuenta que reclaman una vivienda por necesidad, por un derecho de les niñes y de las familias de tener una vivienda digna.
Mientras tanto, las familias deben enfrentar la represión policial para hacer valer sus derechos y recurrir a las marchas o las manifestaciones en conjunto para visibilizar sus reclamos.
Las familias sin techo conviven con el deterioro en su calidad de vida, con la persecución judicial que limita cada vez más su vida. Con cautelares de por medio, viven en la incertidumbre total de no saber qué pasará en los próximos días.
A su vez, la consigna “Tierra para vivir” reúne a miles de familias que no solo se encuentran en este barrio de Ciudad Evita, sino que ocupan otros territorios del municipio, pero comparten el mismo sentimiento y reclamo por sus derechos.
La inversión por construcción de viviendas
El Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) lleva adelante iniciativas en 4 barrios populares de La Matanza. Sumando una inversión de $1.800 millones e implica un plan de reurbanización que comprende obras de infraestructura, viviendas, escrituración y diferentes programas productivos y sociales. Por otra parte Rodolfo Macera, Director Provincial de Arquitectura, comentó que el objetivo es “realizar un plan integrador, de calidad, tal como se realizó en otras etapas de la historia”. También, indicó que se trabaja “con un acento especial en La Matanza, uno de los municipios que más necesita por su densidad poblacional”.