El lunes 2 de mayo el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comenzó las excavaciones dentro de un cementerio en Ibicuy, en el sur entrerriano. El objetivo es buscar restos de desaparecidos de la última dictadura cívico-militar. Lucía Tejera, abogada de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, informó a Radio Máxima que los antropólogos trabajarán en un espacio que no está señalizado por cruces, donde se presume que existen tumbas.
Además, Tejera explicó que a lo largo de la causa han recogido testimonios sobre la inhumación de cuatro personas como NN. “En ese marco, nos señalaron una zona del cementerio que no son tumbas, no son fosas, que está como al costado”, detalló. Además, sobre el lugar apuntado añadió que hay una delimitación pero “no es precisa. Fuimos al cementerio en su momento. Está dentro del cementerio pero no en la zona de tumbas, y alrededor está la parte más antigua”.
«El lugar perfecto»
Por otro lado, mencionó que “Si aparecieran restos óseos, se realizará la exhumación y el análisis. También puede ser que no se halle nada, es la lógica que tiene esta causa. Vamos hilvanando pruebas”. Incluso informó que “en el Registro Civil encontramos cuatro NN en el cementerio de Ibicuy, pero no hay ubicación”.
“La documentación no dice la ubicación. Dice Ibicuy. Eso debería estar en un libro del cementerio. Pero Paranacito e Ibicuy comenzaron con libros del cementerio años después, en 1984, cuando se creó el departamento Islas”, informó la abogada. La investigación y posterior excavación surge de la publicación del libro El lugar perfecto del periodista de Gualeguaychú, Fabián Magnotta, quien realizó una minuciosa investigación detallada en su escrito.
Al respecto, Tejera explicó: “Es una causa de muy difícil hallazgo. En las condiciones de la geografía donde se cometieron los delitos, el hallazgo se hace dificultoso”. También remarcó: “Así está planteada en la minuciosa investigación que hizo Fabián Magnotta en el libro El lugar perfecto.
Otro testimonio
Además de Tejera, y para dar otra perspectiva, dio su opinión Marcelo Boeykens, coordinador del Registro Único de la Verdad dependiente del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos. En principio coincidió con la abogada en la información del espacio trabajado. “Esta nueva medida judicial dispuesta en el cementerio Ibicuy es importante en cuanto a la necesidad de ir agotando las distintas hipótesis, distintas versiones en base a testimonios de enterramientos clandestinos en la zona de Islas”, aclaró el coordinador.
“Esta medida de momento no sabemos si va a ser positiva o no, si el equipo de antropología forense va a encontrar algo pero hay que agotar todas las instancias para ir poniendo blanco sobre negro y avanzando o no en la hipótesis de trabajo”, comentó Boeykens.
En octubre del año pasado se dio autorización para que se utilice un georadar en búsqueda de anomalías en el territorio. Del informe surgieron esas anomalías pero de todas formas quienes llevan adelante la causa son prudentes sobre los resultados.
EAAF: la herramienta a utilizar
Con respecto al georadar, la fiscal Josefina Minatta aclaró: “En el cementerio de Ibicuy sabemos que existen cuatro NN inhumados durante el terrorismo de estado”. Luego, añadió: “Estas tumbas no están identificadas, pero sabemos por relatos de encargados del cementerio que estarían en un determinado lugar”.
“Con la Gendarmería Nacional y el EAAF realizamos tareas de georadarización para verificar si allí existen restos óseos y proceder luego a exhumar también ese lugar”. También sostuvo que “la función de un georadar se basa en su colocación en puntos exactos de la zona a investigar. Los georadares emiten ondas electromagnéticas hacia el suelo, como respuesta de qué objetos se pueden encontrar en la zona”.
Por último, resaltó: “Es una técnica no destructiva que permite realizar una exploración del subsuelo en superficie mediante la emisión de pulsos electromagnéticos”.
Los vuelos de la muerte
El EAAF comenzó con las excavaciones en Entre Ríos para dar con los restos de cuatro personas que fueron recogidas muertas del río Paraná Guazú y enterradas en el cementerio de Ibicuy entre 1974 y 1980. La investigación trata de dar con víctimas de vuelos de la muerte que sobrevolaron las aguas del delta entrerriano por aquellos años. La fiscalía rastrea en la zona “un lugar perfecto” por sus miles de hectáreas de ríos profundos, montes y humedales.
La propia fiscal Minatta, quien desde 2018 se puso al frente de la investigación, sostuvo: “Estamos a la expectativa de poder hallar estos cuerpos. No tenemos la seguridad, pero sí la esperanza de encontrarlos”. En agosto último, el EAAF exhumó nueve tumbas NN del cementerio de Villa Paranacito con el objetivo de confirmar si los restos allí enterrados corresponden a detenidos desaparecidos, accionar que aún está en desarrollo.
“En Ibicuy rastreamos cuatro actas de inhumación de personas que habían sido encontradas muertas en el río y cuya identidad no se habían podido determinar”, argumentó Minatta. El equipo de investigación judicial confirmó que los enterramientos ocurrieron contra un paredón del cementerio. “Quien realizó estas tareas fue un sepulturero que falleció, pero antes de morir traspasó esta historia a sus compañeros más jóvenes, con quien pudimos hablar y localizar la zona”, comunicó la fiscal.
Los trabajos de georadarización de la EAAF
Tras la realización de trabajos de georadarización en el segundo semestre del 2021 para encontrar enterramientos clandestinos, llegó el momento de iniciar la excavación a inicios del corriente mes.
Con denuncias y varios testimonios recogidos por Fabián Magnotta, dictaminaron que se han observado varios helicópteros, aviones y barcos arrojar cuerpos a las aguas del Río Paraná, que luego aparecían en las orillas. La zona del delta está a tan solo 20 minutos de vuelo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.