Durante esta mañana, les policías involucrades en el encubrimiento del asesinato del futbolista Lucas González fueron citados a indagatoria por el juez de instrucción Martín Del Viso. El sábado pasado, el letrado había ordenado la detención de les acusades. Sin embargo, una de elles, Lorena Miño, no fue encontrada en su domicilio y se la declaró prófuga de la Justicia.
En esa línea, quienes debieron presentarse esta mañana por encubrimiento del hecho ocurrido el 17 de noviembre en el barrio porteño de Barracas son: el comisario Juan Romero, el subcomisario a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4, Roberto Inca, el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña.
Por otro lado, les imputades de la causa caratulada como homicidio doblemente agravado son el oficial José Nievas, el oficial mayor Fabian López y el Inspector Gabriel Isassi. Los tres están detenidos en la Cárcel de Marcos Paz mientras la Justicia continúa actuando.
El fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella, consideró a esos policías sospechoses de los delitos de “encubrimiento agravado, privaciones de la libertad agravadas y falsedades ideológicas”. Se presume que entre estes efectives está quien plantó un arma de fuego de plástico a les víctimas. Y quienes elaboraron el sumario policial con la información falsa de una persecución y tiroteo aportada por les policías vestidos de civil que están detenides.
Qué sucedió con Lorena Miño
La mujer policía grabó un video junto a su abogado Roberto Castillo al que pudo acceder la agencia de noticias Télam. La prófuga expresó que, por culpa de tres policías “que hicieron todo mal”, ella se encuentra vinculada a la causa en la que se investiga la muerte del futbolista de Barracas Central. Y por la que están detenides hasta ahora ocho policías (tres por el homicidio y cinco por encubrimiento). ‘’No tengo nada que ver con lo sucedido’’, expresó Miño.
“A partir del 17 de noviembre -día del hecho- nada volvió a ser lo mismo. Se siente el odio de la gente, no todos son iguales, no todos hacemos lo mismo. No tengo nada que ver con lo que pasó”, contó la oficial entre lágrimas. Castillo, por su parte, sostuvo que aguardará la resolución del juez de instrucción Del Viso sobre la eximición de prisión presentada, la que ya fue rechazada por el fiscal del caso.
La muerte de Lucas
El joven volvía de entrenar desde el club Barracas Central y circulaba en un Volkswagen Suran azul, junto con tres amigos. Se detuvieron en un kiosco sobre la calle Luzuriaga y allí fueron interceptados por agentes policiales vestidos de civil de la Comisaría Vecinal 4C. Al no querer frenar para ser controlados por les oficiales, les futbolistas decidieron no detenerse y Lucas recibió un disparo en la cabeza.
Luego de permanecer internado en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, finalmente falleció el 17 de noviembre. González es una víctima más de la violencia institucional y el gatillo fácil, un desagradable fenómeno que se ha cobrado la vida de muchas personas en la historia de nuestro país.