El ritual del alcaucil, de Ximena González, se estrena este jueves en el Cine Gaumont. Además, desde el 30 de noviembre se podrá ver por CINE.AR TV y CINE.AR PLAY. En junio fue la única película argentina en la Competencia Oficial de Documentales Latinoamericanos del 19º Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos.
Un documental que a simple vista traslada al espectador a los alrededores de cementerios, con historias personales locales. Pero que además encierra los secretos y silencios en torno a lo ocurrido en la dictadura cívico – militar argentina desatada en 1976.
Un documental desarrollado en la cotidianeidad
Ximena González, su directora, nació en el barrio de Villa Corina, en el conurbano bonaerense. Un sitio singular que la vio crecer, y donde se nutrió de misterios e historias regionales. El lugar está ubicado pegado a un cementerio. Esos espacios que muches no se animan a vivir pero si gozan de curiosidad cuando los visitan. Siempre enmarcados por similares ambientes, puesto de flores, trabajadores armando tumbas, y sepultureros.
Un bar cercano o enfrente sirve de refugio para familiares de recién fallecides o les vecines del barrio. Y esos son los personajes protagonistas de este documental, esos habitantes silenciosos que en un pasado no tan lejano jugaron al juego del alcaucil. Fueron deglutiendo mentiras y silencios como hoja a hoja la etapa más oscura de la historia argentina que les tocó vivir.
Gónzalez armó así un documental sin relato lineal de ese micromundo que conoce: la locación es el alrededor del Cementerio de Avellaneda y del Cementerio Israelita. Un barrio de pocas cuadras donde en los 70’s desaparecieron varias personas que se conocían entre ellas. Pero de eso nunca se habla, ni dentro ni fuera de la comunidad. Allí, la cineasta tomó testimonios de sus alrededores, vecines que hablan del barrio y de la historia del cementerio.
Parte de esas anécdotas encierran violaciones familiares, crímenes y personajes conocidos que habitaron el barrio. Todo en un misterioso ambiente que presenta contraste de generaciones. Está mezclado con la inocencia y mirada de chiques que juegan alrededor de tumbas y nichos, sin saber que más de una de esas fosas comunes que saltan y escalan puede ser de un desaparecide que escondieron en el lugar durante el terrorismo de Estado.
Ximena González y su pasión
Es Documentalista egresada del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda y Licenciada en Enseñanza de las Artes Audiovisuales. Fue co-productora y co-directora de festivales de cine, expositora en varios países de Latinoamérica y profesora titular de la Facultad de Belgrano. Su primer largometraje documental, “Mal del Viento”, es una producción declarada de interés por el Instituto Nacional de Cine, becada por el Fondo Nacional de Las Artes y premiada internacionalmente.
“El ritual del alcaucil” es su segundo largometraje y ya fue declarado de interés por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Además fue presentado en el Marche du Film del Festival de Cannes. Su trabajo engloba el filmar e investigar desde una mirada feminista sobre la política sexo-genérica del cine.
Este último film no es autorreferencial pero indaga en un territorio que conoce, donde creció. Esa triple frontera entre Villa Corina, Sarandí y Villa Domínico, dentro del partido de Avellaneda. Esta limita un cementerio que durante la década de los 90 fue centro de investigación de integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Así, el documental revuelve un pasado que nadie nombra, pero en donde todes fueron testigues de la desaparición de familias enteras.