En comunicación con Nota al Pie, el Dr. Pedro Zeinsteger explicó la importancia de conocer cuáles son estas plantas para poder prevenir las intoxicaciones. El veterinario forma parte del Laboratorio de Estudios Farmacológicos y Toxicológicos (LEFyT), de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). A través de su cuenta de Instagram «Toxicología veterinaria«, realiza actividades de divulgación sobre las intoxicaciones en general, tanto para veterinaries como para público en general.
El Dr. Zeinsteger comentó que existe una gran variedad de plantas potencialmente peligrosas para mascotas, muchas de ellas se pueden encontrar en jardines y plazas. Aclaró que «es importante señalar, sin embargo, que solo algunas de ellas pueden comprometer la vida de un canino o felino (u otra especie no convencional) cuando son ingeridas».
Algunas de ellas, y los síntomas que provocan, son las siguientes:
Familia de las aráceas: a ella pertenece un gran número de géneros y especies, tal es el caso de la “costilla de Adán” (Monstera deliciosa), la “oreja de elefante” (Alocasia sp., Colocasia sp.), los “filodendros” (Philodendron sp.), las “calas” (Zantedeschia aethiopica), las “difembaquias” (Dieffenbachia sp.), entre otras.
Todas estas plantas producen síntomas digestivos si son mordidas o consumidas. Pueden provocar salivación abundante, vómitos y diarreas con deshidratación, e inflamación de la boca y mucosas y piel. No suele ser una intoxicación grave, aunque en ocasiones el proceso inflamatorio puede ser importante.
Familia de las apocináceas: el “laurel de jardín” o “adelfa” es una planta muy peligrosa debido a la presencia de sustancias tóxicas para el corazón y aparato digestivo. Puede provocar síntomas cardíacos graves, incluso la muerte. A pesar de esto los casos en mascotas son muy raros.
Familia de las solanáceas: el “jazmín paraguayo” o “azucena” (Brunfelsia uniflora) es una planta muy bonita, cuyos frutos y semillas pueden provocar una intoxicación grave. Los síntomas son digestivos y neurológicos, como agitación, excitación y convulsiones.
Las mascotas pueden ignorar estas plantas toda su vida, pero una vez que consumen un fruto continúan haciéndolo, ingiriendo muchos y agravándose el cuadro.
Familia de las liliáceas: los “lirios” (Lilium sp.) tienen flores grandes y muy bonitas que se regalan durante épocas festivas. Si un felino consume una flor o bien hojas de esta planta, puede ocurrir una intoxicación grave a nivel digestivo y renal, que sin el tratamiento adecuando puede conducir a la muerte.
Primeros auxilios
El veterinario explicó que es importante tener presente que todas las plantas, tóxicas o no, pueden provocar síntomas digestivos. «Si el propietario ve a su mascota consumiendo plantas, puede intentar lavar la boca del animal con agua corriente. La inducción del vómito antes de concurrir a la clínica veterinaria es una maniobra que representa un riesgo elevado para la mascota».
Sostuvo que los propietarios deben realizar una consulta telefónica rápida para solicitar asesoramiento al veterinario, quien le indicará qué hacer. Sin dudas es fundamental concurrir a la consulta profesional lo antes posible.
Frecuencia de las intoxicaciones
El Dr. Zeinsteger subrayó que entre todas las causas que pueden provocar intoxicaciones en las mascotas, las plantas tóxicas representan un 5-10% del total. De este porcentaje, la mayoría de ellas tiene un curso leve a moderado, aunque algunas plantas como se ha mencionado pueden provocar intoxicaciones graves.
«Si se sospecha de la ingestión de una planta, o se confirma mediante observación directa (plantas comidas, vómito con restos de plantas), una buena alternativa es tomar fotografías para consultar posteriormente con el profesional. Por supuesto acudir a la clínica lo antes posible», aconsejó.
«Ingesta de pasto para purgarse» : ¿mito o realidad?
Ante el mito de que los animales consumen pasto para «purgarse», el veterinario aclaró que los caninos con frecuencia ingieren pasto con este fin. «El vómito es consecuencia de la presencia de sustancias irritantes (pero no tóxicas) y que provocan dicho efecto. No es algo que les haga mal, pero si ocurre con demasiada frecuencia se deberá consultar al profesional», especificó.
Por su parte, los gatos también pueden consumir pasto, incluso ingieren plantas que se encuentran en jardines o macetas en departamentos. Por eso, es importante que el propietario se asesore con un profesional sobre las plantas que no representan peligro para los felinos.